Sabemos que la naturaleza nos brinda el contacto con lo más esencial de la existencia humana. El aire que respiramos, los alimentos que crecen de la tierra y la interacción sana con los animales son sólo algunos ejemplos de cómo nuestra cotidianidad está atravesada por el entorno mundano que nos rodea. Como si fuera una unión armónica entre las especies y nuestras necesidades, la miel que producen las abejas en sus panales tiene beneficios incalculables para el cuerpo, especialmente en lo relacionado a la actividad física.
En primer lugar, más allá de que sea un producto de sabor dulce por naturaleza, la miel colabora para controlar los niveles de azúcar en la sangre. ¿Por qué? Porque tiene fructosa, un hidrato que se encuentra también en algunas frutas. Este componente se ubica especialmente en el hígado y produce desde allí los indicadores de glucosa que precisa el organismo para nutrirse adecuadamente.
Beneficios
La nutricionista Mayra Vesciglio (MP 14627) dialogó con Infobae sobre las diversas posibilidades de la miel a la hora de hacer una actividad física. “Puede ser utilizada como un recurso para deportes de larga duración, ya que se necesitan azucares de rápida absorción que nos van a proporcionar energía inmediata. La energía, sumada a otros factores, nos permite lograr un mejor rendimiento deportivo”.
En segundo término, Infobae conversó con la licenciada en nutrición Jessica Lorenzo (MN 2295), quien coincidió con su colega: “La miel aporta un cantidad de carbohidratos de rápida absorción que se denominan genéricamente azúcares (glucosa y fructosa). La ventaja es que esos carbohidratos se absorben rápidamente y dan energía del mismo modo, algo que los deportistas necesitan durante el ejercicio: energía rápidamente disponible. Entre el 70% y el 80% de la miel está compuesta de carbohidratos, es decir que no aporta grasas ni proteínas”.
Luego de un arduo entrenamiento, nada mejor que descansar y recuperarse con horas de sueño. En ese sentido, la miel puede ser una aliada para dormir profundamente, ya que la glucosa colabora con el cerebro para evitar la producción de orexina, un componente que se presenta en las noches de insomnio particularmente.
Contraindicaciones
Al margen de las bondades de la miel a la hora de hacer ejercicio físico y de descansar, hay que tener en cuenta que su consumo puede ser perjudicial en algunos casos. “No se recomienda porque, al considerarse dentro de los azucares simples, su consumo elevado puede asociarse a patologías como sobrepeso o diabetes. La miel, al tener un índice glucémico elevado, prácticamente tiene el mismo efecto que el azúcar sobre los niveles de glucemia”, explicó Vesciglio.
Lorenzo, por su parte, agregó: “En referencia a las contraindicaciones, todo tiene que ver con las cantidades que se consumen, en qué momento, para qué y, sobre todo, si hay una condición clínica como la diabetes. Como todos los alimentos, hay que consumir la miel en una determinada cantidad. En el caso de los deportistas que vimos anteriormente, ellos tienen requerimientos diferentes a la población en general, ya que sus necesidades de nutrientes son mas altas -entre ellas, las de carbohidratos que dan energía”.
Así las cosas, las dos profesionales consultadas por Infobae coinciden en que aquellas personas que presentan cuadros previos de obesidad o diabetes deben evitar el consumo de miel. Según Lorenzo, “no hay que generalizar ni sus beneficios ni sus contraindicaciones. La advertencia es siempre consultar al profesional nutricionista para ver las cantidades adecuadas al estado nutricional de la persona; al deporte o a la actividad física que haga; a la situación clínica y al momento (competencia, entrenamiento, post competencia) en que se consuma”.
La importancia de las abejas
Estos animales que producen miel en su hábitat natural son esenciales para la existencia de seres vivos en el planeta Tierra ya que, entre otras cosas, a través de la polinización mantienen a los ecosistemas equilibrados y promueven el desarrollo sostenible. De acuerdo a las cifras que publicó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cerca del 90% de las plantas florales dependen de la actividad de las abejas para poder reproducirse. Asimismo, el 75% de los cultivos de alimentos mundiales se nutren de estas especies polinizadoras.
De todas maneras, la ONU advirtió con preocupación que las abejas muestran una tasa de extinción fuera de lo normal, por lo que la población global de 20 mil especies será observada en los próximos años para preservar su existencia que, como se ve, es de vital importancia.
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