Bill Gates predice una “ola masiva de innovación de IA” a partir de 2024

En su tradicional carta anual de fin de año, el cofundador de Microsoft y filántropo Bill Gates compartió optimistas pronósticos sobre la inteligencia artificial, pero también reflexiones más introspectivas sobre su vida personal y su legado.

El empresario vaticina que a partir de 2024 comenzará “una ola masiva de innovación de inteligencia artificial (IA)”, impulsada por los cimientos que se establecerán en investigación e inversión durante 2023. Explicó que dicho año significó un punto de inflexión para él en cuanto a la adopción personal de herramientas de IA. Y en ese contexto, hizo un llamado a aprovechar el potencial de estas tecnologías para crear un mundo más equitativo.

Gran parte del optimismo del pionero del software se deriva del trabajo que está realizando su fundación, que fundó junto a su exesposa Melinda hace más de dos décadas. La organización se enfoca fuertemente en impulsar la innovación para mejorar la salud global, la educación, la igualdad de género y la adaptación al cambio climático en países de ingresos bajos y medios.

Gates estima que la inteligencia artificial puede jugar un papel decisivo para acelerar el progreso en esas áreas. De ahí el entusiasmo de que su adopción masiva podría comenzar tanto en países desarrollados como en África antes de 2025.

Bill Gates también compartió una reflexión personal interesante sobre su propio cambio de actitud con respecto a la IA durante el último año. Explicó que 2023 fue el año en que por primera vez comenzó a utilizar activamente herramientas de inteligencia artificial tanto para fines laborales en la Fundación Gates, como para otros propósitos más creativos en su vida personal.

Por ejemplo, había considerado inicialmente usar IA para las revisiones estratégicas en la fundación, donde normalmente debe leer cientos de páginas de informes que podrían ser resumidos de forma automatizada. Sin embargo, al final confesó que a pesar del potencial de la IA, terminó preparándose para dichas revisiones de la manera tradicional a la que estaba acostumbrado, quedando en evidencia lo difícil que puede resultar modificar viejos hábitos de trabajo.

También comentó en tono humorístico cómo en 2023 comenzó a experimentar por primera vez con IA para divertirse generando letras de canciones parodia para sus amigos. Esta pequeña confesión resulta llamativa viniendo de una de las personas más influyentes del mundo en materia tecnológica e invita a reflexionar sobre cómo la IA está efectivamente entrando cada vez más en nuestras vidas cotidianas.

Uno de los proyectos destacados que está apoyando la Fundación Gates apunta al desarrollo de IA para hacer frente al alarmante problema global de resistencia a los antibióticos y a los antimicrobianos en general.

Según explica, los investigadores esperan crear una herramienta alimentada por inteligencia artificial que ayude a los trabajadores de la salud a recetar antibióticos sin empeorar el desarrollo de más cepas resistentes en los patógenos. El sistema consideraría factores como las guías clínicas locales y datos de vigilancia en tiempo real para identificar los medicamentos, las dosis y la duración de los tratamientos antibióticos más adecuados en cada situación específica.

La resistencia antimicrobiana ya es responsable de elevadas tasas de mortalidad en África. Por lo tanto, poder aprovechar el poder de procesamiento de la IA para optimizar el uso de antibióticos y prevenir una mayor propagación de la resistencia podría salvar un número significativo de vidas en los próximos años.

Más allá de los avances en IA, el filántropo también se mostró entusiasmado por varias innovaciones en el área de energía limpia que pudo ver en la reciente conferencia sobre cambio climático COP28 realizada en Dubái.

Allí pudo observar de primera mano los últimos desarrollos de docenas de startups enfocadas en crear nuevas tecnologías para la descarbonización en áreas como la agricultura, la manufactura y por supuesto, la generación de energía.

En particular, destacó lo que considera un cambio positivo en la aceptación de la energía nuclear como parte necesaria de la transición energética, en contraste con anteriores instancias donde debía enfrentar más escepticismo sobre esta tecnología. Incluso 22 países se comprometieron en la COP28 a triplicar su capacidad nuclear para 2050, reconociendo sus ventajas únicas como fuente libre de emisiones confiable.

El empresario se mostró especialmente optimista frente a los avances logrados por su propia compañía TerraPower, que trabaja en reactores nucleares innovadores teóricamente más seguros, eficientes y con menor generación de desechos tóxicos. Una planta pionera comenzaría a construirse en el estado de Wyoming en 2024.

Otro aspecto que el cofundador de Microsoft destacó de la coyuntura hacia 2024 es la coincidencia ese año de elecciones generales en unas 60 naciones, abarcando más del 50% de la población mundial. Se trata potencialmente de los comicios con mayor convocatoria electoral de la historia.

En ese contexto, hizo votos para que la ciudadanía pueda elegir líderes que comprendan la importancia de las políticas públicas que beneficien la salud global y la mitigación del cambio climático. Resaltó como ejemplo los formidables logros del plan PEPFAR (El Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA) impulsado hace dos décadas por el gobierno de Estados Unidos para combatir al VIH/SIDA, que permitió salvar 25 millones de vidas.

De cara al futuro, espera que los países puedan tomar decisiones electorales que prioricen no solo las necesidades internas, sino también la cooperación global en desafíos compartidos que requieren solidaridad y coordinación internacional para garantizar el bienestar de las próximas generaciones.

Ya sobre el cierre de su carta anual, el emprendedor tecnológico compartió algunas reflexiones más personales que muestran facetas menos conocidas suyas. Por ejemplo, contó lo feliz que lo hace haberse convertido recientemente en abuelo.

También reveló que consultar a su familia, especialmente sus hijos, así como a sus colegas y amigos cercanos, resulta invaluable para tomar decisiones complejas sobre cómo maximizar el impacto positivo de su trabajo filantrópico y sus inversiones. Siempre busca incorporar nuevas perspectivas para tener la claridad moral para hacer lo correcto.

Finalmente, citando un concepto de su difunto amigo Chuck Feeney sobre la importancia de “dar mientras se vive”, Gates reflexionó sobre su propio legado y cómo se asegura de que su riqueza personal pueda bendecir al máximo número posible de vidas, tanto ahora como en el futuro a través de la fundación que lleva su nombre y trascenderá su existencia física.