Por qué no debes guardar pasta y arroz en la nevera por más de 24 horas

Guardar sobras de comida en la nevera es una práctica común en la mayoría de los hogares del mundo. No obstante, hay ciertos alimentos que deben manejarse con cuidado, especialmente cuando se trata de su almacenamiento en la nevera o refrigerador para su uso futuro.

Entre estos, la pasta y el arroz se destacan por ser alimentos básicos que, si no se manipulan adecuadamente, pueden representar un riesgo para la salud y vida útil del electrodoméstico.

Organizaciones de salud y expertos en tecnología han destacado varios puntos sobre las razones por las cuáles no se debe almacenar alimentos como el arroz o la pasta en el refrigerador por varias horas o días, junto con recomendaciones para prevenir problemas mayores.

Al seguir estas pautas, no solo se protege el bienestar personal, sino también, se asegura de que las sobras de comida sean seguras y disfrutables para toda la familia. Es un pequeño ajuste que puede tener un gran impacto en la salud y la seguridad de la nevera en el hogar.

Almacenar alimentos incorrectamente en la nevera puede afectar su funcionamiento y eficiencia. Cuando se guarda pasta o arroz calientes directamente en la nevera, la temperatura interna del electrodoméstico puede elevarse, obligando al motor a trabajar más para mantener las condiciones de refrigeración adecuadas.

Esto no solo aumenta el consumo de energía, sino que también puede acortar la vida útil del aparato. Entre las sugerencias para mitigar el impacto está: mantener la puerta de la nevera cerrada tanto como sea posible y evitar introducir alimentos calientes, que ayuda a conservar una temperatura constante y reduce el desgaste del motor.

Además, si los alimentos no se almacenan en recipientes herméticos, pueden liberar humedad, que puede contribuir a la formación de hielo en los componentes internos de la nevera. Este exceso de humedad puede provocar una acumulación de escarcha, especialmente en las unidades de congelación, lo que puede interferir con la circulación de aire frío.

Con el tiempo, esto puede causar una reducción en la eficiencia del refrigerador, obligando al sistema a trabajar más para mantener las temperaturas adecuadas, y eventualmente podría llevar a reparaciones costosas o la necesidad de reemplazar el electrodoméstico antes de tiempo.

Uno de los principales riesgos de consumir pasta o arroz que ha estado refrigerado por más de 24 horas es la posibilidad de intoxicación alimentaria. Este riesgo proviene de la proliferación de bacterias como Bacillus cereus, un patógeno que puede sobrevivir al proceso de cocción inicial y que se encuentra comúnmente en estos alimentos.

Según la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido, Bacillus cereus produce toxinas que pueden causar vómitos, diarrea y otros síntomas gastrointestinales que aparecen poco después de consumir alimentos contaminados .

Lo preocupante de esta bacteria es su capacidad para multiplicarse a temperaturas ambiente, y aunque refrigerar la comida retrasa este proceso, no lo detiene por completo. Una vez cocidos, la estructura del arroz y la pasta se convierte en un medio favorable para la proliferación bacteriana, especialmente si se almacenan por períodos prolongados.

Los carbohidratos presentes en la pasta y el arroz son particularmente susceptibles a la contaminación. Esto se debe a que cuando estos alimentos se cocinan, sus moléculas de almidón se gelatinizan, lo que facilita la digestión y, desafortunadamente, también proporciona un entorno adecuado para las bacterias.

Se recomienda enfriar estos alimentos lo más rápido posible después de cocinarlos si no se van a consumir inmediatamente. La mejor práctica es repartir las sobras en recipientes pequeños y guardarlas en la nevera dentro de las dos horas posteriores a la cocción .

Otro aspecto crucial es cómo se recalienta la pasta y el arroz. Aunque el almacenamiento adecuado en la nevera es importante, recalentar estos alimentos correctamente es igualmente vital. El arroz y la pasta deben recalentarse a una temperatura interna de al menos 74°C para asegurar que cualquier bacteria o toxina presente sea destruida.

Asimismo, dado que guardar arroz y pasta en la nevera por más de un día puede ser riesgoso, una alternativa segura es congelar las porciones que no se planean consumir de inmediato.

La congelación detiene el crecimiento bacteriano, manteniendo la comida segura por más tiempo. Los alimentos congelados pueden almacenarse indefinidamente, aunque su calidad es mejor si se consumen dentro de los 2-3 meses .

Sin embargo, es importante recordar que la descongelación también debe hacerse de manera segura. Se sugiere descongelar los alimentos, en agua fría o en el microondas, pero nunca a temperatura ambiente, esto podría permitir la proliferación bacteriana .