Desde 1896, que el Rey Jorge I de Grecia inauguró la Primera Olimpiada Moderna, cada cuatro años, millones de habitantes del mundo concentran su atención en las variadas escenas de los Juegos Olímpicos. Habitualmente, luego de los Juegos, y por varias semanas, suelen circular una variedad de noticias acerca de los ganadores y los perdedores.
Sin ir muy lejos en el tiempo, en Londres 2012 hubo una que logró captar especialmente la atención de muchas personas: "Tres jamaiquinos arrasaron con todas las medallas en la competencia de 200 metros. El corredor Usain Bolt se llevó el oro al entrar primero con un tiempo de 19.32 segundos. La de plata su compatriota Yohan Blake con un tiempo de 19.44 segundos y la medalla de bronce Warren Weir con 19.84 segundos".
La característica de ser más o menos veloz se relaciona con diferentes factores, algunos de ellos de origen genético, y otros de origen ambiental
"Comencemos por explicar qué es un gen -puntualizó la doctora en biología molecular Viviana Bernath-. Es un fragmento del ADN que lleva la receta para fabricar una determinada proteína. Por ejemplo, los genes de la insulina y de la hemoglobina son aquellos que portan las indicaciones para sintetizar proteínas responsables de controlar los niveles de azúcar en sangre y de transportar el oxígeno por el cuerpo, respectivamente. Sin embargo, no existe ningún gen con la información para fabricar una proteína cuya función sea otorgarle velocidad a las personas. La característica de ser más o menos veloz se relaciona con diferentes factores, algunos de ellos de origen genético, y otros de origen ambiental".
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La directora de Zoigen analizó el componente genético de las personas más veloces. Y halló un estudio que la doctora Rachel Irving, investigadora de la Universidad de las Indias Occidentales en conjunto con la Universidad de Glasgow, publicó en su libro Jamaican Gold. La investigación reveló que el 70% de los velocistas jamaiquinos compartían una característica en el gen de la proteína alfa actina 3 que se encuentra en las fibras musculares de flexión rápida.
"La presencia de dicha característica le confiere a cualquier persona una mayor predisposición a ser más veloz", explicó Bernath, quien destacó que "la evolución hizo que muchos habitantes de esa pequeña isla del Caribe tengan esa cualidad".
Según un estudio, el 70% de los velocistas jamaiquinos comparten una característica en el gen de la proteína alfa actina 3 que se encuentra en las fibras musculares de flexión rápida
Ahora bien, lo fundamental es comprender que para que algunos jamaiquinos logren tiempos records, no es suficiente que porten esa variante genética sino que además deben darse determinadas condiciones ambientales que abarcan tanto la alimentación como el entrenamiento o las relaciones afectivas que, en su conjunto, permiten que se materialice esa mayor predisposición.
En ese sentido, Bernath hipotetizó: "Por un instante imaginemos que Usain Bolt tuviera un hermano gemelo de quien fue separado al momento del nacimiento y criado en otro país. Hoy decidimos reunirlos para que compitan en una carrera de velocidad. Seguramente, Bolt le sacará una gran ventaja aunque ambos sean idénticos desde el punto de vista genético. La explicación está en que Bolt creció en un país que invierte en infraestructura y entrenamiento para identificar y crear atletas de pista de elite".
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¿Qué ocurrirá, por ejemplo, con otra disciplina como la gimnasia rítmica?
Desde los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, todas las medallas de oro olímpicas en gimnasia rítmica las ganaron jóvenes rusas. Tal vez en poco tiempo se encuentre un gen relacionado con la aptitud en esta disciplina. Pero el verdadero secreto del triunfo de estas mujeres reside -según Bernath- en que Rusia fue la cuna de este deporte. Ya en el año 1945 se creaba allí la Unión de Gimnasia Rítmica y muchas niñas y jóvenes comenzarían a entrenar. Con el tiempo pasaría a formar parte del folklore cultural.
"Así podríamos continuar encontrando montones de asociaciones entre nacionalidades y deportes: norteamericanos y la natación, argentinos y el fútbol -analizó la especialista-. En síntesis, en la medida en que se vayan identificando genes de predisposición relacionados con las habilidades para diferentes deportes, el camino que mejor le garantizará medallas olímpicas a una nación será aquel que sepa conjugar la identificación de jóvenes con el ferviente deseo de convertirse en atletas, que además posean el plus de portar la predisposición genética que corresponda con programas de entrenamiento correctamente planificados".