Jorge Daniel Blanco (32) se encontraba ayer por la tarde trabajando en un gimnasio de la localidad bonaerense de Rafael Castillo, partido de La Matanza, ubicado a metros de la esquina de Granville y Cordero. Allí da clases de actividad física. Para él, era un día como cualquier otro y nada hacía sospechar el episodio de locura que ocurrió minutos después de las 19, cuando una mujer irrumpió en el local con un arma y abrió fuego contra el hombre: le disparó once veces y lo dejó herido.
A pesar de ser atacado a quemarropa, afortunadamente Blanco solo fue impactado por dos tiros en su brazo izquierdo. Además, otros dos balazos rozaron sus piernas. Tras el pánico inicial en el lugar, se supo que la agresora es una conocida de la víctima: se trata de su exsuegra, llamada Sara Beatriz Garay (65).
¿Cuál sería el trasfondo del ataque? Según señalaron desde el entorno del entrenador, ella culpa a Blanco por la muerte de uno de sus hijos, quien murió de un ataque cardíaco presuntamente por la ingesta de anabólicos. Lo concreto es que, tras la balacera, Garay escapó. Este viernes la detuvieron.
El hecho quedó registrado por una cámara de seguridad del gimnasio. De acuerdo a las imágenes. Garay, que llevaba puesta una gorra y un barbijo, se acercó caminando a Blanco, sacó el arma del bolsillo derecho de su campera blanca y disparó sin mediar palabras. La víctima atinó rápidamente a correr y a esconderse detrás de las máquinas, donde impactaron la mayoría de los proyectiles.
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En el video se observa que en el local de entrenamiento habían al menos seis personas más en ese momento haciendo actividades físicas. La situación no finalizó de manera fatal prácticamente de milagro. De hecho, una mujer que estaba junto al entrenador quedó en medio de la línea de fuego y resultó ilesa. “De pedo no le pega a la chica”, se lo escucha a decir sorprendido a un hombre mientras mira la filmación.
Blanco fue trasladado al hospital Favaloro, de Rafael Castillo, donde se hicieron las curaciones en la sala de guardia. “Él está bien. Muy asustado todavía”, contó hoy Valeria, hermana de Blanco.
Por el hecho se inició una causa por lesiones y abuso de arma. La investigación está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 9 del Departamento Judicial de La Matanza, que dispuso diversas diligencias para dar con la atacante. El auto en el que se movilizaba Garay fue encontrado en Morón.
Valeria sostuvo que la agresora “está obsesionada” con su hermano debido a la muerte de su hijo, quien había establecido una amistad con Daniel y entrenaban juntos. “La mujer culpa a mi hermano y lo acusa de suministrarle anabólicos a su hijo”, dijo, a la vez que descartó que el fallecimiento del muchacho haya sido por ese motivo.
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El hijo de Garay murió el año pasado. Después de ello, según el relato de Valeria, Blanco continuó la relación con la hija de la mujer prófuga y al tiempo se separó, en buenos términos. “Mi hermano incluso entraba a la casa de la hija, pero con la exsuegra no se hablaron más”, agregó la familiar de la víctima, y también señaló que su hermano no había recibido amenazas previas al ataque.
En las próximas horas, Garay será indagada.
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