A mediados de 2017 comenzó a propagarse en las redes sociales un nuevo concepto de entrenamiento entre corredores orientado al cuidado del medio ambiente. Llamado plogging, se comienza a explicar simple y llanamente desde su propio nombre, ya que es un término que surge a partir de la combinación de la palabra jogging (trotar, en inglés) con la expresión sueca plocka upp, que significa recoger.
La iniciativa nació en Suecia. Se desarrolla bajo la simple premisa sencilla de recolectar residuos al momento de entrenar. Básicamente, consiste en salir a correr, trotar o caminar, levantando los desechos que encuentran al paso en la vía pública. Luego la difusión completa la tarea. En publicaciones de Facebook, Instagram y Twitter, los aficionados muestran las bolsas de basura que recolectaron tras la actividad deportiva o durante la misma.
En poco tiempo, el plogging se expandió al resto del mundo. Atravesó con rapidez los límites del territorio escandinavo hasta que hace dos años desembarcó en Argentina. Hoy, en el suelo nacional, el apego por la práctica ya es mayúsculo. Hubo experiencias en 18 provincias, entre ellas Buenos Aires, Santa Fe, Salta, Chaco, Neuquén, Corrientes, La Rioja, Córdoba, Tucumán. El último encuentro fue ayer, en la localidad de Villa Regina de la provincia de Río Negro.
El creciente furor responde a varios factores. En primer lugar, la secuencia de frenar la marcha, agacharse, levantar y volver a retomar el paso sistemáticamente genera un ejercicio mucho más productivo para el cuerpo.
"La actividad produce un gasto calórico mayor al combinar el running u otro deporte con las estocadas y sentadillas que se realiza al juntar residuos que encontramos a medida que nos vamos desplazando", explica a Infobae Paula Gosso Eguía, médica marplatense y cofundadora de Plogging Argentina, uno de los grupos de aficionados que proliferan en las redes.
"Como resultado esta modalidad de entrenamiento y actitud para con el entorno aporta muchas más endorfinas, ya que no solo estamos cuidando nuestro cuerpo sino que también cuidamos la naturaleza, y eso repercute además en la gente que nos rodea, generando contagio y buenos hábitos", continúa.
El cuidado del medio ambiente es la otra razón para sumarse a la práctica, considera Gosso Eguía, que sostiene que ello puede servir de motivación cuando carece el deseo para salir a entrenar. "Los residuos que juntamos no son cosas pesadas ni peligrosas o repulsivas. Al principio a la gente le da vergüenza pero una vez que superas eso la actividad se transforma en lúdica", señala.
Plogging en Argentina es otro de los grupos en Facebook que aúna a gente que comparten la afición. "Decidimos crear la comunidad para atraer a más personas y colaborar en la difusión del plogging", apunta a este medio Román, uno de los seis administradores de la página que impulsa el movimiento trabajando en la organización con organismos público o con empresas privadas.
"Nosotros buscamos que el plogging sea una puerta de entrada a otro tipo de relación con el medio ambiente. Me parece que es muy importante que uno pueda salir a correr o a hacer actividad física para cuidarse, pero también es importante contribuir para tener un planeta más limpio y sano", agrega.
Desde la agrupación invitan a palpitar la experiencia, aduciendo que apenas "alcanza con tener ganas de salir a correr, de hacer actividad física y llevar una bolsa de residuos en la mano", sin olvidar que quien lo haga también grabe su acción con la cámara fotos y la compartan luego en la red social.
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