Desde su fundación en 2023, la empresa de inteligencia artificial de Elon Musk, xAI, ha tenido que competir en un mercado altamente competitivo, donde OpenAI, Google, Meta y otras grandes tecnológicas ya cuentan con chatbots avanzados, como ChatGPT y Bard, ampliamente disponibles para consumidores y empresas. A pesar de llegar tarde al sector, reseña The Wall Street Journal , Musk ha hecho grandes esfuerzos para poner al descubierto su visión de una IA que no solo sea más poderosa, sino que también se enfoque en cuestiones que él considera clave, como la libertad de expresión y la censura de los contenidos.
La principal arma de xAI en esta competencia es su infraestructura. En un tiempo récord, la empresa ha levantado el centro de datos Colossus en Memphis, Tennessee, un proyecto que Musk prometió que haría de su empresa la más avanzada del mundo en términos de capacidad de procesamiento.
Este centro, construido en solo 122 días, alberga 100.000 unidades de procesamiento gráfico (GPUs), convirtiéndose en uno de los mayores conjuntos de chips dedicados al desarrollo de IA. El centro, que requiere de una enorme cantidad de energía, ha generado preocupaciones ambientales en la región, pero Musk respondió a estas críticas afirmando que el trabajo de xAI será crucial para el avance de la inteligencia artificial.
El medio norteamericano revela que xAI no solo ha invertido en hardware. Elon Musk ha puesto énfasis en el reclutamiento de talento de primer nivel, contratando a expertos como Igor Babuschkin, ex investigador de Google DeepMind y OpenAI, para liderar el desarrollo de la tecnología de xAI. En este sentido, la estrategia de xAI busca aprovechar la experiencia de aquellos que han sido fundamentales en el diseño de algunos de los modelos de IA más avanzados del mundo.
Sin embargo, Jesse Michael Han, fundador de Morph Labs, una empresa dedicada a la infraestructura de IA en la nube señaló en diálogo con WSJ que xAI todavía se enfrenta al desafío de “entrar en un mercado altamente competitivo” y consolidarse como un competidor a la par de los grandes jugadores de la industria.
La competencia de xAI no solo es técnica. En un intento por marcar la diferencia respecto a su ex empresa OpenAI, Musk dejó claro que la visión de xAI es distinta. A lo largo de varias intervenciones públicas, ha criticado a OpenAI por lo que considera un desvío de sus principios originales, citando la conversión de la organización en una empresa con fines de lucro. La lucha entre Musk y OpenAI se intensificó a tal punto que Musk demandó a su antigua creación, acusándola de violar su contrato para mantenerse como organización sin fines de lucro y de desincentivar a los inversores de xAI. OpenAI calificó la demanda como “sin fundamento” y “excesiva”.
En términos de monetización, xAI sigue siendo un jugador pequeño en comparación con OpenAI, que este año espera generar alrededor de 4 mil millones de dólares en ingresos. xAI, por su parte, ha declarado que sus ingresos superarán los 100 millones de dólares anuales, una cifra modesta en comparación con las expectativas de OpenAI.
A pesar de ello, la mayoría de los ingresos de xAI provienen de los servicios proporcionados a otras empresas de Musk, como SpaceX y Tesla, además de su integración con la red social X (antes Twitter). La herramienta principal de xAI, Grok, se encuentra actualmente disponible solo para los suscriptores de X, y se ha integrado en varias funciones de soporte al cliente para Starlink, el servicio de internet satelital de SpaceX.
En cuanto a su futuro comercial, xAI sigue en una fase de expansión. A principios de noviembre, lanzó una herramienta de pago dirigida a desarrolladores, que podrán crear productos basados en Grok, mientras que se espera que el próximo mes lancen una app independiente para consumidores, similar a ChatGPT.
Sin embargo, xAI sigue estando en desventaja respecto a sus competidores, que ya han establecido productos ampliamente adoptados en el mercado. Musk mencionó que el enfoque de xAI es crear centros de datos más grandes y potentes, en un intento por superar a la competencia en términos de capacidad de procesamiento y eficiencia. El centro de Colossus, que se ampliará con 5 mil millones de dólares de la última ronda de inversión, se perfila como el núcleo de esta estrategia.
A pesar de su ambición, la rivalidad entre Musk y OpenAI tiene un componente personal. En septiembre de 2024, Musk anunció que su centro de datos Colossus ya estaba en funcionamiento, lo que fue visto como un indicio de que xAI podría estar alcanzando la madurez tecnológica. Durante un evento en San Francisco, Musk afirmó que su empresa podría construir centros de datos más grandes en menos tiempo que sus competidores, destacando la rapidez con la que opera xAI.
Además de los avances técnicos, la visión política de Musk también influye en su enfoque. Ha defendido una IA menos “políticamente correcta”, lo que ha generado críticas sobre la posible imparcialidad y ética de sus sistemas. xAI promete ofrecer una versión de IA que fomente la libertad de expresión y reduzca la moderación de contenidos. Esta competencia entre Musk y OpenAI va más allá de la creación de chatbots: se trata de dominar una industria disruptiva