Quebrar la barrera de las dos horas en una maratón de 42.195 metros es un viejo anhelo por el que corredores, organizaciones, marcas y promotores del mundo del atletismo pelean para alcanzar. Para muchos se trata de solo una cuestión de tiempo. Otros, en cambio, lo ven como algo más lejano. El cuándo se producirá es un debate latente que se mantiene en los últimos años.
Hasta el momento, el mejor tiempo vigente entre los hombres está en manos del keniata Dennis Kimetto, quien lo logró en el Maratón de Berlín 2014, con un tiempo de 2:02:57. Por su parte, la plusmarca femenina la ostenta la inglesa Paula Radcliffe desde el Maratón de Londres 2003, con un registro de 2:15:25.
Los fisiólogos Sandra Hunter, Michael Joyner y Andrew Jones realizaron uno de los estudios de mayor difusión acerca del tema. Ellos indican que el récord del mundo femenino en maratón es el equivalente a un récord masculino inferior a las dos horas. Y bajo este lineamiento y teniendo en consideración una serie de aspectos, sitúan al objetivo como inminente.
Pero ahora, un reciente relevamiento refutó este pronóstico y determinó que completar una tradicional 42k en menos de 120 minutos no podrá batirse dentro del corto plazo, al menos en lo que respecta a carreras homologadas por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, según sus siglas en inglés).
El nuevo planteo publicado en la revista International Journal of Sports Physiology and Performance se centró en analizar los récords mundiales de hombres y mujeres en toda la gama de disciplinas. Abarcó los récords, tanto en pista como en calle, de los últimos diez años a nivel global y en distancias que van de los 100 metros hasta los 42 kilómetros.
Con estos números, los investigadores afirmaron que considerar el récord femenino no es adecuado porque ellas cuentan con un mayor margen de mejora. Por ejemplo, en la comparación con los hombres, la incorporación más tardía al deporte o a la menor participación en la actividad de las damas explican la evolución más acelerada de sus marcas.
Por otra parte, el récord entre los varones evidenció en la última década una mejora del 1,6%, pasando de 2:04:55 en 2007 a los 2:02:57 actuales. De modo que para bajar de las dos horas faltaría una mejora adicional del 2,4%, o del 4% con respecto a la de 2007, un progreso cuyo equivalente sucedió en 30 años (1984-2014), según los cálculos de los expedientes.
En conclusión, los científicos descartan la chance de que suceda, al menos en el corto plazo. Iría en contra de la progresión histórica. "Sobre la base de las tendencias y las diferencias conocidas entre las actuaciones de hombres y mujeres, el récord mundial femenino actual no es aún el equivalente a un maratón de menos de dos horas. Por ello, una inminente maratón por debajo de las dos horas no sería posible", finalizaron.
El experto en ciencias del deporte Ross Tucker, de la Universidad Free State (Sudáfrica), y el fisiólogo Jordan Santos-Concejero, de la Universidad del País Vasco (España), fueron los encargados de llevar adelante el análisis.
La mejor marca, no homologada
El campeón olímpico Eliud Kipchoge estuvo al borde de la gloria. En mayo de 2017, el multigalardonado altleta keniata priorizó gran parte de su tiempo en el proyecto de Nike 'Breaking2', una prueba especialmente organizada para conquistar el objetivo.
Finalmente, terminó corriendo la maratón más rápida de la historia. Sin embargo, no le alcanzó para pulverizar la marca. En el Autódromo de Monza, Italia, cronometró 2 horas 00 minutos y 25 segundos. No obstante, la competición no tuvo la validez necesaria para ser homologada como récord por la Federación Internacional de Atletismo.
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