Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas que viven con demencia está aumentando de forma acelerada. Actualmente, más de 55 millones de personas transitan esta enfermedad en el mundo y cada año hay casi diez millones de casos nuevos. Asimismo, se prevé que el número de personas que viven con esta patología casi se triplicará hasta alcanzar los 153 millones en 2050.
Ante este panorama, la búsqueda de tratamientos para esta enfermedad neurodegenerativa, entre las que se encuentra el Alzheimer, se vuelve una prioridad para los científicos.
En 2024, entraron en el mercado los primeros medicamentos que pueden cambiar el curso de la enfermedad de Alzheimer. Lecanemab, de Eisai y Biogen, y donanemab, de Eli Lilly, fueron aprobados por los organismos de control de medicamentos de muchos países occidentales, incluidos el Reino Unido y los Estados Unidos.
El doctor Jeff Cummings, profesor de neurociencia y salud en la Universidad de Nevada, afirmó al diario británico The Guardian: “Estoy muy entusiasmado. Estamos verdaderamente en una nueva era. Hemos abierto la puerta a la comprensión y manipulación de la biología de la enfermedad de Alzheimer para el beneficio de nuestros pacientes”.
Sin embargo, el experto advirtió que a causa de los altos precios, las complicadas técnicas de administración y los requisitos de tecnología para monitorear a los pacientes, estos medicamentos recientemente aprobados no van a estar disponibles ampliamente en todo el mundo.
Incluso, aun no están disponibles en el Sistema Nacional de Salud del Reino Unido. Pero el doctor Cummings dijo: “Este aprendizaje va a abrir la puerta a nuevas terapias de muchos tipos, y esos medicamentos pueden exportarse a todo el mundo”.
Actualmente, hay 127 medicamentos en ensayos para la enfermedad de Alzheimer.
Los medicamentos aprobados contra el Alzheimer
Lecanemab y donanemab, que estimulan al cuerpo a eliminar la placa amiloide del cerebro, asociada con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, retardan el deterioro en aproximadamente un 30%, dijo Cummings, quien trabaja con varias compañías farmacéuticas en ensayos y desarrollo de medicamentos.
Como detalló Infobae, en enero del 2023, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó el lecanemab, un fármaco contra el Alzheimer para pacientes en las primeras fases de la enfermedad. El fármaco pertenece a una clase de tratamientos que pretenden ralentizar el avance de la enfermedad neurodegenerativa eliminando del cerebro la proteína tóxica beta amiloide.
“He hecho este diagnóstico miles de veces. He tomado muchas manos y he pasado muchos Kleenex”, dijo en esa oportunidad Mary Jo Cleveland, médica y profesora especializada en medicina geriátrica en Wake Forest Baptist Health, EEUU. La nueva aprobación “se siente como el comienzo de algo importante, como si ahora pudiéramos tomar impulso”.
En julio de 2024, la FDA aprobó el uso del donanemab, que también ralentiza el avance de la enfermedad de Alzheimer. Este fármaco está destinado a pacientes con un deterioro cognitivo moderado o con demencia leve, para ser administrado en el tratamiento temprano de la patología.
Cabe aclarar que antes de iniciar el tratamiento con estos medicamentos, los pacientes necesitan un diagnóstico confirmado mediante una tomografía por emisión de positrones de alta tecnología o una punción lumbar. Para el seguimiento posterior es necesario realizar diversos estudios cerebrales.
Tras el aval de la agencia reguladora de EEUU, el doctor Alejandro Andersson, médico neurólogo y director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), explicó a Infobae: “El donanemab se mete´ en el cuerpo, entra al sistema nervioso y en el cerebro se pega a las placas amiloides. La unión del donanemab las placas de beta amiloide activa a una parte de la glía, que son células que sostienen a las neuronas, o sea, están en el tejido nervioso. ¿Cuáles son las células de la glía? Los oligodendrocitos que forman la sustancia blanca, la mielina”.
Al ser consultada por Infobae sobre la autorización de la FDA, la doctora Celeste Beltramini, especialista en Neurología en la Unidad de Neurología Cognitiva de la Clínica Universitaria Reina Fabiola de Córdoba, analizó la reciente aprobación y explicó: “El Donanemab es un anticuerpo monoclonal que está dirigido a evitar la acumulación de beta amiloide en el cerebro”.
“En los estudios, eliminó mejor las placas amiloides que aducanumab (Aduhelm) y lecanemab (Leqembi), también anticuerpos monoclonales de reciente aparición, y redujo las concentraciones de proteína tau en sangre”, señaló la experta y analizó los resultados del ensayo clínico e indicó: “Los pacientes experimentaron un 40% menos de riesgo de pasar de deterioro cognitivo leve a demencia leve, o de demencia leve a moderada”.
Qué países autorizaron los medicamentos para la demencia
Hasta el momento, lecanemab ya está aprobado en Estados Unidos, Japón, China, Corea del Sur, Hong Kong, Israel, Emiratos Árabes Unidos y Gran Bretaña, y se está comercializando en Estados Unidos, Japón y China, según detalla el laboratorio fabricante en su sitio web.
Donanemab fue aprobado por la FDA de Estados Unidos en julio de 2024 y luego aprobado en Japón en septiembre de 2024, y en Reino Unido un mes después. Actualmente, donanemab está siendo revisado por la Agencia Europea de Medicamentos y se espera un resultado durante el primer trimestre de 2025.
En tanto, el doctor Cummings destacó las recientes decisiones del regulador estadounidense, la Administración de Alimentos y Medicamentos, que permitió el diagnóstico de Alzheimer basado en un análisis de sangre como criterio de inscripción para los ensayos de medicamentos contra la demencia.
Eso podría facilitar el camino para que esos análisis de sangre, que buscan “biomarcadores” de demencia, se utilicen para el diagnóstico en clínicas.
Por otro parte, los resultados de las investigaciones afirman que los nuevos medicamentos podrían administrarse mediante inyección, lo que permitiría poder aplicarlos en el hogar por una enfermera o un cuidador.
“En última instancia, queremos medicamentos orales, algunas pastillas que se puedan tomar una vez al día”, dijo Cummings, hablando junto a Paola Barbarino, directora ejecutiva de Alzheimer’s Disease International (ADI). Otra novedad es la investigación sobre el Ozempic y sus efectos en Alzheimer.
Las formas de comprimidos de semaglutida (más conocida como Ozempic, un fármaco inyectable para la diabetes que se utiliza fuera de indicación para bajar de peso) ya se están probando para el Alzheimer y se esperan resultados a finales de 2025. Cummings, que lleva adelante esos ensayos, dijo que había razones plausibles para pensar que el fármaco sería eficaz al reducir la inflamación, que era “una parte fundamental de la enfermedad”.
El experto también pidió una mayor participación de los países de ingresos bajos y medios en los ensayos clínicos, con el fin de mejorar el conocimiento sobre cómo funcionan los medicamentos entre diferentes poblaciones y aumentar la capacidad científica sobre la demencia en esos lugares.
¿Podría haber una cura para el Alzheimer? Eso es “difícil”, dijo Cummings. Pero, agregó: “Sabemos lo suficiente sobre la manipulación de la biología y cómo se inicia, como para que podamos, creo, durante mi vida –tal vez un poco más, porque no soy joven– controlar los procesos que inician la enfermedad y, por lo tanto, simplemente no se desarrollaría en el cerebro”, respondió el experto a The Guardian.
Está comprobado que el 40% de los casos de Alzheimer podrían prevenirse si se combatieran a tiempo factores de riesgo clave, como fumar, beber alcohol y la contaminación del aire.
Recientemente, se agregaron el colesterol alto y la pérdida de visión como nuevos factores de riesgo a controlar para la prevención de la demencia.