Apenas la temperatura baja unos grados, aparecen las ganas de comer locro, guiso de lentejas, chocolate en taza, facturas, golosinas, etc; todas comidas que además de tener un alto contenido de grasas y azúcares, forman parte de las preparaciones típicas de la comida más argentina. ¿Por qué se tiende a comer más en invierno? ¿Cómo podemos comer más sano cuando el cuerpo pide abundancia?
"Durante el invierno se combinan dos factores que, desde la alimentación, tienen impacto en la salud: el aumento en las calorías de las comidas y la disminución en la actividad física. Sin embargo, no tenemos que olvidar que mantener una alimentación saludable es tarea de todos los días y que es fundamental planificar el menú para que no falte ningún nutriente", afirma la licenciada en Nutrición Leonella Abboghlouyan, del Departamento de Alimentación y Dietética del Hospital de Clínicas.
Durante el invierno se combinan dos factores que tienen impacto en la salud: el aumento en las calorías de las comidas y la disminución en la actividad física
"Los guisos, tan consumidos en esta etapa, se caracterizan por ser 'comidas pesadas', sin embargo si prestamos atención a la forma de cocción, pueden llegar a ser saludables -destacó la especialista-. Aconsejamos reducir la cantidad de aceite utilizado y evitar las frituras, usar de base una gran cantidad de vegetales cocidos y menos fideos y arroz. Incorporar legumbres es un buen recurso ya que aportan gran cantidad de fibra, vitaminas y minerales".
Asimismo, la licenciada aconseja "utilizar carne magra o pollo". "Lo importante es no excederse en la proporción de los ingredientes, para obtener una preparación saludable y adaptada".
La clave está en conocer y consumir los alimentos de temporada "que son más económicos y fáciles de conseguir", destacó Abboghlouyan y sostuvo que "las frutas y vegetales son la base fundamental en esta estación gracias a su gran aporte de líquidos, vitaminas, minerales y fibra". "Si bien suele ser más complicado incorporarlos a nuestra alimentación diaria se puede variar la forma de cocción", sostuvo Abboghlouyan, quien recomendó que "las frutas de invierno, como el kiwi, la naranja o las mandarinas, suelen ser muy ricas en Vitamina C. Dentro de los vegetales de estación se destacan acelga, espinaca, puerros, coliflor, ajo y cebolla".
Por otra parte en invierno disminuye el consumo de líquidos. "Es importante mantenerse hidratados, se puede optar por líquidos templados como caldo e infusiones", puntualizó la especialista y remarcó: "Es necesario complementar la dieta con rutinas de actividad física, a pesar del frío. Si no podemos hacerlo al aire libre, es bueno adaptar algunos ejercicios para hacer en casa".
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