Un robo en Acapulco y un viaje en bóxer: el insólito percance de Matías Martin durante unas vacaciones

En su paso por La Noche Perfecta, el periodista le contó a Sebastián Wainraich los detalles de una situación que vivió en las playas de México

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En su paso por el ciclo de Sebastián Wainraich, Matías Martin recordó el robo que sufrió en su paso por Acapulco con amigos (Video: La Noche Perfecta - El Trece)

En su paso por La Noche Perfecta, el programa conducido por Sebastián Wainraich en El Trece, Matías Martin protagonizó un momento desopilante al relatar una de las anécdotas más insólitas de su vida. Entre risas, el conductor y su invitado repasaron la historia de un robo que el periodista sufrió en Acapulco y que lo dejó viajando en avión con lo puesto.

La conversación comenzó cuando el conductor lo invitó a participar de unas de las dinámicas del ciclo. “Te vas a despedir de una anécdota, Matata”, bromeó el presentador, mientras enumeraba opciones icónicas del repertorio de Matías, como el día que naufragó en el Nilo o cuando sacó un murciélago de una casa. Sin embargo, el periodista optó por la desopilante experiencia vivida en las tierras aztecas.

“Íbamos con el auto cargado yendo para Ciudad de México. Pero en el viaje pasábamos por Acapulco, un lugar al que no habíamos ido. Y decimos: ‘Paremos a comer’“, comenzó relatando Martin. Y continuó. “Después, nos metemos a la piscina y seguimos para tomarnos el avión. Era una playa de estacionamiento de un gran hotel, qué lugar más seguro que la playa de un gran hotel. Voy a la playa en bóxer, nos metemos al mar y qué sé yo...”, confesó. Y, acto seguido, llegó la parte que esperaba Wainraich: “Y llegamos al auto y no había nada”.

Con lujo de detalles, Matías
Con lujo de detalles, Matías recordó el robo que sufrió en su viaje con amigos (Instagram)

El robo dejó a Martin y sus acompañantes sin ropa, documentos ni pertenencias. Sin embargo, encontraron una solución: “Alguien nos ayudó. Un familiar de uno de los chicos que conocía a alguien de la embajada, papeles, no sé qué. Nos vamos al otro día”. “Alguien me prestó una remera, un par de ojotas y quedé con un bóxer que no daba para más”, detalló, entre risas, ante la cámara.

La situación alcanzó su punto más surrealista cuando llegó el momento de finalizar su viaje. “Llegué así al aeropuerto. Era verano, por suerte”, explicó el periodista, mientras Sebastián bromeaba con el frío habitual de las cabinas de avión. “Tenía una mantita”, respondió el conductor de Todo pasa, provocando la carcajada del conductor y sellando una de las anécdotas más divertidas de la noche.

Aunque en su paso por el ciclo Matísa evocó con humor un mal momento que vivió lejos de casa, lo cierto es que no todos sus viajes han tenido desenlaces tan desafortunados. Hace apenas unos meses, el periodista emprendió un viaje a Europa junto a dos de sus hijos, Alejo y Luca, y compartió en redes sociales entrañables momentos que reflejaron lo especial de la experiencia.

En su último viaje por
En su último viaje por Europa, el periodista disfrutó de su tiempo famliar con dos de sus hijos (Instagram)

El recorrido comenzó en Madrid, donde visitaron las instalaciones del Real Madrid y el icónico estadio Santiago Bernabéu. Después, el trío continuó su aventura en Londres, desde donde Martin publicó un carrusel de fotos y videos en su cuenta de Instagram acompañado de una emotiva reflexión sobre la paternidad.

Caminar con tus hijos. Estar cerca. Estar. Es más importante que decir. Que bajar línea sobre el bien y el mal. Que tratar de imponer sutil o brutalmente tu mirada de la vida. Tus verdades. Que sugerir gustos u opiniones. Estar”, escribió el periodista. En el mismo posteo, destacó el valor de compartir tiempo juntos y construir recuerdos: “Por si, tal vez, tengas la suerte de que quieran y disfruten compartir con vos, su tiempo cuando crezcan. Y así puedas aprender. Sentirte pleno. Mirarlos caminar juntos cantando. Reírse. Conectar. Echarse al pasto a descansar porque sale humo de los pies”.

Y, como broche de oro, cerró su mensaje con palabras cargadas de emoción: “Todo eso vine a buscar. Y no lo sabía. No puedo poner en palabras lo que amo a mis tres hijos, te escribí. Y mientras lo escribía me brotaban solitas las lágrimas. Es eso. No hace falta más. Estar”.

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