Por Fabricio Portelli
Hace pocos días Michel Rolland, uno de los enólogos más famosos del mundo, pasó por los estudios de Infobae y, entre otras enseñanzas, destacó la importancia para la Argentina de tener al Malbec como vino emblema, algo que hasta el día de hoy pocos han tomado conciencia.
En el mundo están los países tradicionales del vino y los modernos. La Argentina está en el segundo grupo pese a su rica historia. Sin embargo, solo a Francia se la asocia con varietales (vinos elaborados con una sola uva). Porque si bien allá se habla más de regiones (Burdeos, Borgoña, Champagne, etc.), se sabe que es la cuna del Cabernet Sauvignon, el Chardonnay y el Pinot Noir, sin dudas, las tres variedades más globales, ya que están presentes en la mayoría de los países productores. Y en todas las regiones son protagonistas de vinos que van desde los más económicos hasta los de más alto precio. Pero no solo eso, además tienen un ícono; justamente en Francia: Burdeos para el Cabernet Sauvignon, y Borgoña para el Chardonnay (en blancos) y Pinot Noir (en tintos).
Pero en el Viejo Mundo nunca se preocuparon por conquistar otros mercados de la mano de los varietales, sino que eran las zonas las que importaban. Fueron los americanos a fines de los sesenta quienes introdujeron la importancia del nombre de las cepas en las etiquetas, simplemente porque no podían competir con los lugares de Europa. Una estrategia muy efectiva para todos los nuevos productores, incluida la Argentina.
No es nada fácil conquistar el mundo a través de un cepaje como pudieron hacer los franceses. "Por eso la Argentina tiene una oportunidad única con el Malbec", dice el prestigioso flying-winemaker francés Michel Rolland.
Todos los hacedores locales están enfocados en brillar con el Malbec y aportar su granito de arena. Pero también es interesante ver cómo los enólogos extranjeros que llegan al país ven al Malbec.
"Hay dos cosas de esta variedad que me sorprendieron y me siguen sorprendiendo todo los días y que probablemente están relacionadas: una, su amplísimo espectro de aromas como frutas amarillas. Nunca había sentido esto en un tinto" , afirma Lorenzo Pasquini (winemaker italiano al mando de Cheval des Andes).
"Y la otra cosa, a pesar de que sea evidente, que me parece impresionante su plasticidad. No conozco otra cepa en el mundo con la cual se puedan elaborar vinos tan buenos y de tantas maneras distintas, todas muy agradables y de lugares tan diferentes: desde las variadas zonas de Mendoza, hasta las tres grandes regiones vitivinícolas de Argentina (Salta, Cuyo y Patagonia). Todas con una expresión típica y cualitativa de Malbec. Sería como decir que en Europa cultivemos la misma cepa desde París hasta la Sicilia o en Estados Unidos desde Seattle hasta Los Ángeles, logrando siempre calidad y tipicidad. ¡Inimaginable!".
Día Mundial del Malbec
Para celebrar hay que tener un día especial, pero mucho antes un motivo real. Y hace varios años que la industria entendió que el camino era por el lado del Malbec. Porque es una variedad noble que proviene de la misma región que el Cabernet Sauvignon y el Merlot, dos de las cepas más prestigiosas del mundo.
Por esas cosas del destino hoy hay plantadas 40.000 hectáreas en nuestro país, mientras que en Cahors, su cuna al sudoeste de Francia, menos de 7.000. Allí se cultivaba este cepaje con el que se elaboraban "los vinos negros" (por su concentración), reconocidos desde los tiempos del Imperio Romano. Estos vinos se consolidaron en la Edad Media y terminaron de fortalecerse en la modernidad.
Pero hacia fines del siglo XIX, la plaga de filoxera destruyó la viticultura francesa casi por completo, por lo que el "Cot" (sinónimo de Malbec) cayó en el olvido. Por suerte esta cepa había llegado en 1853 (unos años antes que la filoxera actuara) a nuestro país, de la mano del francés Michel Aimé Pouget (1821-1875), un agrónomo contratado por Domingo Faustino Sarmiento para llevar adelante la dirección de la Quinta Agronómica de Mendoza.
Siguiendo el modelo de Francia, esta iniciativa proponía incorporar nuevas variedades de uvas como medio para mejorar la industria vitivinícola nacional. El 17 de abril de 1853, con el apoyo del gobernador de Mendoza, Pedro Pascual Segura, se presentó el proyecto ante la Legislatura Provincial, y unos meses después se fundó la Quinta Normal y una Escuela de Agricultura.
Hacia fines del siglo XIX, y gracias a los inmigrantes italianos y españoles que trajeron el conocimiento de hacer vinos y las ganas de conquistar estas tierras, se comenzó a forjar la industria vitivinícola nacional. Con el paso de las décadas el crecimiento del negocio y particularmente del consumo fue impactante, la Argentina llegó a ser el primer consumidor per cápita del mundo con casi 90 litros.
Y si bien en su mayoría eran vinos de mesa y no vinos finos, el Malbec ya era una de las uvas tintas más plantadas (junto con Bonarda), gracias a su capacidad de adaptarse a los diferentes terruños.
La gestión de Pouget y Sarmiento en la Quinta Normal de Mendoza fue parte decisiva de este proceso. Y es por ello que el 17 de Abril es para Alberto Arizu -presidente de Wines of Argentina, la entidad responsable de promover los vinos argentinos en el mundo-, "no sólo el símbolo de la transformación de la vitivinicultura argentina, sino el punto de partida para el desarrollo de esta cepa, emblema de nuestro país a nivel mundial". Y advierte que "el Malbec tiene que ser nuestro vino de bandera por siempre, más allá de seguir aprovechando la gran diversidad que se pueden elaborar en nuestros terruños".
¿El Malbec está para ser global?
¿Por qué es tan importante para un cepaje llegar a ser global? Simplemente porque es la única manera de conquistar el mundo, y el Malbec tiene con qué. Por un lado es una uva que se adapta muy bien a diversas zonas, basta mirar de Salta a Patagonia, pasando por Cuyo, y de la Cordillera hasta el Atlántico.
Es cierto que le falta camino por recorrer. Ya hace diez años ya se decía que el Malbec argentino era el mejor del mundo, pero nadie más lo hacía, más allá de los franceses en su pequeña comuna de Cahors. Y si bien hoy sucede algo parecido, se avanzó bastante. Porque hay una masa crítica de al menos doscientos grandes Malbec, y muchos más buenos exponentes. Los diez mejores Malbec argentinos podrían servirse en la mesa junto a los mejores vinos del mundo, y seguro saldrían bien parados.
Para ser los mejores falta un trecho, aunque no muy largo, pero este es el camino. Seguir analizando los suelos, el clima y sus influencias, buscando los mejores momentos de cosecha y los métodos de elaboración más adecuados para poder lograr vinos con carácter único y, sobretodo, agradables de beber en todos los segmentos.
Pero además, es necesario que otros países productores se animen. Ya están viniendo algunos productores de Cahors a ver cómo se hace el Malbec acá y a llevarse plantines para Francia, con el objetivo de mejorar sus vinos. Todavía en otros países las producciones de Malbec son muy tímidas, pero lo importante es que ya respetan al Malbec argentino, y lo tienen como modelo, como ícono. Si las hectáreas alrededor del mundo se multiplican, el Malbec va a llegar cada vez a más consumidores, y pasará lo que pasa con los mejores varietales del mundo: todos van a querer disfrutar algún día "los mejores".
Ahora los enólogos y agrónomos están en busca de mayor tensión y largo en boca, con taninos suaves pero presentes y un gusto persistente y más fresco. Es una búsqueda de todos los días en el viñedo y en la bodega. Según los protagonistas, a nivel de imagen hace falta fortalecer la conciencia en los mercados de grandes vinos finos y de coleccionistas sobre la capacidad de los Malbec a ser guardados en el tiempo. Algo que solo pueden lograr los mejores vinos del mundo.
El Malbec se puede beber de joven o guardado algunos años, y es el mejor compañero de las carnes asadas. Esta película recién empieza y se va a poner cada vez mejor. Ya hay una fecha, también hay un motivo, y por suerte un vino único para celebrar.
La agenda del Malbec
Si bien no hace falta esperar un día específico para celebrar algo, funciona muy bien como recordatorio. En la Argentina y las principales ciudades de los países consumidores más importantes se celebra el Día Mundial del Malbec con eventos a lo largo de las semanas que rodean al 17 de Abril.
En el marco de la octava edición y bajo el concepto "con vino es mejor, tomalo como más te guste", (campaña creada por Bodegas de Argentina), se llevará a cabo por tercer año consecutivo "La Semana del Malbec", del 16 al 22 de abril en Buenos Aires. Varias bodegas ofrecerán diversas actividades, menús especiales con Malbec, descuentos y beneficios en vinotecas, restaurantes y bares en distintos puntos de la ciudad.
El martes 17 de abril de 21hs a 22 hs en el Teatro San Martín (avenida Corrientes 1530) se recreará la fiesta tradicional de la Vendimia del departamento de Luján de Cuyo. El espectáculo narra una historia que incluye un despliegue audiovisual para acompañar la presencia del Ballet Folclórico Nacional, y marcará el lanzamiento oficial, a nivel mundial, de los festejos.
Desde el lunes 16, La Malbequería de Palermo (Gurruchaga 1418) ofrecerá distintas actividades alrededor del Malbec, una degustación dirigida por el reconocido agrónomo Juan Argerich, una feria dedicada al cepaje y hasta una puesta en escena interpretando a "Hamlet en su versión Malbec". Muy cerca de allí, el viernes 20, Joaquín Alberdi organiza el innovador MalbecaLooJa, un festival dedicado al Malbec con mucha música, para degustar 100 exponentes de 40 bodegas (Jorge Luis Borges 1772).
La Feria de Vinos Orgánicos organiza algo especial para celebrar el Malbec de una forma diferente: un encuentro distendido en el Rooftop del Hotel Panamericano. Será el jueves 19 de 19 a 23 hs ($500) Por sexto año consecutivo, La Cabaña, el tradicional restaurante de carnes fundado en el año 1935, se suma a los festejos que se realizan en todo el mundo, ofreciendo su exclusiva Feria del Malbec, oportunidad única para disfrutar los vinos Premium de las mejores bodegas del país.
La Enoteca será el epicentro de los festejos en la capital mendocina, donde se brindará una serie de charlas y degustaciones temáticas (Entre copa y copa, Yo amo al Malbec, Malbec flow, De Francia a Los Andes, Malbec y Chocolate, entre otras), todas organizadas por el Fondo Vitivinícola de Mendoza. También allí, en la capital de la principal provincia productora de vinos, hasta el 29 de Abril se llevara a cabo ALMAlbec Festival de Maridaje, donde el público podrá concurrir a los restaurantes adheridos y consumir menús maridados con Malbec. Además hay una nutrida agenda de eventos como subastas, atardeceres en viñedos, wine spa experiecne, y diversas ferias de vinos en bodegas (Chachingo, Clos de los Siete y Grupo Peñaflor).
Fabricio Portelli es sommelier argentino y experto en vinos
Twitter: @FabriPortelli
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