Por qué Bill Gates cree que si hoy fuera niño sería diagnosticado con autismo

El fundador de Microsoft atribuye su éxito en la tecnología a su capacidad de hiperconcentración y neurodivergencia

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Bill Gates reflexiona sobre cómo
Bill Gates reflexiona sobre cómo su infancia estuvo marcada por comportamientos asociados a la neurodivergencia. (REUTERS/Andrew Kelly/File Photo)

El fundador de Microsoft, Bill Gates, ha compartido recientemente en entrevistas y en su libro de memorias Source Code una reflexión profundamente personal: si hubiese crecido en la actualidad, probablemente sería diagnosticado con un trastorno del espectro autista.

Gates vinculó esta posibilidad a los comportamientos que mostraba en su infancia, caracterizados por obsesiones específicas, dificultad para interpretar señales sociales y actitudes que a menudo parecían insensibles al impacto que causaban en los demás.

Por qué Gates cree que sería diagnosticado con autismo

En diálogo con The Times, Bill Gates recuerda su infancia como un período complicado, donde sus rasgos singulares lo aislaban socialmente y lo convertían en un “chico extraño” a los ojos de sus compañeros.

En su libro Source Code, Gates describe cómo estas características únicas, que hoy se asocian a la neurodivergencia, resultaban incomprensibles para sus padres. “Mis padres no tenían referencias ni libros que les ayudaran a entender por qué su hijo se obsesionaba con ciertos proyectos, ignoraba las señales sociales o parecía no notar el impacto de su comportamiento en los demás”, explicó en la entrevista.

Gates sospecha que hoy sería
Gates sospecha que hoy sería diagnosticado con un trastorno del espectro autista debido a sus rasgos únicos en la niñez. (EFE/CLEMENS BILAN)

El empresario también compartió que solía balancearse mientras hablaba, un gesto que todavía mantiene y que es común en personas dentro del espectro autista. A pesar de las dificultades que enfrentó, considera que estas particularidades fueron esenciales para desarrollar las habilidades que más tarde lo convertirían en un líder en el ámbito de la tecnología.

“Mi capacidad para concentrarme y mi neurodivergencia fueron clave para escribir ese software; podía hacer todo eso en mi cabeza”, afirmó.

Cómo impactó el entorno familiar a Bill Gates

El hogar de Gates fue un espacio de retos y aprendizajes que moldearon su carácter y lo impulsaron hacia el éxito. Su madre, Mary Gates, jugó un rol fundamental como una figura exigente y disciplinada, quien esperaba excelencia en todo lo que hacía. Según relata, su madre lo empujó a practicar deportes, a participar en actividades sociales y a mejorar sus habilidades sociales, incluso cuando esto iba en contra de sus inclinaciones naturales.

Por otro lado, el joven Gates prefería refugiarse en bibliotecas o encerrarse en su habitación, buscando evitar las situaciones sociales que le resultaban incómodas. Este comportamiento a menudo lo colocaba en situaciones conflictivas con sus padres. Sin embargo, el apoyo de figuras clave, como su mejor amigo Kent Evans y algunos profesores que vieron su potencial, resultaron cruciales.

La muerte de su amigo
La muerte de su amigo Kent Evans fue un evento que motivó a Gates a destacar académicamente. (REUTERS/Stephanie Lecocq/File Photo)

Kent, su compañero en el colegio Lakeside de Seattle, lo ayudó a descubrir su pasión por la programación y la tecnología. La trágica muerte de Kent en un accidente de montañismo marcó profundamente a Gates, quien describe ese evento como un catalizador en su vida.

A partir de ese momento, decidió demostrar su capacidad a todos los que lo rodeaban, lo que lo llevó a destacarse como el mejor estudiante de su escuela.

El “superpoder” que Gates cree que tiene

En sus entrevistas, Gates ha destacado que su capacidad para hiperconcentrarse y su energía inagotable fueron decisivas en la construcción de Microsoft. Es capaz de recordar detalles tan minuciosos como las matrículas de los autos de sus primeros empleados y enfrentarse a tareas que requerían niveles extremos de concentración.

A pesar de las dificultades sociales que enfrentó en su juventud, Gates no cambiaría su neurodivergencia, incluso si existiera un tratamiento para “normalizar” su comportamiento. “Si inventaran una píldora para que mis habilidades sociales fueran normales, pero mi capacidad de concentración también lo fuera, no la tomaría”, afirmó.

La experiencia de Gates inspira
La experiencia de Gates inspira a padres y cuidadores de niños que no encajan en moldes tradicionales. (Instagram: thisisbillgates)

Este enfoque hacia su condición resalta un cambio cultural en cómo se percibe la neurodiversidad. Gates ve su experiencia como un ejemplo que podría inspirar a padres y cuidadores de niños que no encajan en los moldes tradicionales. “Esto puede ayudar a aquellos que están criando a un niño que no encaja en la norma”, reflexionó.

En la década de 1970, cuando Gates estaba en su adolescencia, los conceptos de autismo y neurodivergencia apenas comenzaban a ser explorados. En ese entonces, el joven Gates no encajaba en los estándares convencionales de éxito social o académico, lo que lo llevó a ser visto como “desorganizado”, “difícil” y, en ocasiones, como un “payaso de clase”.

Sin embargo, el acceso temprano a una computadora en su escuela Lakeside y la guía de sus maestros y compañeros lo llevaron a descubrir su pasión por la programación.

“Pasé de ser el chico bromista a preocuparme por lo que pensaban de mí cuando me colocaban con compañeros que no consideraba inteligentes”, recuerda Gates. Esta transición marcó un punto de inflexión en su vida, llevándolo a convertirse en un estudiante dedicado y ambicioso, capaz de superar incluso las expectativas más altas.