A medida que transcurren los meses y las estaciones del año, el sol nos ilumina más o menos horas según corresponda. Los seres humanos presenciamos naturalmente este fenómeno y por lo general lo tomamos con normalidad. Sin embargo, la ciencia encontró datos que ponen en discusión esa premisa. Expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de California (UC), en San Diego, realizaron un estudio en el que observaron, entre otras cosas, que hay cambios de comportamiento que responden a la duración del día.
El trabajo, que fue publicado en Science Advances, utilizó a una especie de ratón para analizar sus neuronas, que se vieron afectadas y cambiaron la expresión de los neurotransmisores al recibir distintos estímulos artificiales de luz. Davide Dulcis, profesor del Departamento de Psiquiatría y miembro del Centro de Biología Circadiana de la UC, fue uno de los líderes de la investigación y profundizó sobre los hallazgos.
El reloj del cuerpo
Los especialistas a cargo de Dulcis aclararon que el cerebro del ratón funciona de forma similar al del ser humano. En ese sentido, explicaron que dentro del hipotálamo cerebral hay una estructura llamada núcleo supraquiasmático (SCN). El SCN es el cronómetro del cuerpo y regula los ritmos circadianos.
¿Qué son los ritmos circadianos? Alteraciones físicas, mentales y de comportamiento que suceden en un ciclo de 24 horas, cambiando el metabolismo y la temperatura corporal. Este proceso es posible gracias al SCN, que funciona con la entrada de células fotosensibles desde la retina del ojo. De esta forma, nuestro cuerpo recibe naturalmente un indicador de los cambios en la luz y en la duración del día.
Según detallaron los científicos responsables de este proyecto, las neuronas del SCN se coordinan entre sí para adaptarse a diferentes cantidades de luz natural. Así, con una intervención artificial que consistió en estímulos luminosos, encontraron variaciones en la actividad cerebral y en los comportamientos diarios posteriores de los ratones. “El hallazgo más nuevo e impresionante de este estudio es que descubrimos cómo manipular artificialmente la actividad de neuronas SCN específicas”, dijo Dulcis.
Alexandra Porca, una de las colegas de Dulcis, sumó su visión sobre el estudio: “Revelamos adaptaciones moleculares novedosas en respuesta a la duración del día para ajustar la función hipotalámica y el comportamiento diario. El cambio de neurotransmisores que mostramos en este trabajo podría proporcionar el vínculo anatómico y funcional que media los cambios estacionales en el estado de ánimo”, afirmó.
Finalmente, el informe en cuestión describió cómo se manifiestan estos procesos en los seres humanos: “La reducción de la duración del día en invierno se asocia con el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), una afección del estado de ánimo caracterizado por episodios depresivos”, dijo, mientras que, en contrapartida, estos expertos afirmaron que los síntomas del TAE disminuyen cuando llega el verano.
Qué es el Trastorno Afectivo Estacional
El TAE es una afección que predomina en las naciones nórdicas del planeta Tierra. De acuerdo a la información difundida por el Royal College of Psychiatrists, suele ser causado por la falta de luz solar entre el final del otoño y el principio de la primavera. Este trastorno tiene características similares a la depresión: falta de energía; disminución del deseo sexual y de participar en actividades sociales; dificultad para concentrarse; y antojo excesivo de comer.
Según diversos registros, tres de cada 100 habitantes del Reino Unido sufren de depresión severa durante el invierno. Por lo tanto, es normal recurrir a terapias de luz que fueron pensadas especialmente para el TAE. Un caso reconocido fue el del cantante de los Rolling Stones, Mick Jagger, quien en 2021 apareció públicamente con unas extrañas gafas.
Más tarde, se supo que el músico sufría de este trastorno. Los lentes de fototerapia que portaba Jagger fueron diseñados para mejorar el estado de ánimo de la persona mediante el uso de luz artificial. De esta manera se pueden aumentar los niveles de energía especialmente en el transcurso del invierno.
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