Viajar en auto por Argentina es una de las mejores formas de descubrir su vasta diversidad paisajística. Desde montañas y lagos hasta desiertos y playas, el país ofrece pintorescas rutas que atraviesan regiones llenas de historia y naturaleza. Es por eso que estas cinco rutas son las más imperdibles de Argentina, con detalles sobre los tiempos ideales para disfrutar de cada trayecto.
1. Norte Argentino: Tucumán, Salta y Jujuy
El Noroeste Argentino ofrece un viaje de contrastes y tradiciones, donde la Ruta Nacional 40 y la Ruta 9 conectan algunos de los paisajes más deslumbrantes y coloridos del país. Este recorrido empieza en San Miguel de Tucumán y sube hacia el norte atravesando Salta y Jujuy, con sus valles, quebradas y salinas.
Uno de los puntos fuertes del viaje es la visita a Purmamarca, un sitio reconocido mundialmente por el Cerro de los Siete Colores, una formación montañosa que presenta capas multicolores y es uno de los paisajes más icónicos de la región. A pocos kilómetros de allí, las Salinas Grandes ofrecen un espectáculo visual impresionante, donde las vastas planicies de sal contrastan con el cielo despejado y las montañas circundantes. Continuando por la Quebrada de Humahuaca, el viajero puede descubrir pueblos como Tilcara, donde se encuentran las ruinas precolombinas del Pucará, y Humahuaca, sede de un famoso carnaval que celebra las raíces andinas de la región.
Además de la belleza natural, el norte argentino es famoso por su cultura y gastronomía. En Salta, es imprescindible probar las empanadas salteñas y explorar los viñedos de Cafayate, que producen el Torrontés, una uva emblemática de la región. Este recorrido se disfruta mejor en otoño o primavera, cuando las temperaturas son más templadas y las lluvias escasean. Se recomienda dedicar al menos 10 días para poder explorar bien las tres provincias y disfrutar tanto de la ruta del vino como de los paisajes.
2. Parque Nacional Los Glaciares: El Chaltén y El Calafate
Para los amantes de la aventura y la naturaleza, el Parque Nacional Los Glaciares en Santa Cruz es un destino inigualable. El Chaltén, conocido como la capital nacional del trekking, es el punto de partida perfecto para realizar senderos que llevan a lagunas de aguas cristalinas, cascadas y las bases de los picos andinos como el famoso Cerro Fitz Roy. Caminatas como la que lleva a la Laguna de los Tres o a la Laguna Torre son indispensables para quienes disfrutan del montañismo y desean tomar algunas de las postales más icónicas de la Patagonia.
A solo tres horas y media de El Chaltén, siguiendo la Ruta 40 y bordeando los lagos Viedma y Argentino, se llega a El Calafate, otro de los destinos estrella de la región. Aquí, el majestuoso Glaciar Perito Moreno es el principal atractivo, y puede ser visitado tanto desde tierra, a través de las famosas pasarelas, como por agua, en excursiones que permiten acercarse a los bloques de hielo flotantes. El trayecto desde el centro de El Calafate hasta el glaciar es de aproximadamente 80 kilómetros, y el camino ofrece espectaculares vistas de la estepa patagónica y los bosques locales.
Este recorrido se puede hacer entre septiembre y marzo, y se recomienda un mínimo de 7 días para explorar ambas localidades y disfrutar plenamente de la experiencia.
3. Ruta de los Siete Lagos, Neuquén
El recorrido por la Ruta de los Siete Lagos es uno de los trayectos más espectaculares y populares de la Patagonia Argentina. Este trayecto de 110 kilómetros conecta las localidades de San Martín de los Andes y Villa La Angostura, serpenteando entre frondosos bosques de lengas, cipreses y coihues, así como los lagos patagónicos que le dan nombre. La ruta, que forma parte de la emblemática Ruta Nacional 40, también atraviesa dos parques nacionales: el Nahuel Huapi y el Lanín, lo que garantiza paisajes de una belleza única y diversa.
Los siete lagos que destacan en este trayecto son: Lago Lácar, Lago Machónico, Lago Villarino, Lago Falkner, Lago Escondido, Lago Espejo y Lago Correntoso. Cada uno ofrece miradores espectaculares y áreas de camping, perfectas para detenerse, disfrutar de la naturaleza y hacer actividades al aire libre como trekking, pesca o simplemente relajarse. Además de los lagos, el viaje te lleva por pequeños pueblos llenos de encanto, como Villa Traful, donde se puede contemplar el lago del mismo nombre, o San Martín de los Andes, un destino popular por su tranquilidad y belleza natural.
Este recorrido es ideal para realizarlo en los meses de verano, entre diciembre y marzo, cuando las temperaturas suaves invitan a disfrutar plenamente del aire libre. Sin embargo, el clima patagónico puede ser impredecible, por lo que se recomienda llevar ropa adecuada para los cambios bruscos de temperatura. Para apreciar todo lo que esta región tiene para ofrecer, lo ideal es dedicar al menos 15 días a explorar los distintos puntos de interés sin prisas.
4. Ruta Vitivinícola en Mendoza
Mendoza es la capital argentina del vino, y un recorrido por sus viñedos es una experiencia imprescindible para los amantes de la enología. La Ruta 40 se convierte en el eje principal para recorrer las diversas zonas vitivinícolas de la provincia. La ciudad de Mendoza es el punto de partida ideal, donde se puede disfrutar tanto de su vida nocturna como de sus bodegas más tradicionales, ubicadas en las cercanías de Maipú y Luján de Cuyo.
El viaje continúa hacia el Valle de Uco, una de las regiones vinícolas más prestigiosas del país, donde se encuentran bodegas mundialmente reconocidas como Zuccardi y Salentein. Los paisajes en esta área son impresionantes, con los viñedos situados al pie de la imponente Cordillera de los Andes. Además de las bodegas, el Valle de Uco ofrece una excelente gastronomía, con restaurantes que combinan cocina gourmet con los mejores vinos locales.
Siguiendo hacia el sur por la Ruta 40, el turista llega a San Rafael, donde además de viñedos, es posible visitar el Cañón del Atuel, un lugar perfecto para practicar deportes de aventura como rafting y trekking. Las mejores épocas para realizar este recorrido son en primavera (de septiembre a diciembre) y durante la época de vendimia (febrero a abril), cuando se celebran festivales en las bodegas y es posible participar en la recolección de uvas. Para recorrer todas las zonas vitivinícolas de Mendoza, se recomienda un viaje de entre 10 y 15 días.
5. Costa Atlántica: Pinamar, Mar del Plata y Necochea
La Costa Atlántica argentina es un destino ideal para quienes buscan combinar playa, naturaleza y actividades recreativas. La Ruta 2 es el camino más popular desde Buenos Aires hacia las playas del Atlántico. El viaje comienza en Pinamar, una de las localidades más exclusivas de la costa, famosa por sus amplias playas, su entorno de bosques de pinos y su vida nocturna. A pocos minutos de Pinamar se encuentra Cariló, una pequeña y encantadora localidad con calles de tierra y una densa arboleda que la convierte en un refugio natural.
El recorrido continúa por la Ruta 11 hacia la ciudad de Mar del Plata, uno de los centros turísticos más importantes del país. Con su mezcla de playas, gastronomía y vida urbana, La Feliz es un destino que combina el relax del mar con la oferta cultural de una gran ciudad. Es imprescindible probar los platos de mar en los restaurantes locales, así como disfrutar de la vida nocturna, especialmente si el viaje es con amigos.
Finalmente, el trayecto llega a Necochea, pasando por las tranquilas playas de Chapadmalal. Necochea se distingue por sus enormes dunas de arena y su extenso litoral, ideal para quienes buscan una escapada más tranquila. La temporada alta para esta ruta es en enero y febrero, pero diciembre y marzo son opciones recomendadas para quienes prefieren menos multitudes. La duración ideal para este recorrido es de entre 7 y 10 días.
Consejos para verificar el auto antes de salir a la ruta
Antes de emprender cualquier roadtrip, es fundamental realizar una revisión completa del vehículo. Estos son algunos puntos clave:
- Neumáticos: Verificar el estado y la presión de los neumáticos, incluyendo el de repuesto.
- Aceite y filtros: Cambiar el aceite y los filtros si es necesario.
- Líquidos: Revisar los niveles de líquido refrigerante, frenos y limpiaparabrisas.
- Luces y señales: Asegurarse de que todas las luces funcionen correctamente, tanto internas como externas.
- Kit de emergencia: No olvidar llevar un kit de primeros auxilios, extintor, gato y herramientas básicas.