Un estudio sugiere que los hombres que beben té pueden tener más suerte a la hora de concebir. Es que investigadores de China estudiaron la calidad del semen de casi 1.400 hombres y sus resultados revelaron que los aficionados a estas infusiones tenían una mayor concentración y recuento de esperma.
Los beneficios del aumento de esperma sólo se observaron en los hombres que bebían té tres días a la semana, por lo que los expertos no saben si tomar una taza todos los días sería aún mejor.
Los investigadores de la Universidad de Hubei, en Wuhan, la ciudad donde surgió el COVID-19, concluyeron que “beber té puede mejorar la salud reproductiva masculina”.
El número de espermatozoides se ha reducido en las últimas décadas, lo que ha provocado advertencias sobre una crisis de fertilidad masculina. El sobrepeso o la obesidad se vinculan a la producción deficiente de espermatozoides, dicen los médicos. Por eso se recuerda a los hombres que quieren ser padres los beneficios de llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio con regularidad.
Algunos alimentos saludables, como la fruta, las verduras de hoja verde y las legumbres, se han relacionado individualmente con una mejor concentración y movilidad de los espermatozoides, es decir, con su capacidad para moverse con eficacia.
Del mismo modo, los estudios sobre fertilidad también han sugerido que la carne roja, el café y los tentempiés azucarados pueden provocar un descenso de la calidad del semen. Sin embargo, los expertos responsables del último proyecto afirman que los efectos del consumo de té sobre el esperma no están claros.
Los científicos reclutaron a 1.385 hombres, que proporcionaron unas cuatro muestras cada uno entre abril de 2017 y julio de 2018. Los voluntarios también fueron interrogados sobre sus hábitos de salud y estilo de vida.
Todos los participantes estaban sanos y eran examinados como potenciales donantes de esperma en el Banco de Esperma Humano de la Provincia de Hubei, en China. Los resultados, publicados en la revista científica Chemosphere, mostraron que el 28% bebía té, mientras que el 72% no lo hacía. Aun así, los voluntarios no informaron del tipo de té que ingerían, ni de si añadían leche o azúcar.
El estudio se llevó a cabo en China, donde el té verde, el oolong y el negro son habituales, y normalmente se combinan con agua.
En comparación con los no bebedores de té, los que disfrutaban de una taza tenían una mayor concentración de esperma -el número de espermatozoides por mililitro de semen- y recuento de espermatozoides, que es el número total de espermatozoides por eyaculación.
Una baja concentración de espermatozoides se clasifica como menos de 15 millones de espermatozoides por mililitro de semen, mientras que un bajo recuento de espermatozoides es cualquier cosa por debajo de 39 millones de espermatozoides por eyaculación.
Los investigadores descubrieron que los que bebían té al menos tres días a la semana tenían un recuento de espermatozoides un 5% mayor y una concentración un 0,4%mayor. Sin embargo, los que bebían té menos de tres días a la semana no obtenían los mismos beneficios, con un recuento y una concentración de esperma menores que los que no bebían té.
El equipo también descubrió que los que habían bebido té durante 10 años o más tenían una concentración de esperma un 15,3% mayor que los que no bebían té. Sin embargo, no se observó ninguna relación entre el consumo de té y la motilidad y estructura del esperma, otros dos factores que pueden afectar a la fertilidad del hombre. Los investigadores, dirigidos por Xia-ren Liu, concluyeron: “Nuestros resultados demuestran que el consumo de té puede mejorar la salud reproductiva masculina”.
Según los expertos, los beneficios del consumo de té pueden deberse a los polifenoles, unos compuestos de la bebida repletos de antioxidantes que, según se ha comprobado, aumentan la supervivencia de los espermatozoides.
Un recuento o una concentración de espermatozoides bajos pueden dificultar la concepción natural de un hombre, ya que este problema afecta a un tercio de las parejas que luchan por quedarse embarazadas.
Los estudios han demostrado que el número de espermatozoides tiende a disminuir, lo que hace que los expertos en reproducción den la alarma de que la situación podría “amenazar la supervivencia humana”.
La doctora Shanna Swan, epidemióloga de la Escuela de Medicina Icahn en el Monte Sinaí de Nueva York, es autora de un estudio pionero de 2017 que reveló que el recuento de esperma a nivel mundial ha disminuido en más de la mitad en las últimas cuatro décadas.
La especialista advirtió que las “sustancias químicas de todas partes”, como los ftalatos que se encuentran en los artículos de tocador, los envases de alimentos y los juguetes de los niños, son los culpables. Estas sustancias provocan un desequilibrio hormonal que puede causar “estragos en la reproducción”, dijo y señaló que también pueden influir factores como el consumo de tabaco y marihuana y el aumento de las tasas de obesidad.
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