La inteligencia artificial ha surgido como una solución para combatir la epidemia de opioides, que son drogas para reducir el dolor, pero que ha perjudicado a Estados Unidos durante décadas, cobrando la vida de más de un millón de personas desde 1999, al generar una alta adicción y casos de sobredosis.
Con la ayuda de la IA, los investigadores de salud pública y los ingenieros biomédicos han estado explorando métodos para atacar dos problemas en concreto: la prevención y el tratamiento de las adicciones a estos fármacos, que se han generado una crisis social al venderse como drogas reguladas y formuladas.
La prescripción excesiva de analgésicos opioides, como el Vicodin y el Percocet, ha sido uno de los principales desencadenantes de esta crisis. A esto se suma la creciente amenaza de opioides sintéticos, como el fentanilo, que ha contribuido significativamente a las alarmantes tasas de sobredosis, que generaron cerca del 75% de las muertes por sobredosis en Estados Unidos durante 2021.
La IA como una solución en problema de salud pública
Al no encontrar una solución radical, los investigadores están utilizando técnicas de aprendizaje automático para identificar a las personas en riesgo de desarrollar trastorno por uso de opioides.
Un ejemplo destacado es lo que están haciendo en el Instituto de Tecnología de Georgia, donde han desarrollado algoritmos para identificar a individuos en riesgo de abuso de fentanilo en la plataforma Reddit. Estos sistemas pueden analizar patrones de comportamiento y lenguaje en línea para detectar señales de advertencia tempranas.
Además, la inteligencia artificial se está utilizando para rastrear y combatir la desvinculación del tratamiento y las recaídas. Para eso, se han creado programas como Sobergrid, que pueden detectar cuándo una persona está en riesgo de recaer, como, por ejemplo, cuando se encuentra cerca de bares o lugares que pueden desencadenar una consumo de estas drogas en medio de un proceso de terapia.
Después de detectar el potencial problema, el software los conecta con consejeros de recuperación para reducir el riesgo de consumo.
Sobredosis, uno de los focos de la inteligencia artificial
Uno de los aspectos más impactantes del uso de la IA en la lucha contra la epidemia de opioides es la reducción de las sobredosis. En la Universidad de Purdue, en Estados Unidos, los investigadores han desarrollado un dispositivo portátil capaz de detectar signos de sobredosis y administrar automáticamente naloxona, un agente que revierte los efectos de la sobredosis.
Otra amenaza letal en esta epidemia es la contaminación de las drogas con opioides sintéticos como el fentanilo. La inteligencia artificial se está utilizando para desarrollar herramientas que puedan detectar de manera eficiente estos contaminantes peligrosos en las fuentes de suministro de drogas y de esta manera frenar su acceso y consumo.
Desafíos éticos
Aunque estas soluciones plantee un panorama positivo, en el camino hay varios riesgos y planteamientos sobre la implementación de la IA. Por ejemplo, la tecnología de reconocimiento facial podría utilizarse para identificar a personas que parecen estar bajo la influencia de drogas, pero esto podría generar situaciones de discriminación o abuso.
También hay peligros como la inclusión de información maliciosa o falsa en los chatbots, engañando a las personas que buscan información sobre el uso de drogas y sus riesgos. Por lo que es fundamental que se establezcan regulaciones adecuadas para garantizar un uso ético y responsable de la IA en este contexto.
Al mismo tiempo, es clave que las autoridades tengan una participación activa en la implementación de estas ideas y proyectos, para establecer los límites y garantizar la efectividad, así como de los pacientes y médicos al ser honestos en los datos que comparten.