Por qué el uso de Instagram y Facebook puede incrementar las pesadillas

El vínculo entre el uso frecuente de redes sociales como Facebook e Instagram y la salud mental de los adolescentes ha sido motivo de investigación durante años. Así que, un estudio reciente ha ampliado este campo de análisis al centrarse en cómo estas plataformas afectan la calidad del sueño y la prevalencia de pesadillas relacionadas con la tecnología.

La investigación presentó una nueva “Escala de Pesadillas Relacionadas con los Medios Sociales”. Dicho modelo fue elaborado a partir de clasificaciones previas de pesadillas, literatura relacionada y otros estudios que exploran cómo las influencias externas afectan la calidad del sueño.

En el estudio participaron 595 individuos, quienes informaron sobre la frecuencia de su actividad en redes sociales y la frecuencia e intensidad de las pesadillas tecnológicas que experimentaban.

Entre las pesadillas más recurrentes se destacaron los conflictos con otros usuarios, noticias perturbadoras, la ansiedad de desplazamiento infinito, la imposibilidad de acceder a sus propias cuentas y sentimientos de victimización, impotencia y pérdida de control. Estas pesadillas tuvieron un impacto considerable en la salud mental de los participantes.

Según la declaración mencionada en National Geographic de Asad Khan, bioestadístico de la Facultad de Ciencias de la Salud y la Rehabilitación de la Universidad de Queensland, Australia, y autor principal de un estudio, estas pesadillas se asociaron a un aumento de la ansiedad, una menor tranquilidad, una mala calidad del sueño y angustia.

Este enfoque subraya que la manera en que las personas utilizan estas plataformas podría influir directamente en la calidad de sus sueños. La investigación indicó el sguiente resultado:

Aquellos usuarios que emplean las redes sociales principalmente para conectarse con familiares y amigos tienen menos probabilidades de experimentar sueños negativos, en comparación con aquellos que las utilizan de manera compulsiva para participar en debates acalorados o seguir cuentas que publican regularmente noticias preocupantes.

La exploración de los trastornos del sueño relacionados con el uso de tecnología se suma a un creciente volumen de investigación que destaca las repercusiones negativas de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes.

Este estudio en particular resalta un área menos conocida pero crucial: el vínculo entre el consumo de medios digitales y las alteraciones en la calidad del sueño y el incremento de pesadillas.

Con la creciente dependencia de redes sociales y otros medios digitales, resulta esencial comprender cómo estas plataformas afectan no solo la salud mental durante las horas de vigilia, sino también, cómo perturban el descanso nocturno, aumentando la prevalencia de sueños angustiantes y otras formas de insomnio.

Frente a estos hallazgos, se hace evidente la necesidad de implementar nuevas medidas para mitigar los efectos adversos de las redes sociales en la salud mental y el sueño.

Los expertos sugieren intervenciones como la educación digital responsable y la promoción de hábitos de sueño saludables desde el hogar y las aulas de clase, sin restringir del todo el acceso a nuevas tecnologías.

Para minimizar el impacto negativo de las redes sociales en la calidad del sueño, los expertos recomiendan:

• Limitar el tiempo de uso de redes sociales, especialmente antes de dormir.
• Utilizar funciones de control de tiempo en las aplicaciones.
• Evitar el consumo de contenido perturbador o estresante, especialmente en horas nocturnas.
• Fomentar la interacción en redes sociales de manera positiva y constructiva.

Con todos estos hallazgos es evidente que las redes sociales tienen un impacto profundo en diversos aspectos de la vida de los adolescentes, al igual que en otras edades, incluyendo su salud mental y la calidad de su sueño.

Comprender y abordar estas conexiones se vuelve cada vez más crucial en una era digital en constante crecimiento, y donde los dispositivos electrónicos están al alcance de las manos.