La B12 es una vitamina esencial para el funcionamiento normal del cerebro, del sistema nervioso, y para la formación de la sangre y de varias proteínas. Su deficiencia es un problema de salud pública en el mundo en desarrollo por diferentes motivos. Se puede detectar en personas que siguen dietas veganas y vegetarianas.
En la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, está en marcha una investigación por la cual se podrían administrar vitaminas para vegetarianos y veganos -que no consumen ni carne ni lácteos- elaboradas a partir de algas como para contrarrestar el problema.
El trabajo llevado a cabo por los científicos de Cambridge ha puesto de relieve una solución inusual al problema. Sus experimentos han demostrado que muchos tipos de algas, que son organismos en gran parte acuáticos que carecen de raíces o tallos, muestran una notable capacidad para acumular B12. Por eso, se podrían aprovechar para suministrar suplementos eficaces de esta vitamina.
“Las dietas basadas exclusivamente en productos vegetales son excelentes en muchos aspectos, pero tienen ciertas deficiencias, y una de las más importantes es la falta de vitamina B12″, afirmó la profesora Alison Smith, jefa del grupo de metabolismo vegetal de la universidad.
Ya existen suplementos a base de vitamina B12, pero algunos son eficaces y otros no, añadió su colega, el doctor Payam Mehrshahi. “Si sigues una dieta vegana, corres el riesgo de tener carencia de vitamina B12. Puedes comprar suplementos, pero si te equivocas de pastilla o de suplemento, puedes seguir haciéndote daño”, subrayó el experto.
Además, según los investigadores, existe el problema de que los veganos y vegetarianos -una vez que han tomado conciencia de los problemas que conlleva la carencia de vitamina B12- quieren tomar suplementos de origen natural.
“Muchos veganos preferirían no tomar suplementos químicos y obtener la B12 como parte natural de su dieta”, comentó Smith. “No se puede obtener de las plantas, pero hemos descubierto que ciertas algas son fuentes ricas en esta vitamina”, contó en el diario The Guardian.
La vitamina B12 es un micronutriente esencial. Su carencia desencadena debilidad muscular, entumecimiento, náuseas, pérdida de peso, fatiga y aumento del ritmo cardíaco, mientras que una carencia continuada acabará por dejar a las personas susceptibles de padecer dolencias como anemia grave, cardiopatías y diabetes.
Las personas que solo siguen dietas basadas en plantas no obtienen la vitamina B12, porque es producida por bacterias como las que crecen en el aparato digestivo de vacas y ovejas. Entonces, no se puede obtener directamente de las plantas. La carne -en cambio- ha sido la principal fuente tradicional, junto con los productos lácteos y los huevos.
Si se adopta una dieta vegetariana, o más notablemente vegana, la ingesta de B12 puede reducirse drásticamente, y eso tiene consecuencias para el organismo humano.
Se calcula que el número total de veganos en el Reino Unido ha aumentado a más de un millón, casi el 1,5% de la población del país. Este aumento se refleja en las ventas de alimentos de origen vegetal, que aumentaron un 49% desde 2018, pero ahora se han estabilizado.
Sin embargo, las dietas veganas suministran solo el 10% de la B12 que aporta una dieta estándar en el Reino Unido. Esto suele equivaler a unos 0,5 microgramos al día, una cifra que está muy por debajo del nivel que se considera una dosis saludable, según un artículo publicado recientemente en el European Journal of Nutrition. El estudio también señala a las mujeres embarazadas y lactantes, así como a las personas mayores, como grupos de especial riesgo.
Consultada por Infobae la licenciada en nutrición Gabriela Saad, miembro del grupo de investigación en alimentos de la Sociedad Argentina de Nutrición, explicó: “Es cierto que las dietas vegetarianas o veganas son carentes de vitamina B12. Por lo cual, se requiere suplementación de la vitamina que debe estar indicada por un profesional de la nutrición. El tipo de suplemento, la dosis y la frecuencia depende de cada persona. No hay una regla general”.
También cuando se indiquen suplementos, hay que considerar la biodisponibilidad, que se refiere a la cantidad y la velocidad con la cuales la vitamina B12 ingresa al organismo, es decir, se absorbe, y llega a estar disponible en el sitio de acción, señaló Saad.
La B12 no es sintetizada por animales, plantas ni hongos. Sólo en presencia de cobalto, algunas cepas de bacterias y archaebacterias son capaces de hacerlo. Por este motivo, sólo está presente naturalmente en alimentos de origen animal: hígado (fuente especialmente concentrada por ser su órgano de depósito), carnes, quesos y en escasa cantidad en huevos, leche y yogurt. Está ausente en alimentos de origen vegetal, salvo que estén fortificados.
“En relación al uso de algas como suplementos de vitamina B12, debería haber más estudios que revisen la eficacia y la seguridad”, opinó la licenciada Saad.
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