Con un talento artístico heredado de su familia, Margarita Páez vivió una noche inolvidable en el reestreno de “Al borde del mundo” en el teatro Astros. A sus 20 años, la hija de Fito Páez y Romina Richi se lució en las tablas acompañada por un elenco de jóvenes promesas del teatro con la obra Al borde del mundo, siendo aplaudida por su padre, quien no dudó en ocupar una de las primeras filas para apoyarla en esta nueva etapa de su carrera.
En las imágenes compartidas, Fito aparece radiante de orgullo, celebrando el logro de su hija tanto en el público como tras bambalinas. En una de las fotos más emotivas, el músico abraza a Margarita, quien viste un jumper de jean, zapatillas y una remera rosa que refleja su frescura y espontaneidad. La complicidad entre padre e hija queda en evidencia en cada gesto y sonrisa compartida. También posaron junto al elenco conformado por Mica Riera, Paula Kohan, Laila Maltz y Ailín Salas, además de los directores de la obra, Ana Kowalczuk y Camilo Polotto Javkin.
Fito no solo estuvo presente físicamente, sino que también expresó su orgullo en redes sociales. “Felicitaciones, Marguie de mi corazón. Hermoso reestreno de Al borde del mundo. ¡Te amo!”, escribió el artista en su cuenta de Instagram, acompañado de una imagen de la joven sosteniendo un enorme ramo de flores tras bajar del escenario. Emocionada por las palabras de su padre, ella respondió: “¡Ahora sí!”.
La presencia del intérprete de “El amor después del amor” en un evento tan importante llenó de ternura a sus fanáticos. Con el pasar de las horas, la sección de comentarios se llenó de una catarata de mensajes llenos de cariño y apoyo al respecto. “Fito, los genes son geniales”; “La debe romper todo, Marga”; “Qué linda dupla”; “No puedo con tato talento junto”, fueron algunas de las reacciones que se destacaron.
En esta ocasión, Margarita no contó con la presencia de su madre, Romina Richi, quien se encuentra en Villa Carlos Paz trabajando en la obra Exit. Sin embargo, su ausencia no opacó la emoción de la velada, que marcó un nuevo hito en la vida de la joven, quien ya había participado en la primera temporada de esta obra en el Complejo General San Martín.
El debut de Margarita no fue un momento cualquiera: coincidió con su vigésimo cumpleaños, lo que convirtió aquella jornada en una fecha inolvidable para la joven actriz dentro del icónico teatro. Desde entonces, ha recibido elogios por su interpretación y ha dejado claro que el talento artístico corre por sus venas, sumando su propio sello al legado de su familia.
La obra transcurre en el 2001 y narra la vida de cuatro mujeres que buscan enfrentarse a las adversidades de un pequeño pueblo del interior mientras intentan reencontrarse consigo mismas. La hija del músico interpreta a Rosario, la sobrina de una mujer que trabaja en la remisería, espacio donde se desarrolla toda la acción. En un relato que mezcla desolación, fin de año, conflictos y una pasajera médium, el personaje de la muchacha cobra vida con una frescura y autenticidad que destacó en el escenario.
El reestreno en el teatro Astros no solo reafirmó el talento de la hija de Fito, sino que también recordó los inicios de su flamante carrera profesional, marcados por la intensidad de interpretar a Rosario, un personaje que resuena con las luchas internas y externas de muchas mujeres. Así, Margarita demuestra que, más allá de su apellido, su pasión y dedicación son los verdaderos protagonistas de su ascenso artístico. Una joven promesa que, con cada paso, sigue dejando una huella imborrable en el ámbito artístico argentino.