Un aberrante caso de violencia obstétrica se registró el pasado jueves por la noche en el hospital Papa Francisco de la ciudad de Salta, donde a una mujer embarazada le negaron la atención médica correspondiente para parir a su hija bajo el argumento de “no tener especialistas” en la materia. Ante la sorpresiva negativa de las autoridades del centro de salud, la paciente no soportó las contracciones, entró en trabajo de parto en la calle y su bebé sufrió una fractura de clavícula.
En las imágenes que se viralizaron en las redes sociales se puede observar a la mujer acostada en el asfalto mientras era asistida por enfermeros y médicos del nosocomio ubicado en la capital salteña. En simultáneo, se escuchan los reclamos al personal de salud que previamente se había negado a recibir a la paciente pese a la evidente urgencia. “Yo estaba por acercarla al hospital y no la atendieron, querían llamar a una ambulancia, tuvo que parir en la calle, el bebé cayó”, se escuchó decir a mujer visibilemente indignada por la decisión del hospital.
Sergio, pareja de la mujer, contó ayer por la mañana a los medios de comunicación locales que su mujer comenzó a manifestar dolores de estómago, por lo cual se subieron a su moto y se dirigieron al hospital más cercano. “Ella se bajó y mientras yo dejaba la moto ella entró y luego salió porque le dijeron que no había médico para atenderla. Estábamos en la parte de la guardia”, explicó el hombre, según consigna el diario El Tribuno.
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“Mi mujer me dijo que por favor pidiera una ambulancia, porque no daba más. Fui a pedirla, pero me dijeron que llame al 911″, recordó Sergio, que acató las órdenes pero también recibió la negativa. Le respondieron que no podían hacerlo y que debía dirigirse al Centro de Salud de Solidaridad o al Materno Infantil. Al notar que su mujer no soportaba más el dolor, Sergio pensaba tomarse un remis para llegar lo más rápido posible a alguno de los dos sanatorios sugeridos. Sin embargo, una señora que presenció la situación se ofreció a llevarlos con su auto. “Cuando bajamos el cordón -su mujer- ya no podía caminar y ahí rompió bolsa. Sentí que algo cayó y miré para abajo y el bebé estaba en el piso”, relató.
Según detalló Sergio durante su relato de los hechos, los testigos que se encontraban en el lugar se dirigieron a la guardia y golpearon puertas y ventanas para que los atendieran. Fue así que, de acuerdo al testimonio del hombre, salió “un médico con una camilla y una enfermera, mientas la gente les comenzó a reclamar”.
El doctor Daniel Mamaní, gerente del hospital Papa Francisco, repudió lo ocurrido y aseguró que esta situación en atención de urgencias no tendría que haber sucedido. “Es una situación lamentable, estamos haciendo todas las investigaciones que corresponden para sancionar a quien corresponda por la no admisión de la paciente. Tenemos el registrto de todo lo que pasó”, comentó a los medios locales.
La paciente luego fue trasladada en una ambulancia al Hospital Público Materno Infantil, desde donde precisaron que tanto ella como su hija se encuentran en buen estado de salud. No obstante, también confirmaron que la pequeña sufrió una fractura de clavícula como consecuencia del impacto contra el asfalto.
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Frente a este repudiable episodio, el ministro de Salud salteño, Federico Mangione, dispuso el inicio de un sumario administrativo para determinar quiénes fueron los responsables del rechazo a la atención de una mujer embarazada que estaba en pleno trabajo de parto. “Vamos a hacer una investigación minuciosa, un sumario administrativo y se tomarán las medidas necesarias para que esto no vuelva a suceder. No vamos a cortar solamente por el hilo más fino. Vamos a ir al hueso, a tratar donde corresponde”, expresó el funcionario en declaraciones compartidas por las redes sociales de la cartera que conduce.
Asimismo, el doctor Mangione confirmó que la niña también sufrió un traumatismo encéfalocraneano, el cual fue estudiado y se determinó que no reviste peligro para la menor.
En cuanto a las críticas que recibió el hospital Papa Francisco por la falta de preparación y equipamiento para estos casos, el ministro de Salud provincial ratificó que el lugar no cuenta con ginécolo ni obstetra porque “había sido preparado para trabajar con la pandemia del COVID”. Sin embargo, aclaró: “Todos los médicos estamos capacitados para hacer una recepción de una criatura y no dejarla a la deriva”.
“Quédense tranquilos porque voy a tomar las medidas necesarias”, concluyó el funcionario.
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