Noah Mamet, que entre 2014 y 2017 se desempeñó como embajador de Estados Unidos en la Argentina y obtuvo un gran reconocimiento por su destacada labor en profundizar las relaciones bilaterales, lanzó su exclusiva línea de vinos, Gran Diplomat.
El cóctel se llevó a cabo en el Palacio Duhau-Park Hyatt Buenos Aires y contó con una selecta lista de invitados, entre quienes se encontraban algunos de los empresarios más poderosos del país como Marcos y Alejandro Bulgheroni, Cristiano Rattazzi, Santiago Soldati, Martín Cabrales, Georgie Neuss y el banquero Guillermo Stanley; la Encargada de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos, MaryKay Carlson; la embajadora británica, Kirsty Hayes; el presidente de River Plate, Rodolfo D’Onofrio; el presidente de JP Morgan en la Argentina, Facundo Gómez Minujín; los empresarios Alejandro Gravier y Diego Kolankowsky; el ex ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Lino Barañao; y el ex ministro de Modernización, Andrés Ibarra; entre otras destacadas personalidades.
En una entrevista con Infobae, el ex embajador confesó que su experiencia en la Argentina fue formidable y que por eso buscó la manera de seguir en contacto con nuestro país. Un viaje a Mendoza fue revelador para Noah Mamet, ya que quedó fascinado con el Valle de Uco y decidió comprar un viñedo ubicado en la base de la majestuosa Cordillera de los Andes.
“Pensé en una línea de vinos porque amo a la Argentina y me enamoré de Mendoza, en especial, del Valle de Uco. Fui por primera vez cuando era embajador pero, después de finalizar la misión diplomática que se me encomendó, volví por mi cuenta. Entonces, reafirmé mi deseo de seguir conectado para siempre con la Argentina y pensé: ‘Tal vez, ésta es la manera de hacerlo. Podría invertir en el país comprando tierras e invirtiendo en cultivos, en la elaboración de vinos y en su etiquetado’. Creo que es una manera de apoyar al país y, eventualmente, planeo exportar a los Estados Unidos. Ahora, estoy en el proceso de comercialización y vendo tanto en Buenos Aires, como en Miami y California”, dijo Noah Mamet.
“En Buenos Aires, firmamos un acuerdo para empezar a vender mis vinos -a partir de esta semana- en el Palacio Duhau. Además, en un mes -o tal vez en menos tiempo- los ofreceremos en los mejores hoteles y restaurantes del país. Estamos muy entusiasmados y felices, porque la opinión de los sommeliers es muy, pero muy buena. Ahora, los vinos están embarcados rumbo a California. Luego, irán por avión y llegarán a Miami, donde podrán adquirirse en hoteles de lujo como el Four Seasons, el W Hotel y el Loewe, entre otros”, agregó.
Sus vinos se producen a partir de uvas de la más alta calidad, lo que hace que sea rico, con cuerpo y con un final elegante. Gran Diplomat ofrece cuatro vinos exclusivos, que fueron elaborados con mucha pasión: dos Malbec, un Cabernet Sauvignon y un Rosé. Nada quedó librado al azar y todo fue ideado con precisión, ya que hasta la botella fue especialmente diseñada. En su cuello, posee un símbolo inspirado en el premio más alto de Argentina, la Medalla de San Martín, una importante distinción que recibió el ex embajador por ayudar a acercar a ambos países y en reconocimiento a su honorable servicio.
“Los americanos amamos el vino argentino; especialmente y en primer lugar, al Malbec. Pero nosotros queremos hacer mucho más que un muy buen Malbec, porque hacemos un gran Rosé y un fabuloso Cabernet Sauvignon, ya que Gran Diplomat es una marca y es muchísimo más que un solo vino. Hoy, tenemos cuatro y la respuesta es excelente, porque buscamos la calidad máxima en un producto súper premium y que realizamos en poca cantidad”, explicó
“Tengo muchos amigos en el negocio de la industria del vino y la mayoría son productores muy grandes, que me brindan buenos consejos. Siempre me dicen que en la Argentina hay que ir paso a paso. Por eso, ahora tengo una bodega boutique, que va a crecer año tras año, pero por el momento quiero que permanezca de ese modo, y que esté presente en los hoteles y restaurantes más exclusivos. Sé que en el futuro mi bodega va a crecer. En 2022, el plan es continuar creciendo con estos cuatro vinos, pero ya estamos pensando en hacer un espumante o un vino orgánico”, anticipó.
Cuando Infobae le preguntó al ex embajador de los Estados Unidos por qué decidió invertir en la Argentina, su respuesta fue categórica: “Porque Argentina me eligió a mí. Conozco muy bien al país y a su gente. Sé que son tiempos difíciles, pero soy optimista con relación al futuro. Amo a este país y quiero seguir conectado con la Argentina y los Estados Unidos. No invertiría en otro país, porque no lo conocería tanto como a éste. Claro que sé cuáles son los desafíos que tengo por delante, eso con total seguridad, pero también conozco a grandes personas que están aquí, el gran trabajo que hacen y los excelentes vinos que producen”, expresó.
“Cuando estaba en funciones diplomáticas aquí, muchos de mis amigos bromeaban diciendo que también era el embajador de California -donde Noah Mamet nació- porque la amo y pienso que es un buen ejemplo de cómo hay que planificar el futuro, con autos eléctricos, energías renovables y paneles solares en las casas. Pero, Argentina será el único país en el que yo invierta en vinos. Es un proyecto a largo plazo, porque los primeros cuatro o cinco años ya sabes que no venderás nada porque estás produciendo el vino, poniéndolo en barricas y, luego, en botellas. Es un proceso muy largo, pero estamos muy entusiasmados porque, después de cuatro años, podemos empezar a vender lo que producimos”, dijo.
Noah Mamet afirma que sus clientes estarán comprando un gran vino, que es clásico, que tiene un gusto delicado y por el que se trabajó muy duro para asegurar su máxima calidad.
“Lo segundo es la historia de este vino: un embajador americano que se enamoró de la Argentina, invirtió en este país porque cree en su futuro y que quiere exportarlo a los Estados Unidos y, más adelante, también a otros países. Entonces, se trata de un excelente producto que tiene una gran historia detrás, pero eso es secundario”, añadió.
Gran Diplomat, el nombre elegido para sus vinos, no fue casual. Lo hizo para reconocer y destacar el trabajo de los diplomáticos en el mundo y, sobre todo, la labor de sus pares con quienes se desempeñó en la Argentina y en los Estados Unidos.
“Elegir un nombre es muy difícil porque muchos ya están registrados, pero desde el principio pensé en llamarlo Gran Diplomat como una manera de rendir homenaje a los diplomáticos con quienes trabajé, tanto en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina, como en el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Pero también, es para aquellos otros embajadores de quienes aprendí y a quienes respeto muchísimo. Quería que mi vino tuviera un nombre fuerte pero que, a la vez, fuera en honor a mis colegas, porque creo que a veces los diplomáticos no tienen el reconocimiento que se merecen y esta es una buena manera de rendirles un homenaje”, finalizó.
SEGUIR LEYENDO: