Para qué sirven los nuevos anteojos que leen emociones y controlan las comidas

Ponerte un par de anteojos para ver mejor ya no será su única función, sino que ahora te ayudarán a entender mejor cómo te sientes y cómo te comportas. Esa es la promesa de los nuevos lentes Sense de Emteq Labs, un dispositivo innovador que no solo monitorea tus emociones, sino que también puede ayudarte a controlar tu alimentación. Aunque parezca sacado de una película de ciencia ficción, estos anteojos tienen el potencial de transformar la forma en que nos entendemos a nosotros mismos.

La posibilidad de que unos lentes puedan detectar cómo te sientes, registrando expresiones faciales sutiles y traduciendo esa información en datos emocionales, abre una nueva frontera en la tecnología portátil.

Además, estos lentes pueden monitorizar cuándo y cómo masticas, ayudando a gestionar hábitos alimenticios. Aunque aún no están disponibles en el mercado, el anuncio de Emteq ha generado gran expectación y plantea preguntas importantes sobre el futuro de la tecnología y la salud.

Este tipo de tecnología no solo promete ofrecer una mayor conciencia emocional y herramientas para mejorar la salud mental, sino que también introduce un enfoque novedoso para el control de la dieta. Con el lanzamiento de un kit de desarrollo previsto para diciembre, Emteq se adelanta en un campo altamente competitivo, compitiendo con gigantes tecnológicos como Meta y Apple, que también exploran las gafas inteligentes pero con objetivos diferentes.

Estos anteojos no son como cualquier otro dispositivo de realidad aumentada. Su principal característica es que “miran hacia adentro”. Equipados con múltiples sensores ópticos en el marco, estos lentes capturan los movimientos sutiles de las cejas, los ojos, las mejillas y la mandíbula del usuario. Según Emteq, esta tecnología tiene una precisión superior al 93 % cuando se combina con su software especializado, lo que permite decodificar expresiones faciales con gran detalle.

El propósito de esta innovación es permitir que las personas comprendan mejor sus patrones emocionales a lo largo del tiempo, al igual que un rastreador de actividad física hace con el ejercicio o el sueño. Los datos recogidos por los lentes podrían ser utilizados tanto por los usuarios como por profesionales de la salud, como terapeutas o nutricionistas, para ofrecer recomendaciones personalizadas basadas en las emociones y el comportamiento alimentario.

Pero la utilidad de estos lentes no se detiene en la detección de emociones. Al monitorear los movimientos de la mandíbula mientras comes, los lentes pueden identificar patrones de masticación. Incluso pueden alertarte si estás comiendo demasiado rápido, lo que, según estudios, está relacionado con problemas de sobrepeso y digestión. En combinación con una cámara que mira hacia abajo para capturar imágenes de los alimentos que consumes, estos lentes pueden ayudar a controlar las porciones y gestionar los hábitos alimenticios sin necesidad de llevar un registro manual.

El uso más evidente es en el campo de la salud mental. Detectar las emociones de una persona con precisión puede ofrecer nuevas formas de abordar trastornos como la depresión o la ansiedad. Por ejemplo, los profesionales de la salud podrían usar los datos recopilados por los lentes para monitorizar los estados emocionales de los pacientes entre sesiones de terapia, proporcionando una medición más objetiva de su bienestar mental.

Sin embargo, una de las aplicaciones más novedosas es el control de la alimentación. La capacidad de los lentes para rastrear patrones de masticación y observar el tipo de alimentos consumidos abre nuevas posibilidades en el control de la dieta y la prevención del sobrepeso. Los lentes podrían, por ejemplo, ofrecer retroalimentación en tiempo real durante las comidas, advirtiendo al usuario cuando mastica demasiado rápido o si ingiere grandes cantidades de comida en poco tiempo.

Al combinar la monitorización automática del consumo de alimentos con el análisis emocional, los lentes ofrecen una solución completa para aquellos que buscan mejorar su salud tanto física como mental.

A pesar de sus promesas, la tecnología no está exenta de desafíos, especialmente en lo que respecta a la privacidad y la ética. La capacidad de un dispositivo para rastrear emociones ha generado preocupaciones entre los expertos, quienes advierten sobre el riesgo de que estos datos sean mal utilizados, especialmente en contextos donde los gobiernos o empresas podrían acceder a información sensible.

Avijit Ghosh, investigador de políticas de inteligencia artificial en Hugging Face, ha expresado su preocupación por el potencial abuso de estas tecnologías en países con regímenes autoritarios, donde el control de las emociones podría convertirse en una herramienta de represión. La idea de que una empresa o un gobierno tenga acceso a tu estado emocional plantea serias preguntas sobre los límites de la privacidad personal en un mundo cada vez más digitalizado.

Además, Jodi Halpern, investigadora de bioética en la Universidad de California, Berkeley, advierte sobre los riesgos de confiar demasiado en la tecnología para entender nuestras emociones. Aunque reconoce el valor de dispositivos como los lentes Sense, Halpern sugiere que la conciencia emocional debe seguir siendo un proceso personal, no completamente delegado a las máquinas.

A medida que la tecnología de los lentes Sense evoluciona, las posibilidades de su uso parecen multiplicarse. Charles Nduka, cofundador y director científico de Emteq, ve en estos lentes una herramienta versátil que podría integrarse en múltiples campos, desde la rehabilitación facial hasta el monitoreo de la postura o la actividad física. De hecho, Nduka comparó el potencial de los lentes Sense con el acelerómetro, una tecnología presente en casi todos los smartphones que ha encontrado aplicaciones en muchas áreas, desde la salud hasta la infraestructura.

Con planes para desarrollar su propio algoritmo en el futuro, Emteq busca posicionar su tecnología como una plataforma para aplicaciones más allá de la salud mental y la dieta. No obstante, para que estos lentes alcancen su máximo potencial, será crucial resolver cuestiones como la privacidad de los datos y la fiabilidad de la detección emocional en distintos contextos culturales.

En definitiva, los lentes Sense representan un nuevo enfoque en la tecnología portátil de la salud, combinando la detección emocional y el control de la dieta en un solo dispositivo. A medida que se acerque su lanzamiento, será interesante ver cómo evoluciona esta tecnología y cómo responde el mercado a la posibilidad de “leer” las emociones y gestionar la salud desde un simple par de anteojos.