La adicción al celular se ha convertido en una problemática emergente en el ámbito de la salud mental. Un ejemplo de ello es la nomofobia, un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un miedo irracional a estar sin un teléfono móvil o sin conexión a internet.
De acuerdo con el Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad, la nomofobia afecta al 60% de la población mundial.
Este fenómeno está íntimamente ligado al aumento en el uso de tecnologías móviles, y representa una de las principales preocupaciones de salud mental en la era moderna. Te explicamos todo lo que debes saber sobre esta problemática y cómo prevenirla.
La adicción al celular está en aumento
El rápido avance y la proliferación de la tecnología móvil han cambiado drásticamente la forma de comunicación. Actualmente, el 78% de la población mundial utiliza teléfonos inteligentes y el 67% tiene acceso a internet, según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Sin embargo, esta conectividad constante también ha traído consigo efectos negativos, entre los cuales destaca la nomofobia y sus riesgos.
A diferencia de la adicción común al móvil, la nomofobia se caracteriza por una serie de síntomas como ansiedad intensa, depresión, aislamiento, dolores de cabeza y malestar emocional, los cuales se disparan ante la simple posibilidad de una desconexión inoportuna.
Asimismo, la fatiga ocular y los problemas de sueño son algunas de las manifestaciones físicas asociadas a esta adicción a la tecnología.
Los adolescentes: los más afectados
Esta vulnerabilidad se debe principalmente a su necesidad de aceptación social y a su alta familiaridad con las nuevas tecnologías. El impacto de la nomofobia en esta población se manifiesta en diversas áreas de la vida diaria.
La alteración de los ritmos biológicos, la perturbación en las rutinas diarias y la reducción del rendimiento académico y laboral son algunas de las consecuencias directas. La dependencia del teléfono móvil también limita las interacciones sociales cara a cara, derivando en un mayor aislamiento social.
Claves para reducir el uso del celular
El manejo y la reducción del riesgo de problemas relacionados con el uso excesivo del móvil requieren de un enfoque proactivo y consciente. Se recomiendan una serie de medidas diarias para mitigar los efectos de este trastorno.
- Establecer horarios específicos para el uso del teléfono móvil.
- Silenciar las notificaciones.
- Desinstalar aplicaciones no esenciales.
- Evitar el uso del celular como despertador.
- Realizar actividades sin el móvil.
- No revisar tanto el móvil en momentos con poca luz.
- En caso de dolor de cabeza dejar de ver la pantalla.
Estas prácticas pueden fomentar un uso más consciente y responsable de la tecnología, y prevenir riesgos asociados que se prolonguen en el tiempo.
Cuál debe ser el papel de los responsables legales
Promover un uso equilibrado y consciente de la tecnología es esencial para contrarrestar la nomofobia como otras afecciones graves.
La educación digital, tanto en el hogar como en las escuelas, puede desempeñar un papel crucial en la sensibilización sobre los riesgos asociados a la dependencia del móvil y en la promoción de hábitos más saludables.
Los padres y educadores tienen la responsabilidad de inculcar en los jóvenes una relación saludable con la tecnología, enseñándoles a utilizarla como una herramienta útil, pero sin convertirla en una necesidad omnipresente.
Por qué se produce una adicción al celular
Las causas están profundamente arraigadas en factores psicológicos. La baja autoestima, la falta de autoconfianza y una intensa necesidad de perfección son algunos de los elementos que contribuyen a la aparición de este trastorno.
Si se presenta nomofobia, su tratamiento incluye principalmente la psicoterapia, la cual se enfoca en reducir la ansiedad, aumentar el autocontrol y mejorar la tolerancia a la frustración.
Además, adoptar hábitos saludables y disminuir la dependencia del móvil puede tener un impacto positivo en las relaciones personales y en el rendimiento académico y profesional.