Carne, la hamburguesería del mejor chef argentino del mundo

Llegó al top 5 en la reciente elección de los 50 mejores restaurantes del mundo, por Mirazur su restó en la costa francesa. Mauro Colagreco también apuesta a la comida sencilla y accesible en sus espacios gastronómicos en Olivos y La Plata. Detalles gourmet de un plato que busca revolucionar este clásico fast food

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Ignorada por los grandes restaurantes pero protagonista de la innovación que regaló la cocina internacional en los últimos años. La hamburguesa pasó de ser un simple fast food a un plato que los mejores chefs del mundo eligen para inculcarle estilo y detalles inusuales. Cortes de carne premium, aderezos de autor y panes caseros envuelven una comida que solía comerse "al paso" y que ahora invita a degustarla con tranquilidad.

Mauro Colagreco, 40 años, se crió en La Plata y desde hace 16 comenzó su aventura en la costa azul francesa, en donde tomó un restaurante en Menton, un pequeño pueblo de la campiña, lejos de París. Lo llamó Mirazur, el cual fue elegido en el puesto número 4 entre los 50 mejores sitios gastronómicos del mundo.

El platense cuenta con dos estrellas Michelin, y actualmente potenció su reconocimiento a nivel mundial con este emprendimiento que -a priori- le escapa a la alta cocina, aunque no pierde los elementos básicos de todo buen plato: sabores, variedad de ingredientes, diversidad de estilos.

La hamburguesa que degustó el presidente lleva lechuga, tomate, pepino, cebolla morada, queso, panceta y huevo. El combo completo incluye papas fritas -distinguida por su proceso especial de cocción de tres pasos- acompañado por gaseosa o agua para beber. Todo a un costo de $215 en Carne, un espacio gastronómico en Olivos que ofrece variedades y sabores.

La idea madre de esta casa de comidas rápidas surgió de la intención de trasladar la alta cocina hacia un producto simple, sencillo y accesible. "Es un producto que nace de la voluntad de volver a la ciudad, de traer toda la experiencia que fui adquiriendo a lo largo de estos años afuera, en forma de agradecimiento", señaló el chef Colagreco, ideólogo del fast food que no para ganar adeptos.

El ketchup es elaborado sin conservantes: se realiza en base a semillas de tomate traídas desde Francia -desde la organización Kokopelli-, que están sembradas en el campo orgánico INTI, en La Plata. Los pepinillos se envasan el mismo día de su cosecha.

Respecto a los ingredientes orgánicos incluidos en esta hamburguesa, Sofía Landa -ingeniera agrónoma y colaboradora de la ONG Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO)- aseguró que "la producción orgánica es un sistema de producción sostenible que promueve el cuidado ambiental, mediante el fortalecimiento de la biodiversidad y la actividad biótica del suelo. Se basa en el uso mínimo de insumos externos, sin uso de fertilizantes y plaguicidas sintéticos, ni transgénicos".

Fue este el plato que eligió Mauricio Macri a fines de 2016, cuando sorprendió a los comensales de Carne, en Olivos, al presentarse junto a Juliana Awada y su hija Antonia para disfrutar de su hamburguesa preferida.

Todo nace de la admiración que el presidente argentino tiene hacia Mauro Colagreco, dueño de Carne y recientemente elegido como uno de los mejores chefs del mundo.

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