¿Por qué comemos más en invierno? Cómo alimentarse cuando el cuerpo "pide" calorías

Parece una relación causa - efecto: baja la temperatura y saciar el hambre se vuelve sinónimo de comer preparaciones más calóricas. Los antojos de sopas, locro, guisos y chocolates están a la orden del día y satisfacerlos puede traducirse en un aumento de peso. Consejos para no excederse en los ingredientes y lograr platos saludables

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A diferencia de lo que ocurre en el verano, en el invierno tienden a incorporarse alimentos más energéticos (Shutterstock)
A diferencia de lo que ocurre en el verano, en el invierno tienden a incorporarse alimentos más energéticos (Shutterstock)

Apenas la temperatura baja unos grados, aparecen las ganas de comer locro, guiso de lentejas, chocolate en taza, facturas, golosinas, etc; todas comidas que además de tener un alto contenido de grasas y azúcares, forman parte de las preparaciones típicas de la comida más argentina. ¿Por qué se tiende a comer más en invierno? ¿Cómo podemos comer más sano cuando el cuerpo pide abundancia?

"Durante el invierno se combinan dos factores que, desde la alimentación, tienen impacto en la salud: el aumento en las calorías de las comidas y la disminución en la actividad física. Sin embargo, no tenemos que olvidar que mantener una alimentación saludable es tarea de todos los días y que es fundamental planificar el menú para que no falte ningún nutriente", afirma la licenciada en Nutrición Leonella Abboghlouyan, del Departamento de Alimentación y Dietética del Hospital de Clínicas.

Durante el invierno se combinan dos factores que tienen impacto en la salud: el aumento en las calorías de las comidas y la disminución en la actividad física

"Los guisos, tan consumidos en esta etapa, se caracterizan por ser 'comidas pesadas', sin embargo si prestamos atención a la forma de cocción, pueden llegar a ser saludables -destacó la especialista-. Aconsejamos reducir la cantidad de aceite utilizado y evitar las frituras, usar de base una gran cantidad de vegetales cocidos y menos fideos y arroz. Incorporar legumbres es un buen recurso ya que aportan gran cantidad de fibra, vitaminas y minerales".

Asimismo, la licenciada aconseja "utilizar carne magra o pollo". "Lo importante es no excederse en la proporción de los ingredientes, para obtener una preparación saludable y adaptada".

Los risottos, otros de los elegidos en los días de bajas temperaturas (Shutterstock)
Los risottos, otros de los elegidos en los días de bajas temperaturas (Shutterstock)

La clave está en conocer y consumir los alimentos de temporada "que son más económicos y fáciles de conseguir", destacó Abboghlouyan y sostuvo que "las frutas y vegetales son la base fundamental en esta estación gracias a su gran aporte de líquidos, vitaminas, minerales y fibra". "Si bien suele ser más complicado incorporarlos a nuestra alimentación diaria se puede variar la forma de cocción", sostuvo Abboghlouyan, quien recomendó que "las frutas de invierno, como el kiwi, la naranja o las mandarinas, suelen ser muy ricas en Vitamina C. Dentro de los vegetales de estación se destacan acelga, espinaca, puerros, coliflor, ajo y cebolla".

Por otra parte en invierno disminuye el consumo de líquidos. "Es importante mantenerse hidratados, se puede optar por líquidos templados como caldo e infusiones", puntualizó la especialista y remarcó: "Es necesario complementar la dieta con rutinas de actividad física, a pesar del frío. Si no podemos hacerlo al aire libre, es bueno adaptar algunos ejercicios para hacer en casa".

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