¿Cuál es la montaña más alta de Sudamérica y qué se sabe sobre su santuario inca?

Este gigante andino despliega su magnitud ante quienes osan explorarlo

El Parque Provincial Aconcagua protege ecosistemas únicos y tiene gran importancia arqueológica

La montaña más alta de Sudamérica es el cerro Aconcagua. Ubicado en la provincia de Mendoza, Argentina, este imponente pico se encuentra en la ecorregión Alto andina y forma parte del sistema de la cordillera de los Andes.

En el Aconcagua también había un santuario inca que no era solo un desafío para los antiguos andinistas, sino también un lugar de gran significado espiritual y religioso. Este cerro era considerado un “apu” o montaña sagrada, donde se realizaban ofrendas y rituales importantes, dentro de la cosmovisión inca, que incluía sacrificios humanos. Estos rituales, conocidos como “capacocha”, tenían como objetivo apaciguar a los dioses andinos, asegurar buenas cosechas, y mantener el orden cósmico.

El cerro Aconcagua formaba parte del sistema vial andino “Qhapac Ñan”, que era una extensa red de caminos utilizada para conectar diversas partes del Imperio Inca, facilitar la movilización de ejércitos, el comercio y también permitir las peregrinaciones requeridas por las prácticas religiosas. Fue declarado Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO),

Las investigaciones y hallazgos arqueológicos en la región han revelado la presencia de objetos ceremoniales, ofrendas y restos humanos que corresponden a niños sacrificados en esos rituales. Estos hallazgos han proporcionado una visión valiosa sobre las prácticas religiosas y el significado espiritual que el Aconcagua tenía para el Imperio Inca.

¿Cuántos metros de altura tiene la cima del Aconcagua?

El Parque Provincial Aconcagua alberga al imponente cerro que, con sus 6.962 metros de altura sobre el nivel del mar, se erige como el pico más alto de América. Este sitio es un desafío para escaladores de todo el mundo y también constituye un área de vital importancia ambiental y arqueológica.

El Cerro Aconcagua es la montaña más alta de Sudamérica

Las características topográficas del Aconcagua

El cerro situado en el Parque Provincial Aconcagua en Argentina, es relevante por sus impresionantes características topográficas. Este gigante andino se encuentra rodeado de numerosas cumbres que superan los 5.000 metros que integran un paisaje repleto de elevadas montañas y profundos valles. La región está caracterizada por la presencia de glaciares y sistemas hídricos que dan origen a ríos. Esto crea paisajes de excepcional belleza. Además, esta zona presenta una significativa riqueza arqueológica, reflejada en su inclusión en el sistema vial andino “Qhapac Ñan”.

Cuándo se puede escalar el Aconcagua

La temporada ideal para escalar el cerro Aconcagua es desde el 1 de noviembre hasta el 30 de abril. Durante este periodo, el parque ofrece diversas actividades turísticas y deportivas que incluyen el andinismo, bajo condiciones climáticas más favorables. Fuera de esta temporada, específicamente entre el 1 de mayo y el 30 de octubre, las condiciones invernales prevalecen, y cualquier intento de ascenso requiere de una solicitud por escrito para su evaluación y aprobación por parte de la Dirección de Recursos Naturales Renovables (DRNR).

De noviembre a abril el Aconcagua ofrece condiciones favorables para ser escalado #DEF_ACONCAGUA_2

Qué se sabe sobre el santuario inca del Aconcagua

El santuario inca del Aconcagua, situado a más de 5.000 metros de altura, es testimonio del alcance y profundidad espiritual del Imperio Inca en el territorio argentino. Este sitio, específicamente en la montaña más alta de América, el Aconcagua, fue uno de los lugares seleccionados por los incas para llevar a cabo rituales de sacrificio, entre ellos la ceremonia conocida como “capacocha”.

La ceremonia era un ritual que involucraba el sacrificio humano, generalmente niños, como ofrenda a los dioses para asegurar la fertilidad de la tierra, el buen clima y la prosperidad del imperio. Estos niños, considerados puros y sin mancha por los incas, eran elegidos de distintas partes del imperio y llevados en procesiones hasta los sitios sagrados o “apus”, donde eran sacrificados. El Aconcagua, como un “apu”, tenía un significado espiritual profundo para los incas.

El lugar donde se realizaban los rituales se preparaba con antelación. Contaba con estructuras ceremoniales compuestas por pircas de piedras. En el Aconcagua se han encontrado evidencias de estas prácticas rituales en la forma de fosas ceremoniales, objetos ofrendados y, más significativamente, momias de niños sacrificados, preservadas por las frías temperaturas de las altas cumbres. Los restos de estas ofrendas humanas, junto con objetos cerámicos, textiles y metalurgia que conformaban el ajuar funerario, indican la importancia del sitio como un espacio sagrado y de peregrinación dentro del extenso Qhapac Ñan o sistema vial incaico.

El hallazgo en 1985 de la momia de un niño inca en el Aconcagua brindó una visión concreta de estos rituales y su significado cultural y religioso. La preservación del niño y los objetos encontrados han permitido a los investigadores profundizar en el entendimiento de las prácticas ceremoniales incas y la relevancia de los sacrificios humanos en su concepción del mundo y en su estrategia para mantener el orden cósmico y la estabilidad social.