Jorge Benegas y Francisco Rodríguez Villarreal fueron detenidos en las últimas horas en Rosario por agentes de la Policía Federal, acusados de integrar una narco que operaba en el territorio. Se trata de un importante golpe a uno de los eslabones de la distribución de cocaína para venta al menudeo en la zona: el lavado de dinero.
Sucede que el primero de los nombrados fue señalado como testaferro de Esteban Alvarado, el poderoso capo que rivaliza con Ariel “Guille” Cantero de Los Monos. Ahora cumpliría el mismo rol para el piloto Julio Andrés Granthon, el jefe narco conocido como “El Peruano”, que permanece encerrado en el penal de Marcos Paz y cuenta con el título de ser uno de los mayores proveedor de droga del microtráfico.
Benegas tuvo, además, varias menciones en las noticias tras el homicidio de su esposa Valeria Cecilia Nasca, una empresaria acribillada por sicarios en mayo de 2023. La mujer había sido condenada a tres años de cárcel en 2021 por lavado de dinero de Alvarado. Fue asesinada en un galpón usado por Logística Santino, la sociedad de transporte de carga investigada por los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra.
Creen que el ahora arrestado “importó” el know how a la estructura liderada por “El Peruano”. Incluso, sospechan que en esta maniobra podría estar el móvil del crimen de Nasca.
Francisco Rodríguez Villarreal, por su parte, es el padre de Granthon. También fue detenido durante este procedimiento por la PFA, en el que intervino la Procunar.
Rodríguez Villarreal fue detenido en 2022 por balaceras, extorsiones, asociaciones ilícitas y lavado de dinero. Ese mismo año pidieron su elevación a juicio como partícipe necesario de comercio de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas organizadas para su comisión. La pena fue baja y quedó en libertad.
Fuentes del caso revelaron que, además, se detuvo a otras cuatro personas que conformarían el grupo de testaferros coordinados por Benegas y Villarreal. Se trata de L.B., G.C.A., Y.M. y P.R. Al mismo tiempo, el último involucrado apresado, M.J.D.M., aparece como socio de Nasca en una firma de transporte de carga.
De acuerdo a la investigación, la ex mano derecha de Alvarado registraba a nombre de estas personas la tenencia de una importante flota de camiones y utilizando como pantalla para el lavado de activos una empresa de transporte.
En el procedimiento de la Superintendencia de Investigaciones Especiales de la PFA, ordenado por el juez Carlos Vera Barros, se realizaron 12 allanamientos en los que, además, se secuestraron más de $2.500.000, vehículos de alta gama, camiones, semirremolques, semi acoplados, motos, cuatriciclos y dispositivos electrónicos como celulares y notebooks.
Asimismo, los detectives hallaron un frasco de ketamina, un fármaco utilizado para tranquilizar caballos, animales predilectos de Alvarado.
Cocaína con el logo del delfín y cinta de embalar amarilla
Al mismo tiempo, los agentes secuestraron 6 kilos de cocaína que llevarían el sello de un delfín en bajorrelieve y estaban embalados con cinta amarilla.
Los ladrillos podrían formar parte de un lote que circula en la zona norte de la ciudad y podrían tener relación al paquete que fue incautado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) a dos mujeres que circulaban en moto en Villa Banana, barrio de influencia de “El Peruano”.
Aunque el Ministerio de Seguridad de la Nación, bajo el mando de Patricia Bullrich, lo ligó al capo salteño Delfín Reinaldo Castedo, más conocido como, el “Patrón del Norte”, se trata de un logo utilizado por varias organizaciones para marcar la presunta alta calidad de la droga.
A la vez, estos ladrillos podrían tener vinculación con los amarillos hallados en diferentes puntos del país y en diversos operativos.
De acuerdo a los investigadores, la estructura que dirige Granthon desde prisión cuenta con una ganancia de entre 200 y 300 mil dólares mensuales.
En el esquema de “El Peruano”, “todo está tercerizado”, señalaron las fuentes. “Hacen traer entre 200 y 300 kilos de cocaína y la distribuyen en un solo día en puntos de droga.
De acuerdo a los investigadores, tanto “El Peruano” adquiere el kilo “ori” (original, que tiene cuña) entre 4000 y 4500 dólares. Esa cocaína -que proviene de Perú o Bolivia-, a su vez, la venden a sus distribuidores.
En el caso de “El Peruano”, tiene un costo de entre 4900 y 5300 dólares. La variante en el costo está vinculada a la cercanía del comprador con el capo, lo que vulgarmente se denomina “precio amigo”.