Si hay algo que caracterizó a la Argentina desde el comienzo de la pandemia por COVID-19 desde hace tres años, es la baja cantidad de testeos que realiza y por lo tanto, los pocos datos para saber qué variantes están en circulación.
Ocurre que la casi cuadruplicación de infectados en los últimos siete días publicada el último domingo respecto a la semana anterior, encendió las alarmas de las autoridades sanitarias que buscan contener la sexta ola que está emergiendo en Argentina. En algunas jurisdicciones como por ejemplo Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), los casos positivos aumentaron un 270 por ciento en los últimos siete días. Es por eso que contar con datos actualizados de testeos y subvariantes circulantes se vuelve cada vez más importante, porque permite trazar el mapa epidemiológico actualizado y así, planificar la mejor forma de combatir el virus mutante.
Pero, al revés de lo recomendable, la información epidemiológica se volvió cada vez más deficiente. Hay dos datos significativos al día de hoy que dan cuenta de esta alarmante señal. La primera es que desde la semana 37 se percibe una escasa cantidad de testeos realizados, cosa que impide seguir la huella COVID, tal como lo señalan los últimos datos de cada Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) que se publican semanalmente desde mediados de septiembre a través del Ministerio de Salud de la Nación.
“En Argentina, la situación actual de variantes de SARS-CoV-2 se caracteriza por una circulación exclusiva de la variante Ómicron. En relación a los linajes de Ómicron, en SE37 la proporción de BA.4, BA.5 y Ómicron compatible con BA.4/BA.5 es de 35,37%, 39,02% y 10,98%, mientras que BA.2 se sitúa en 7,32% (todas las muestras registradas para SE37 cuentan con identificación de linaje)”, comunican los distintos BEN, salvo el dato aislado comunicado en la semana 41 que da cuenta de un registro de la subvariante de Ómicron BQ.1.1 (popularmente llamada “Perro del infierno” y un caso de Ómicron XBB.1 (popularmente llamada “Pesadilla”).
El segundo dato que evidencia la falta de datos actualizados de la circulación del coronavirus en el país es la desactualización que tiene la página Proyecto País o como es correctamente llamado, Proyecto Argentino Interinstitucional de genómica de SARS-CoV-2, desarrollado por el Consorcio Argentino de Genómica de SARS-CoV-2 y financiado, a través del subsidio FONARSEC IP COVID-19 N° 247, por la Agencia Nacional de la Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Argentina.
Proyecto País tiene como objetivo general, analizar la trayectoria evolutiva de los virus del SARS-CoV-2 que circulan en Argentina para estudiar su origen y dispersión en el país, en el contexto mundial, como así también analizar las mutaciones que pudieran afectar el diagnóstico, la transmisión y la virulencia del virus. Ocurre que los últimos datos publicados son del 1 de julio de 2022. Infobae quiso saber por qué ocurre este retraso y cuándo se actualizará, por lo que se comunicó con el Ministerio de Ciencia de la Nación, para saber más, pero hasta el momento no tuvo respuesta.
En el sitio Worldmeters, que publica estadísticas confiables sobre coronavirus, provenientes de los distintos ministerios de Salud de los 230 países que monitorea, precisa que Argentina realizó 35.716.069 testeos desde 2020, es decir 776.264 pruebas por millón de habitantes. Cifra que coloca al país en el puesto 111 de la clasificación mundial. Muy lejos de los casi 10 millones de test por millón de habitantes que tienen Hong Kong o España que están en el top 10 de países que más testearon.
Los nuevos sublinajes de Ómicron, BQ.1 y BQ.1.1, son las cepas que los científicos vigilan más estrechamente porque desde fines de septiembre registran un aumento sostenido en Europa y América del Norte. La prevalencia de la familia BQ.1 del coronavirus ocurre en el mundo incluso cuando la tendencia de casos confirmados de COVID-19 parece disminuir y las muertes derivadas de la infección están en los niveles más bajos de la pandemia a nivel global.
Varios expertos alertaron en las últimas semanas sobre su potencial capacidad de evasión de los anticuerpos frente al virus. Asimismo, el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) designó al sublinaje BQ.1 y BQ.1.1, como variantes de interés el 20 de octubre. Si bien no hay certezas sobre su habilidad para evadir la inmunidad, sus características aún están bajo análisis. Según las estimaciones del ECDC más del 50% de las infecciones por COVID serán por BQ.1 y BQ.1.1 a principios/mediados de diciembre. A principios de 2023, podrían representar más del 80% de los casos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que un 90% de la población mundial posee actualmente cierta inmunidad al Covid-19, aunque advirtió de la posible aparición de una nueva variante. “La OMS calcula que al menos el 90% de la población mundial tiene ahora algún nivel de inmunidad al SRAS-CoV-2 debido a una infección previa o a la vacunación. Estamos mucho más cerca de poder decir que la fase de emergencia de la pandemia ha terminado, pero aún no hemos llegado a ella”, apuntó en conferencia de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Y recordó que el pasado fin de semana se cumplió un año desde que la OMS informó de una nueva variante más contagiosa, la de Ómicron. Hoy día existen más de 500 subvariantes de Ómicron y todas son altamente transmisibles. Presentan además mutaciones que les permite escapar más fácilmente de la inmunidad.
Seguir leyendo: