Varias organizaciones como la Sociedad Española del Sueño han emitido varias advertencias sobre los efectos de las redes sociales en el descanso de los adolescentes, destacando la influencia negativa que estas plataformas tienen en la calidad del sueño y su papel como “elemento cronodisruptor”.
Esta preocupación se fundamenta en diversos estudios que indican un vínculo estrecho entre: el uso de dispositivos móviles y la alteración de los patrones de sueño en los jóvenes.
Cuál es el riesgo de las redes sociales en el horario del sueño
Un porcentaje alarmante de adolescentes, alrededor del 36%, se despierta al menos una vez durante la noche para revisar su móvil, mientras que el 40% utiliza un dispositivo móvil en los cinco minutos previos a acostarse.
Estos hábitos no solo disminuyen la duración del sueño, sino que también afectan profundamente su calidad. Las pantallas digitales emiten luz azul, un tipo de luz que tiene un efecto directo sobre el sistema circadiano humano.
El sistema circadiano es el reloj interno del cuerpo, que regula los ciclos de sueño y vigilia. La luz azul de los dispositivos electrónicos envía señales a este sistema, induciendo un estado de alerta y activación que puede dificultar la conciliación del sueño.
Expertos han subrayado que esta luz inhibe la producción de melatonina, una hormona clave para alcanzar un sueño profundo y reparador. La disminución de melatonina no solo complica quedarse dormido, sino que también hace que el sueño sea más superficial y esté marcado por frecuentes despertares.
Por qué hay que cuidar el uso de redes sociales en adolescentes
La adolescencia, además, es una etapa especialmente vulnerable a estas alteraciones. Los adolescentes experimentan un fenómeno conocido como retraso de fase, un trastorno del sueño que les lleva a acostarse más tarde de lo habitual.
Esto no solo recorta las horas de sueño cuando deben levantarse temprano, sino que también contribuye a un déficit de sueño acumulativo, con implicaciones serias para su bienestar físico y mental.
Las consecuencias de una noche de sueño insuficiente se manifiestan rápidamente: cambios en el estado de ánimo, disminución de la concentración y tiempos de reacción más lentos. Sin embargo, cuando esta situación se prolonga, los efectos pueden ser aún más graves.
Qué repercusiones tiene los problemas de sueño en el futuro
El déficit de sueño prolongado se asocia a una amplia gama de problemas, desde la reducción de la capacidad cognitiva y el rendimiento académico hasta el desarrollo de trastornos como el estrés, la ansiedad y la depresión.
También, se ha vinculado con problemas metabólicos, diabetes, hipertensión y un aumento del absentismo escolar y laboral. Autoridades de salud hacen un llamado a padres, educadores y adolescentes para tomar conciencia de estos riesgos y adoptar medidas proactivas que contribuyan a mejorar la higiene del sueño.
Cómo reducir el impacto de la tecnología en el sueño
Para abordar estos problemas, se recomienda implementar varias estrategias. Primeramente, es aconsejable evitar el uso de dispositivos electrónicos al menos dos horas antes de dormir.
Esta medida ayuda a reducir la exposición a la luz azul en un momento crítico para el inicio del sueño. Si esto no es posible, utilizar filtros de luz azul que disminuyan la intensidad de la luz y cambien el color de la pantalla a tonos más cálidos, como el naranja o el amarillo, puede ser una alternativa.
Otra recomendación práctica es desactivar las notificaciones de los dispositivos, especialmente durante la noche, para evitar interrupciones innecesarias.
Establecer límites de tiempo dedicados a las actividades relacionadas con los dispositivos electrónicos y promover rutinas que incluyan ejercicio al aire libre y la socialización en persona, también son pasos importantes. Estas actividades fomentan hábitos de sueño más saludables.