Cuatro trucos para alargar la batería del reloj inteligente y evitar gastos futuros

Los relojes inteligentes o smartwatch son herramientas esenciales que integran funciones que van desde el monitoreo de la salud hasta la recepción de notificaciones del teléfono. Sin embargo, uno de los desafíos para los usuarios de estos dispositivos es su duración limitada de batería, que en algunos casos apenas supera el día de uso intensivo.

Aunque algunos optan por comprar accesorios adicionales o cambiar de dispositivo, hay formas simples y efectivas de alargar la duración de la batería de su reloj inteligente sin necesidad de gastar dinero extra.

Por esta razón, se presentan varios consejos para optimizar el consumo de energía y aprovechar al máximo la carga de este aparato tecnológico durante una jornada de trabajo.

El brillo de la pantalla es uno de los factores que más impacta en el consumo de batería de cualquier dispositivo, y los relojes inteligentes no son una excepción. Muchos usuarios, por comodidad, mantienen el brillo en niveles altos, pero esto reduce significativamente la duración de la batería.

Para alargar el tiempo entre cargas, es recomendable ajustar el brillo al nivel más bajo posible que permita leer la pantalla con claridad. La mayoría de los relojes inteligentes incluyen un modo automático que ajusta el brillo según las condiciones de luz ambiental.

En algunos casos es preferible configurarlo manualmente para evitar que el dispositivo use más energía de la necesaria en ambientes bien iluminados. Además, desactivar la función de “siempre encendida” en la pantalla puede sumar varias horas adicionales de batería.

Los relojes inteligentes modernos ofrecen una amplia variedad de funciones, desde el seguimiento de la actividad física hasta la recepción de notificaciones, el control de la música y las llamadas.

Puede que todas estas características sean útiles, pero no siempre son necesarias durante todo el día. Mantener activas funciones que no se están utilizando puede agotar rápidamente la batería.

Para mejorar el rendimiento energético, es aconsejable desactivar funciones como el GPS, el monitoreo de la frecuencia cardíaca continua o el WiFi cuando no se están utilizando. Si solo se necesita el GPS para actividades específicas, como salir a correr, se puede activar únicamente en esos momentos.

Del mismo modo, si el reloj está conectado al teléfono vía Bluetooth, el uso del WiFi puede ser innecesario. Algunos modelos incluyen un “modo avión”, que desactiva todas las conexiones inalámbricas, lo cual puede ser útil durante la noche o en situaciones en las que se busca extender la duración de la batería al máximo.

La sincronización de notificaciones entre el teléfono móvil y el reloj inteligente es una de las características más atractivas de estos dispositivos, porque permite estar al tanto de mensajes, correos electrónicos y otras alertas sin necesidad de revisar constantemente el teléfono.

No obstante, recibir notificaciones continuamente puede agotar la batería de forma considerable, porque cada notificación implica un uso adicional de la pantalla, el vibrador y las conexiones de datos. Para prolongar la vida útil de la batería, es recomendable revisar qué notificaciones son realmente necesarias.

Muchos relojes inteligentes permiten personalizar las alertas que se desean recibir, limitándose a aplicaciones esenciales, como mensajes o llamadas importantes. Desactivar las notificaciones de apps que no requieren atención inmediata, como redes sociales o juegos, puede marcar una gran diferencia en el consumo de energía.

Además, algunos dispositivos incluyen modos de “No molestar” o “Silencio” que, además de ahorrar batería, evitan interrupciones en momentos de concentración o descanso.

La mayoría de los relojes inteligentes incluyen un “modo ahorro de energía”, que limita el funcionamiento del dispositivo a las funciones más básicas, como la visualización de la hora, mientras desactiva otras características más demandantes de energía. Activar este modo es una solución rápida cuando se necesita extender la duración de la batería.

Este modo es especialmente útil cuando el nivel de batería es bajo y no se tiene un cargador a mano. Al activarlo, el reloj puede funcionar durante varias horas adicionales, permitiendo llegar al final del día sin problemas.

Este modo limita considerablemente la funcionalidad del reloj, así que debe ser utilizado con precaución en momentos donde no se necesiten funciones como el monitoreo de salud o las notificaciones.