Alfajores, medialunas, tazas de café, hasta una palta, los tatuajes de sus brazos dejan ver su amor por la gastronomía. Por la mañana recorre cafeterías, de noche restaurantes o bodegones. Cada día Rocío Strat busca acercarle a la gente esos lugares nuevos, ocultos y ofrecer un plan distinto a través de su instagram La Chica del Brunch. Su millón y medio de seguidores demuestran su recorrido y por qué se volvió una voz autorizada.
Agarra su celular y prueba de un lado de la mesa, del otro, se fija la iluminación, está atenta a todo detalle cuando visita un lugar. Mientras tanto sus amigos esperan ansiosos por degustar. No importa, sabe que un video suyo puede cambiar la vida y la rutina de todo un negocio. “A mí me impresiona que el local de repente decide ampliarse y no se compra el local de al lado y ahora tiene un local enorme o tiene una fila. Eso me llena de gratificación porque es la gente que confió y que gracias a eso también al gastronómico le fue súper bien”.
Lo que empezó como un sueño y un hobby hoy se transformó en una forma de vivir: de lunes a domingo visita todo tipo de locales gastronómicos, ya sea en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Ushuaia e incluso en otros países. Fueron tantas las ganas, el empeño y la dedicación que para la influencer ya se volvió un trabajo. Incluso sus videos la llevaron a ser columnista en la radio Urbana Play. Pero previo a ser invitada por las cafeterías, trabajar con marcas y compartir meriendas con grandes chefs, como Damián Betular, todo empezó por una pasión.
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Al principio ponía su amor por la comida en su propia página, haciendo pequeñas reseñas. Sus propios amigos la impulsaron a más y así abrió una cuenta de instagram: “La verdad que cuando me creé la cuenta era todo muy amateur, todo de hobby y dije, ‘che, ¿y si pruebo con este dominio en instagram? ¿cómo que no existe? tiene que ser mío’. Creo que hoy identificás mi fotito, que es muy típica. De hecho la quise cambiar porque es una foto muy medio pelo, hecha así nomás y pensé que la podría mejorar. No, pero la gente ya sabe que La Chica del Brunch viene con esa foto y esa es mi impronta”.
Y si bien, tal como lo indica su nombre, en los comienzos solo recomendaba lugares para hacer brunch, decidió ampliarse y mostrar nuevos lugares. “Donde pasaba más tiempo eran cafeterías, consumiendo brunch y la realidad es que llegó un punto donde digo bueno, hay un montón de brunch, pero también hay un montón de restaurantes, hay un montón de heladerías, un montón de cosas para hacer y dije ‘¿qué pasa si amplifico un poco esto?’. Cuando empecé a subir cosas sobre bodegones, restaurantes y demás es cuando mi cuenta realmente empezó a crecer”, cuenta Strat.
Ahora, la agenda está totalmente llena y prácticamente no pasa un día sin que visite un local gastronómico. Aunque por supuesto, después ella misma es quien se ocupa de editar el contenido. “Generalmente grabo cuatro cafeterías por semana y tres cenas, aproximadamente. Son siete grabaciones, pero capaz meto alguna otra entonces terminan siendo ocho. Yo filmo, edito, hago los textos, hago todo todo todo porque me cuesta delegar, la verdad es esa, y me siento cómoda haciéndolo yo misma. Es llegar y ponerse a editar para que no se acumule con el de la noche, porque si no después tenés doble material, al día siguiente voy a grabar a otro y así sucesivamente”, afirma.
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Así, día a día busca sintetizar toda la experiencia y transmitir en no más de 90 segundos qué se siente estar en ese lugar, en ese ambiente y disfrutar de esa comida. Pero más allá de los sabores, su honestidad y criterio están por delante de todo. “Con las reseñas soy súper honesta, si a mí el lugar no me gusta, no lo subo. Esa es mi premisa. Me ha pasado en algunos casos y se lo dije a la gente y se lo tomaron bien, me han dicho ‘te queremos invitar más adelante’. Volví en unos meses y puede ser que la cosa haya cambiado o que no, pero generalmente no se lo han tomado mal”, explica la influencer.
Sus videos siempre buscan mostrar la esencia del lugar y compartir el amor por la comida, aunque hace poco una de sus reseñas reveló algo más que ricos sabores. En una de sus recorridas, una seguidora descubrió que su pareja le era infiel. “Filmé en una hamburguesería y una chica me contestó y me dijo, ‘gracias a tu video descubrí que mi pareja me estaba engañando con su ex’. Yo dije ‘no por Dios’. Es terrible esa anécdota, te juro que me sentí muy muy mal. Le pedí perdón en todos los idiomas. Ella me decía que no, que gracias a eso se pudo dar cuenta y después hasta la hamburguesería lo utilizó como estrategia de marketing”, explica entre risas.
Fruto y prueba de ese trabajo fue la reciente celebración de Brunchmanía, el evento masivo de brunch más importante de la Ciudad de Buenos Aires. Durante tres días los visitantes pudieron disfrutar de treinta cafeterías, restos y bakeries que ofrecieron un menú de brunch. Rocío Strat fue quien seleccionó los locales participantes con la consigna de que crearan un menú de brunch que mejor represente el espíritu gastronómico de cada lugar.
Lidiar con los haters
Pero no todo son likes y buenos mensajes, Rocio Strat también recibe mensajes agresivos, críticas sin sentido hacia su trabajo y demás comentarios violentos. Si bien ahora no le afectan, al comienzo podían herirla: “No sabés lo que lloré, lloraba un montón, lo hablaba con mi psicóloga, con mi pareja, con un montón de gente. Esto empezó a pasar cuando ya estaba muy masificada. Hay muchos que no me siguen y entran a comentar el video y ponen ‘eso es una porquería’, yo digo, ‘¿lo probaste? No, ¿y entonces hermano?’. Creo que se presta porque la gente detrás de un celular a veces puede decir un montón de cosas y le pasa también a muchos colegas míos, que también recomiendan de gastronomía y demás que no ven a veces todo el laburo y el esfuerzo realmente que hay de esto que hacemos”.
¿Con qué sueña?
El crecimiento de La Chica del Brunch parece no tener límites, atrás quedaron esos días donde tenía que repartirse entre su trabajo de oficina y su pasión por la gastronomía. Ahora apuesta todo por lo que ama hacer: “Estuve muchísimo tiempo trabajando en relación de dependencia y haciendo en paralelo La Chica del Brunch, hasta que dije ‘quiero tener algo mío, algo propio’ y me tiré a la pile y empezamos una agencia con un amigo. Estamos creciendo y además La Chica del Brunch, que también lo tomo como un trabajo porque es tanta la cantidad de horas que pasó editando en mi casa, que es un trabajo también”.
Pero más allá de todo, Rocío Strat tiene un sueño que busca cumplir, quiere llevar más allá su trabajo: “Mi sueño es hacer un documental comiendo comida callejera por toda Argentina. Quiero hacer algo relacionado con medios más a fondo, pero sin perder la esencia de lo que es mi cuenta, de seguir recomendándote esas joyitas que a mi me gustan y pasarte esos tips para que vos puedas comer rico después”.
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