Las freidoras de aire, conocidas como Airfryers, han ganado popularidad en los últimos años, prometiendo cocinar alimentos con menos aceite y por ende, de manera más saludable. Sin embargo, muchas personas aún se preguntan si este electrodoméstico es tan buena inversión como parece o simplemente es una moda pasajera.
Para responder a este dilema es importante destacar que estos dispositivos funcionan mediante una tecnología de convección, circulando aire caliente alrededor de los alimentos, lo que permite obtener un resultado similar al de la fritura tradicional pero con una reducción significativa en el uso de aceite.
Según expertos en cocina y diversos usuarios, esta es una herramienta ideal para quienes buscan reducir el consumo de calorías sin sacrificar el sabor de sus comidas.
Cuáles son las ventajas de tener una freidora de aire
Entre las ventajas destacadas de las freidoras de aire se encuentra su eficiencia en tiempo, debido a que su fase de precalentamiento es notablemente menor en comparación con un horno convencional. Esto se traduce en platos preparados de manera más rápida.
Además, su diseño compacto y el beneficio económico también son puntos a favor, especialmente para cocinas con espacio limitado.
Otro gran beneficio es que a diferencia de cocinar con aceite que usualmente desprende olores que pueden afectar a la cocina y al resto de la casa, la freidora de aire no deja rastro. Mientras que un gran motivo por el que mucha gente se decide por una freidora de aire, es por su facilidad de uso.
En cuanto al consumo energético, estos aparatos suelen ser más eficientes que las vitrocerámicas, alcanzando una potencia de hasta 1.500 W/h, a diferencia de las primeras que varían entre los 1.000 y 2.500 W/h.
Qué contras tiene la Airfryer
La eficacia de las Airfryers ha sido respaldada por diversas investigaciones, que destacan su capacidad para reducir el contenido calórico de los alimentos. Sin embargo, es importante considerar algunas desventajas.
La primera es que la experiencia de sabor y textura puede diferir ligeramente. Aunque los alimentos cocidos en estas freidoras mantengan un sabor y textura similares a los cocinados con aceite, el resultado final no es idéntico. Asimismo, ciertos platillos, particularmente aquellos que contienen carne, pueden requerir de tiempos de cocción prolongados.
Además, la eficiencia de estos dispositivos varía según el modelo y la marca, siendo fundamental investigar y seleccionar uno que se ajuste a las necesidades y preferencias del usuario.
Un aspecto a considerar es el tamaño y capacidad de la Airfryer, especialmente para familias numerosas o para aquellos que suelen cocinar grandes cantidades de alimentos. También, su facilidad de uso y limpieza son factores relevantes al momento de decidir la compra.
Airfryer, una buena opción
En conclusión, las freidoras de aire se presentan como una alternativa más saludable y eficiente para la preparación de diversos platillos. A pesar de algunos desafíos, como el tamaño de las cestas o el tiempo de cocción para ciertos alimentos, los beneficios en términos de reducción de calorías y conveniencia son considerables.
De hecho, pueden ser una buena compra para quienes busquen reducir el consumo de aceite en su dieta. No obstante, como con cualquier electrodoméstico, su valor dependerá del uso que se le dé y de las expectativas individuales que se tengan hacia el producto.
Cómo limpiar una freidora de aire
Para limpiar una Airfryer, se recomienda:
- Desconectar la freidora y asegurarse de que esté completamente fría antes de empezar a limpiarla.
- Extraer la cesta y el recipiente de la freidora.
- Lavar la cesta, el recipiente y cualquier otra pieza removible con agua caliente y jabón para platos. Utilizar una esponja o un cepillo suave para remover los restos de comida. Enjuagar bien.
- Para limpiar el interior de la freidora, usar un paño suave o una esponja humedecida en agua caliente con un poco de jabón para platos. Limpiar las paredes interiores y el elemento calefactor con cuidado. Evitar el uso de esponjas metálicas o utensilios que puedan dañar la superficie.
- Si se encuentran restos difíciles de remover, preparar una mezcla de agua caliente y bicarbonato de sodio para formar una pasta. Aplicar esta pasta sobre las áreas afectadas, dejar actuar por unos minutos y luego limpiar con un paño suave.
- Limpiar el exterior de la freidora con un paño húmedo. Si el exterior es de acero inoxidable, se puede utilizar un limpiador específico para este material y así evitar marcas.
- Asegurarse que todas las piezas estén completamente secas antes de volver a ensamblar la freidora. Una vez que esto ocurra, unirlas y volver a conectar la freidora a la corriente.