El horno microondas es una herramienta común en las cocinas modernas, valorada por su rapidez y conveniencia. Pero su método de cocción mediante ondas electromagnéticas que provocan que las moléculas de agua en los alimentos vibren, generando calor, plantea interrogantes sobre su impacto en la calidad nutricional de los alimentos y la seguridad en su uso.
En opinión de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), usar este electrodoméstico para calentar alimentos no representa ningún riesgo para la salud, siempre que se sigan las instrucciones de uso del fabricante y se utilicen utensilios adecuados para el mismo.
El organismo enfatiza la importancia de utilizar recipientes seguros y evitar el calentamiento en envases de plástico no aptos, que pueden liberar sustancias químicas nocivas cuando se calientan.
Asimismo, se debe asegurar una cocción uniforme para evitar el desarrollo de “puntos fríos” donde podrían sobrevivir bacterias dañinas. Para evitarlo se recomienda agitar o mezclar los alimentos durante la cocción.
Qué pasa con los nutrientes de los alimentos
Con respecto a los nutrientes, algunos estudios sugieren que cocinar en microondas puede preservar los nutrientes de manera más efectiva que otros métodos, debido al menor tiempo de cocción y la menor cantidad de líquido necesario.
Aunque esto también depende en gran medida del tipo de alimento, su composición y el recipiente utilizado. Por ejemplo, al vaporizar verduras en el microondas en lugar de hervirlas, se puede reducir la pérdida de nutrientes solubles en agua.
La percepción de que cocinar en el microondas puede hacer que los alimentos sean menos saludables es un tema de debate. La clave está en la elección de los mismos y en cómo se preparan.
Qué alimentos se recomienda utilizar
En cuanto a los alimentos recomendados para cocinar en el microondas, aquí hay un listado que puede servir de guía:
- Verduras al vapor: Las verduras como brócoli, espinacas y zanahorias se cocinan de manera eficiente, conservando sus nutrientes y color.
- Papas: Pueden cocinarse enteras para preparaciones rápidas. Es importante pincharlas previamente para evitar que exploten.
- Pescados y mariscos: Son adecuados por su corto tiempo de cocción, lo que minimiza la pérdida de textura y sabor.
- Cereales y granos: Artículos como el arroz o la quinoa pueden cocinarse de manera efectiva, siguiendo las proporciones adecuadas de agua y tiempo de cocción.
Sin embargo, también es importante mencionar aquellos alimentos que no se recomiendan para cocinar en microondas, por razones de seguridad o calidad:
- Carnes rojas: La cocción no es uniforme, lo que puede resultar en áreas sobrecocidas y otras crudas.
- Alimentos con cáscara: Como los huevos o las papas enteras sin perforar, debido al riesgo de explosión.
- Productos lácteos enteros: Los microondas pueden calentar la leche de manera desigual, creando “puntos calientes” que no solo pueden ser peligrosos al consumir, sino que también afectan la calidad del producto, como la desnaturalización de las proteínas presentes en la leche. Esto puede resultar en alteraciones en la textura y el sabor.
Qué pasa al calentar agua en el microondas
Calentar de agua en el horno microondas puede presentar riesgos debido a un fenómeno conocido como “sobrecalentamiento”, el cual ocurre cuando este elemento llega más allá del punto de ebullición sin hervir.
Este fenómeno es más probable en condiciones muy específicas, como cuando el agua se lleva a altas temperaturas en un recipiente extremadamente liso y sin imperfecciones, lo que puede prevenir la formación de burbujas, un proceso necesario para el inicio de la ebullición.
Cuando el agua sobrecalentada es perturbada, por ejemplo, al introducir un objeto como una cuchara o al mover bruscamente el recipiente, puede provocar que el agua “erupcione” repentinamente, generando una explosión de agua hirviendo que puede causar graves quemaduras.