¿A dónde va la grasa que se pierde al hacer ejercicio?

Un científico de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, indagó en el funcionamiento metabólico del cuerpo y explicó por qué es vital tener en cuenta el oxígeno que se inhala para adelgazar, además de los alimentos ingeridos

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Un experto estudió cómo el cuerpo se desprende de la grasa que se pierde al entrenar (iStock)
Un experto estudió cómo el cuerpo se desprende de la grasa que se pierde al entrenar (iStock)

En una investigación publicada en el British Medical Journal, el científico Ruben Meerman, investigador de la Escuela de Ciencias Biomoleculares de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, intentó explorar el funcionamiento orgánico y así dilucidar qué es lo que sucede con el porcentaje graso que se suprime al ejercitarse. Para ello apeló a una simple pregunta: ¿a dónde va la grasa que se pierde al hacer ejercicio?

Mediante el breve cuestionario, puso a prueba los conocimientos de 150 expertos, entre médicos, nutricionistas y preparadores físicos, a quienes les dio las siguientes tres alternativas como posibles respuestas: en primer lugar, la grasa se convierte en energía o calor; como segunda opción, la grasa se convierte en músculo; y por último, la grasa se convierte en dióxido de carbono (CO2) y agua.

Del total de los consultados, 147 se inclinaron por las dos primeras respuestas y solo tres optaron por la tercera. Apenas estos, según explicó luego Meerman, fueron los únicos que respondieron correctamente.

Explicó que al hacer ejercicio la grasa se convierte en dióxido de carbono y agua (iStock)
Explicó que al hacer ejercicio la grasa se convierte en dióxido de carbono y agua (iStock)

Para entender el por qué, el especialista aduce primeramente que es imposible que la grasa se convierta en energía debido a que va en contra de la ley de la conservación de la materia, a la cual obedecen todas las reacciones químicas. En el mismo sentido, tampoco considera que se transforme en músculo.

De modo contrario, Meerman contempla que los pulmones son "el principal órgano excretor de la grasa". Así lo expuso en el estudio efectuado en 2014: "El agua que se forma puede ser expulsada a través de la orina, las heces, el sudor, el aliento u otros fluidos corporales. Si perdés 10 kilos de grasa, 8,4 kilos se expulsarán a través de los pulmones y los 1,6 kilos restantes se convertirán en agua", apuntó el científico. Y subrayó: "En otras palabras, prácticamente exhalamos todo el peso que perdemos".

"Perder peso requiere desbloquear el carbono almacenado en las células de grasa. La forma en la que actualmente las universidades enseñan el metabolismo se centra exclusivamente en la energía en la molécula que se metaboliza", explicó Meerman en una entrevista con la cadena BBC.

Meerman asegura que se exhala todo el peso que se pierde con la actividad (Getty)
Meerman asegura que se exhala todo el peso que se pierde con la actividad (Getty)

Sus conclusiones se basan en que además de las comidas y bebidas que cada uno ingiere, también se debe tener en cuenta el oxígeno que se inhala. Por ejemplo: si al cuerpo ingresan 3,5 kilos de comida y de agua, más 500 gramos de oxígeno, en total son 4 kilos que deben volver a salir; de lo contrario, se aumentará de peso.

El científico apunta que "perder peso requiere desbloquear el carbono almacenado en las células de grasa". No obstante, esto no significa que respirar más aumente la cantidad de grasa suprimida. "Respirar más de lo necesario solo causará hiperventilación, lo cual solo te provocará mareo o un desmayo. La única manera de aumentar conscientemente la cantidad de dióxido de carbono que produce tu cuerpo es moviendo los músculos", dijo.

Al dormir también se exhala dióxido de carbono (Getty)
Al dormir también se exhala dióxido de carbono (Getty)

Pero el dióxido de carbono no se produce solo mediante el ejercicio físico. Hay otras maneras que el cuerpo lo hace, explicó Meerman. Por ejemplo, una persona que pesa alrededor de 75 kilos genera unos 590 gramos de CO2 en estado de reposo. "Ninguna píldora ni poción que puedas comprar podrá aumentar esa cifra", aclaró.

Por otra parte, al momento de dormir se exhalan unos 200 gramos. Y con el sólo hecho de pararse y vestirse hace que se duplique el ritmo del metabolismo. En tanto que salir a caminar, cocinar o barrer, lo triplica. Así, además del ejercicio en sí, la clave para perder peso está en comer menos y moverse más, concluye Meerman. "Cualquier dieta que suministre menos combustible del que quemás, logrará que el truco funcione", finalizó.

Los resultados no son típicos y pueden variar de persona a persona.

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