El COVID-19 prolongado es una enfermedad compleja y ahora ampliamente reconocida, con estimaciones que oscilan entre el 5 y el 30 % de todos los casos y entre el 37 y el 76 % de los pacientes hospitalizados con la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al Long COVID como las condiciones posteriores a la dolencia que generalmente se extienden por 3 meses desde el inicio de la enfermedad, aunque no existe una definición, criterios o diagnósticos de consenso, se han identificado más de 203 síntomas en 10 sistemas y órganos.
Y la mayoría de los estudios señalan como los síntomas más comunes a la fatiga, el malestar post-esfuerzo, la anosmia/ageusia y la disfunción neurocognitiva.
Ahora, gracias a los descubrimientos de un grupo de científicos, se está obteniendo información fundamental para ayudar a mejorar la atención de los pacientes con COVID prolongado.
En un par de estudios recientes del Programa Post-COVID-19 de UT Health Austin, la práctica clínica de la Facultad de Medicina de Dell en La Universidad de Texas, los especialistas se han acercado a definir el patrón de síntomas que genera y cómo afecta a los pacientes, así como a desarrollar métodos para diferenciar a los pacientes que padecen long COVID de otras afecciones.
Estos esfuerzos de investigación son fundamentales para que tanto los médicos como los sistemas de salud comprendan las complejidades de este fenómeno y como parte de brindar la mejor atención posible a los pacientes.
La presente investigación no solo está refinando la definición y las necesidades de tratamiento para el COVID prolongado, sino también demostrando la efectividad de métodos de prueba innovadores, que son capaces de identificar y diagnosticar los problemas comunes de esta dolencia, incluso cuando las pruebas tradicionales no son suficientes.
Los resultados de la investigación de los estudios incluyen características clínicas de los pacientes.
El documento publicado en Scientific Reports tiene como objetivo comprender las experiencias de los pacientes con COVID prolongado para mejorar los servicios en las clínicas especializadas en post-COVID. El análisis de 252 pacientes encontró que experimentaban síntomas complejos e incapacitantes independientemente de la gravedad de su infección inicial, la edad, el sexo o si tenían problemas de salud preexistentes.
Las personas informaron una media de 18 síntomas nuevos después de recuperarse de la enfermedad. Los más comunes fueron fatiga (89%), “niebla mental” (89%) y dificultad para concentrarse (77%).
Casi la mitad mostró una disfunción cognitiva leve en las pruebas, y el 65% calificaron su salud mental y el 73% su salud física como “regular” o “mala”. La enfermedad afectó significativamente la capacidad de los pacientes para trabajar, con una disminución laboral a tiempo completo y un aumento de las tasas de desempleo.
Un segundo estudio innovador, realizado en colaboración con investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, presenta un análisis de sangre que puede diferenciar entre pacientes que padecen fibromialgia y COVID prolongado con un 100% de precisión. Publicado en Biomedicines, presenta un enfoque prometedor para diferenciar entre ambos. La fibromialgia es un trastorno crónico que causa dolor y sensibilidad en todo el cuerpo, así como fatiga y dificultad para dormir, síntomas que tienden a superponerse con el COVID prolongado.
En esta investigación participaron 100 pacientes adultos, la mitad diagnosticados con COVID prolongado y la otra mitad con fibromialgia. Los investigadores encontraron un marcador químico distinto en la sangre de pacientes con ésta, que estaba ausente en aquellos. El análisis de sangre es rápido y podría realizarse fácilmente en clínicas, lo que podría conducir a diagnósticos más rápidos y precisos
*Michael Brode es director médico del Programa Post-COVID-19. La información contenida en este artículo periodístico se desprende de las investigaciones denominadas “Características clínicas de los pacientes con COVID prolongado que se presentan en una clínica académica dedicada post-COVID-19 en el centro de Texas” y “Huellas dactilares metabólicas para el diagnóstico de fibromialgia y COVID prolongado clínicamente similares utilizando un espectroscópico FT-MIR portátil combinado con quimiometría” publicadas en Scientific Reports y Biomedicines. Además del comunicado de prensa emitido en la Escuela de Medicina de Dell de la Universidad de Texas.