Su hija nació con anencefalia y vivió solo 30 minutos: en pleno duelo buscó ayuda y creó “el gimnasio espiritual”

Cecilia Carena es reconocida en Argentina por difundir el despertar del espíritu a través de la meditación con la “Llama Violeta”, la cual, asegura, hace 13 años cambió su manera de pensar y vivir. Ahora, brinda talleres, conferencias y enseña el método de Saint Germain. “La felicidad es plena”, asegura

Guardar

Nuevo

Cecilia Carena y su mensaje a 13 años del nacimiento de Jazmín (Instagram/cecicarena)

El 27 de junio de 2011, nació Jazmín, la beba que Cecilia Carena llevó en su vientre con absoluto amor y el temor que implicaba saber que su vida sería muy, pero muy corta. “Vivió durante 30 maravillosos y perfectos minutos”, cuenta con dulzura en la voz la licenciada en Relaciones Internacionales, que desde 2013 se dedica a difundir y enseñar la disciplina que la ayudó a sanar tras la partida de su hija.

Que el tiempo de Jazmín sería poco lo supo cuando cursaba la décima semana de embarazo. Durante una ecografía de rutina, en la que estaba junto a su exmarido, descubrieron que la beba tan esperada tenía anencefalia, una malformación no compatible con la vida. Aunque había escuchado el término un tiempo antes, no sabía bien de qué se trataba y su médico se lo explicó con sinceridad.

Les dijo que la niña se desarrollaría normalmente en su vientre, que nacer por cesárea no le significaría ningún tipo de dolor, que no podría vivir mucho y que aunque el aborto no era legal, en ese caso sí estaba permitido. Sin emitir un juicio de valor sobre esa propuesta, Cecilia cerró los ojos, sintió que por primera vez conectó con su hija y entonces, como una epifanía, tuvo una certeza: su misión era acompañarla hasta el final. “La sensación que tuve mientras lo escuchaba fue: ‘¡No me importa cuánto tiempo iba a vivir! ¡Es mi hija y la voy a recibir con los brazos abiertos!’”. Deseaba verla y tenerla en sus brazos; pensó en prepararse para ese momento.

Cecilia Carena difunde el poder espiritual de la Llama Violeta (Instagram/cecicarena)
Cecilia Carena difunde el poder espiritual de la Llama Violeta (Instagram/cecicarena)

Cuando nació le dije cuánto la amaba. Nos miramos a los ojos (los tenía rasgados y enormes). Le conté cuánto la había esperado y cómo había cambiado mi vida. ¡Fue hermoso! Tenía una mirada profunda, inolvidable”, la describe. Cuando la beba dejó este mundo, la madre experimentó una asombrosa, desconocida e inexplicable paz, pero a los pocos minutos llegó el dolor más inconcebible e indescriptible que vivió. Supo que no estaba preparada para eso.

Fue por el acompañamiento de una psicóloga que la mujer llegó al mundo de la espiritualidad mientras cursaba el embarazo. Claro que el temido “después” fue difícil y no pudo con la primera noche en el sanatorio: “Escuchaba llorar a los bebitos de las otras habitaciones... Lloré todo el tiempo... Me enojé con Dios, con la vida... Con todo”, admite.

En medio de ese duelo, y buscando cómo reponerse para Belisario, su hijo mayor, buscó ayuda de psiquiatras, psicólogos, curas sanadores y grupo de padres que también vivieron la muerte de un hijo, hizo terapias alternativas, pero fue el consejo de una amiga el que le presentó el mundo que lo cambiaría todo.

Cecilia Carena cuenta su historia (Instagram/cecicarena)

A 13 años de su nuevo camino y del nacimiento de Jazmín, Cecilia compartió un emotivo video en las redes para recordar a la pequeña. “Te amo y siempre estaré agradecida, porque por más que tu partida haya dolido hasta en mis huesos, siempre ganó el amor por sobre el dolor”. Junto a sus dos hijos la recuerdan, comparten las sensaciones y experiencias en torno a la niña en el grupo de WhatsApp que lleva su nombre.

La búsqueda en el duelo

Su vida se divide en “antes y después de Jazmín”. La mujer de 43 años, formada en Relaciones Internacionales, hizo también una maestría en Marketing y trabajó en el mundo de la moda. Cuando supo que al nacer, el corazoncito de la beba comenzaría a apagarse de a poco su vida cambió.

“Entré en un ‘viaje’ durante todo ese embarazo, eso es lo que llama la atención de mi historia. Yo vengo de un mundo muy mental, muy superficial porque estaba trabajando en moda. Lo digo sin juzgar, pero no estaba para nada en contacto con esto; ni siquiera hacía terapia. Pero, muy de a poco empecé a entrar en contacto en este mundo, a escucharme más, a escuchar mi corazón... Y cuando la tuve a Jazmín, que me dio esos 30 minutos, para mí fue un gran despertar, la posibilidad de abrirme, de empezar a sentir”, recuerda sus sensaciones, hasta entonces desconocidas.

Luego de esos minutos en contacto con su hija, todo cambió. “Ese mismo día pasé de sentir esa felicidad total teniéndola en mis brazos a estar en un estado de tristeza profunda, pero tan profunda que hizo que los primeros meses fueran muy duros. Claro, yo me había preparado siempre para recibirla, pero no para el momento en el que ella no estuviera más”, reconoce y recuerda que pasó por estados de shock, tiempo sin siquiera poder leer, sin tener ganas de hacer algo. La tristeza se había apoderado de ella.

Cecilia brinda conferencias en distintas ciudades (Instagram/cecicarena)
Cecilia brinda conferencias en distintas ciudades (Instagram/cecicarena)

Pese a ese estado, admite que siempre fue una mujer optimista y que la necesidad de estar para su hijo Belisario hizo que comenzara a buscar ayuda: acudió a sesiones con una terapeuta especialista en el tema, llegó a grupos de padres que habían transitado por lo mismo. Hizo cursos de terapias alternativas (tapping, Reiki, MDR) y aún sin creer en Dios fue a ver a cura sanadores. Seguía estaba enojada con la vida, con la gente que le decía que Jazmín “ahora es un ángel”, ella la quería en sus brazos otra vez, no en el cielo...

“En el medio de todo ese proceso, una amiga me recomienda un curso para aplicar la Llama Violeta que daba una chilena, Lita Donoso, y que duraba un día entero. Yo no sabía ni qué era, de qué me estaba hablando... ¡Nada! Pero estaba tan mal que me sentía abierta a todo lo que pudiera hacerme bien”, revive el momento del que no tuvo retorno y en el que comenzó a sentir el amor por su hija como el camino de sanación.

Desde entonces, se dedica a tiempo completo a difundir y enseñar esta disciplina que la ayudó a sanar; y le suma la certificación como Coach Ontológica y el estudio de Física Cuántica. Esto, la convirtió en la primera persona en combinar esas herramientas que, afirma; “Juntas se potencian y nos ayudan a sanar y desbloquear todo tipo de situaciones emocionales, físicas y mentales”.

Cecilia Carena explica qué es la Llama Violeta (Instagram/cecicarena)

La Llama Violeta

“Es una hoguera, una llama ultra violeta, que todos los seres humanos del planeta Tierra podemos intencionar. Cada vez que entramos en un estado de meditación activa, que se produce cuando activamos nuestros chakras, nuestros centros energéticos, y los elevamos a la secuencia más elevada de todas: la frecuencia del amor”, explica sobre la herramienta que fue entregada al mundo por el Maestro Saint Germain —se estima en que en el siglo XVIII— para “transmutar, sanar y limpiar todo aquello que no es perfecto para nosotros”, amplía el concepto.

Repasando el inicio de ese nuevo camino vuelve a aquel curso de día completo que le significó el primer contacto con el concepto que, explica, tiene su fundamento científico desde la física cuántica.

“Cerrar los ojos y meditar por primera vez en mi vida, y encima hacerlo con la Llama Violeta, fue... Fue la primera vez en la que me sentí feliz en mi vida. Fue un gran cambio y tan fuerte lo que sentí que no quise volver a hacerlo... Ahora me acuerdo de ese momento y me río, pero entonces me pareció tanto, tanto, tanto, pero tanto que no quise más. ¿Qué fue lo que ayudó a que lo aceptara? Que las meditaciones de la Llama Violeta están avaladas por la física cuántica y para las personas bien mundanas y mentales como yo, eso es algo muy necesario. Yo arranqué siendo la peor alumna porque recomendaban hacer las meditaciones activas dos veces al día y yo las hacía dos veces por semana”, reconoce.

"La Llama Violeta es la herramienta que fue entregada al mundo por el Maestro Saint Germain —se estima en que en el siglo XVIII— para transmutar, sanar y limpiar todo aquello que no es perfecto para nosotros”, explica el concepto
"La Llama Violeta es la herramienta que fue entregada al mundo por el Maestro Saint Germain —se estima en que en el siglo XVIII— para transmutar, sanar y limpiar todo aquello que no es perfecto para nosotros”, explica el concepto

Todo eso que sentía la impactaba mucho porque, según dice, “no es una meditación común”. “Es muy fácil de hacer aunque es muy potente; cuando no estás acostumbrada a sentir tanto (por lo menos a mí, me movilizaba mucho). Con el correr de los primeros dos años empecé de menos a más, y quien me enseñaba, me ofreció entrenarme para poder enseñársela a hacer otras personas. Recuerdo haber dicho que sí por educación y me entrené estudiando física cuántica”.

Continuando con el recuerdo, sigue: “En ese tiempo viajé mucho a Chile para prepararme durante un año y medio, o dos. Cuando empecé a entregar la meditación, me di cuenta de que hacerlo me sanaba, que sanaba a los demás y que lo que empezó como un juego de querer entregar información a otras personas, de golpe se convirtió en algo masivo: desde ese primer momento, más de 50 mil personas hicieron el curso y los mensajes que recibo de la gente son impresionantes”.

Lo que enseña por medio de un curso, apunta a que las personas lo apliquen en su vida cotidiana. “Se puede aplicar esta técnica espectacular para corregir y sanar temas del pasado”, sostiene y explica: “La Llama Violeta es una herramienta clave que va a servir siempre porque desbloquea, sana y transmuta todo lo que necesites. ¡Es imbatible!”. Además, aclara que, al igual que todos los cursos que brinda, tiene un costo en moneda local, pero considerando lo que ella misma experimentó ofrece una posibilidad accesible para quienes no lo puedan costear.

Todos los domingos realiza vivos desde Instagram para "comenzar la semana vibrando alto" (Instagram/cecicarena)

“El Cupo Solidario es una vacante al curso con un valor inferior al real. La idea es que nadie se quede sin participar”, afirma y piden que nadie dude en hacerlo, menos por cuestiones económicas.

Gimnasio Espiritual

Además, Cecilia diseñó un programa de encuentros semanales que tienen el objetivo de “estar cada día más alineados”, cuenta sobre lo que en su página web se llama Foco Membresía. “Es el acceso a empezar a ser parte de una comunidad más consciente. Mediante una membresía van a poder encontrar, cada semana, nuevos contenidos y beneficios que te los acompañarán en este camino”, comenta sobre lo que denomina “gimnasio espiritual”.

También explica que incluye “una clase conmigo online, que siempre queda grabada; dos clases de yoga semanales, que da una maestra de yoga que practica la Llama Violeta, más las clases de los lunes a las 19.00”. “Ahora, estamos trabajando la abundancia, por ejemplo, los ejercicios de Yoga ayudan a abrir el chakra cardíaco, que ayuda a la persona a abrirse a la abundancia desde el cuerpo. Está todo alineado. Es un gimnasio espiritual, literal”.

Más información en la página https://cecicarena.com/ (Instagram/cecicarena)
Más información en la página https://cecicarena.com/ (Instagram/cecicarena)

En su equipo, hay médicos y terapeutas que trabajan con esta herramienta, y en breve se sumarán especialistas en alimentación.

Estamos empezando a trabajar en equipo con terapeutas y médicos porque empezó a llegar gente recomendada por su terapeuta, hay terapeutas que hoy forman parte de nuestra membresía. También empezaron a llegar personas recomendadas por su cirujano, su traumatólogo y hasta por su oncólogo”, subraya y cuenta que para este “gimnasio” también existe el cupo solidarios. “Lo hacemos para que quien no lo pueda pagar, no se quede afuera de la Llama Violeta”.

Así, se arma una red que tiene el objetivo de que las personas estén sanas y felices desde cada ámbito. “Se armó una red enorme y estamos entregando una membresía online para este ‘gimnasio’, que es el primero y único online y accesible a todo el mundo. Trabajamos con mucho amor y respeto”, finaliza.

Guardar

Nuevo