El virus de la encefalomielitis equina, que se transmite a través de las picaduras de mosquitos, sigue avanzando en su circulación por la Argentina y Uruguay.
El Servicio Nacional de Sanidad Animal y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informó ayer que hubo 324 brotes de la encefalomielitis en equinos en 7 de las 24 provincias de la Argentina. Además, según informó el Senasa a Infobae, ya se registró la muerte de, al menos, 35 animales,
El sábado pasado, también se confirmó el primer caso de un caballo con la infección en Uruguay, según el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de ese país.
Se trata de una reemergencia de un virus que puede causar un tipo de encefalitis en equinos y -con menor frecuencia- en los seres humanos. El patógeno pertenece al género de los alfavirus. Hace una semana el Ministerio de Salud de la Nación alertó a los centros de salud y a los hospitales para que puedan identificar a tiempo casos sospechosos en personas. Hasta el momento, no se han reportado casos en humanos.
Cuáles son los síntomas de la infección en las personas
Hoy se considera como caso sospechoso a “toda persona que proceda de zonas con casos confirmados de encefalomielitis equina del Oeste o presencia de equinos enfermos o muertos en los últimos 10 días y con fiebre de comienzo brusco, acompañado de cefalea o mialgias sin afectación de las vías aéreas superiores, sin foco aparente y que presente manifestaciones neurológicas (vómitos, somnolencia, confusión, postración, temblores) meningitis o encefalitis y sin otra etiología definida”.
En el registro del Senasa, ya se han contabilizado 12 brotes de equinos con la enfermedad por diagnóstico de laboratorio y 312 por diagnóstico clínico. En estos casos, se diagnosticó la infección por los síntomas que presentaron los animales y por nexo epidemiológico.
Dónde se detectó la encefalomielitis equina
Los animales afectados estaban en las localidades de las provincias de Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Córdoba, Santa Fe, y Entre Ríos. Ayer se confirmó también la presencia del virus en animales Pirane, Colonia El Alba, departamento de Pirané, en Formosa. Además, hay muestras en estudio de animales de las provincias de Neuquén, Mendoza, Misiones y Santiago del Estero, según informó el Senasa a Infobae.
Desde el jueves pasado, rige la emergencia sanitaria nacional y hay prohibición del movimientos de equinos desde las jurisdicciones afectadas. También hubo medidas relacionadas con la vacunación de animales.
La vacunación era obligatoria en los caballos que se movilizaban en el territorio desde 2005. Pero en septiembre de 2016 el Senasa dictó una resolución por la cual afirmó “la vacunación contra la Encefalomielitis Equina (Este y Oeste) resulta en todos los casos de aplicación facultativa en nuestro país”, es decir, quedó a criterio del veterinario responsable de los animales o del propietario. Se argumentó que la vacunación en animales en movimiento no tenía “sustento epidemiológico suficiente para prevenir el contagio a otros animales susceptibles”.
Cuando el lunes de la semana pasada se confirmaron los primeros brotes, el organismo público había adoptado medidas a través de la Disposición 363/2023 y se fijó que los organizadores de eventos que concentran caballos debían exigir la vacunación antes del ingreso de los animales, aplicada al menos 15 días antes del movimiento. Como hay demora en la disponibilidad de vacunas (hay solo dos empresas nacionales que la producen y una tercera que la importa), se decidió que ese requisito se pondrá en vigencia en febrero.
Cómo se puede frenar a la encefalomielitis
“El impacto de la encefalomielitis equina del Oeste en los caballos se disminuye con la vacunación”, contó a Infobae el doctor Adrián Díaz, uno de los científicos del Conicet que está trabajando en el análisis de las muestras de los animales infectados como líder del Laboratorio de Arbovirus del Instituto de Virología Dr. José María Vanella de la Universidad Nacional de Córdoba.
“Al vacunar se previene el impacto del virus en los equinos, pero eso no frena la actividad viral. Para frenar la actividad viral se debe disminuir la abundancia poblacional del mosquito que es vector del patógeno. Por el momento no sabemos cuál es, en esta situación de los insectos. Las condiciones climáticas pueden disminuir la abundancia de mosquitos pero también puede promoverlas”, afirmó Díaz.
El científico y su equipo harán estudios para detectar cuál o cuáles son las especies de mosquitos que están generando los brotes actuales y qué animales sirven como reservorios del virus, los cuales podrían ser aves o mamíferos.
Existe la posibilidad de que el aumento de lluvias, asociado al fenómeno de El Niño, también haya favorecido el incremento de las poblaciones de mosquitos que transmiten el virus de la encefalomielitis, señaló como hipótesis a Infobae Mario Iturria, jefe de programa de enfermedades de los equinos de la Dirección Nacional de Sanidad Animal del Senasa.
El virus que causa la enfermedad ha estado presente en la región de las Américas desde hace mucho tiempo. Fue descrito por primera vez en 1930 en el Valle Central de California, Estados Unidos, y ocho años más tarde se descubrió que no solo afectaba a los caballos sino también a los humanos.
En la Argentina, desde 1933 hasta 1988 hubo diferentes brotes que afectaron a los equinos principalmente. Solo se reportaron 2 casos humanos en 1972 y otros 5 casos en 1983 en la provincia de Río Negro. Una de esas 5 personas falleció. No se han detectado en ninguna otra provincia en la historia de la enfermedad en el país, según contó a Infobae la doctora Marta Contigiani, profesora emérita de la Universidad Nacional de Córdoba.
Durante el brote de 1983, se encontró que el virus circulaba a partir de mosquitos de la especie Aedes albifasciatus, que habita en América del Sur.
Cómo se deben proteger las personas
Aún no hay disponible una vacuna específica para los humanos contra la encefalomielitis equina. Por eso, la principal medida de prevención para seres humanos es evitar la picadura de mosquitos que pudieran estar infectados con el virus, según la cartera de Salud. Se aconsejaron también estas medidas:
- Se deben eliminar o proteger recipientes y otros objetos que puedan acumular agua dentro de los establecimientos de cría, viviendas y en sus alrededores. Hay que prestar especial atención a los bebederos de caballos.
- Se deben colocar telas mosquiteras en puertas y ventanas de recintos de animales y viviendas.
- Se debe usar ropa de trabajo clara y de manga larga.
- Utilizar espirales en el exterior y pastillas o aerosoles en el interior de las edificaciones.
- Se deben aplicar periódicamente repelentes de insectos con el ingrediente activo DEET mientras se realizan tareas en el exterior o dentro de establecimientos de animales.
- Se debe tener en cuenta que la cantidad de horas entre las aplicaciones del repelente dependerá de la concentración de DEET del producto empleado. Por ejemplo, un producto con 30% de DEET debe ser aplicado cada 6 horas mientras que uno que contiene 10% de DEET debe ser renovado cada 2-3 horas. También pueden utilizarse repelentes que contengan IR3535 o icaridina
- El uso de repelentes con citronella como principio activo tienen un efecto menor que los que contienen DEET. Otros herbales como tinturas de clavo de olor, palo amargo, entre otras, o repelentes ultrasónicos no son efectivos contra la picadura de mosquitos.
En cuanto a la salud de los animales, si se observan cambios de conducta o comportamientos poco habituales en caballos, cualquier persona puede notificarlo al Senasa de Argentina. Se puede concurrir a la oficina más cercana; enviar un Whatsapp al 11 5700 5704; o escribir por correo electrónico o a través del apartado Avisá al Senasa de la página web.