Finalmente llegó el día: el Ministerio de Salud comenzó a distribuir las vacunas del laboratorio Moderna donadas por Estados Unidos. En esta primera etapa se repartirán 901.040 dosis entre todas las provincias del país y serán destinadas a los adolescentes de 12 a 17 años con condiciones priorizadas.
La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti presentó hoy ante referentes de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), de la Defensoría Niños, Niñas y Adolescentes, y funcionarios de las carteras sanitarias provinciales las condiciones de priorización para la vacunación COVID-19 en adolescentes de 12 a 17 años que se consensuaron en el consejo federal de salud a partir de las recomendaciones de expertos y de la Comisión Nacional de Inmunizaciones.
“Estamos presentando el inicio de la vacunación de adolescentes en relación a lo que son grupos priorizados después de haber trabajado en un documento con la Sociedad Argentina de Pediatría, con el comité de expertos, con la Comisión Nacional de Inmunizaciones, y con el aval de los 24 ministros y ministras de todo el país”, indicó Vizzotti.
Ante la llegada al país de vacunas COVID que utilizan la plataforma de ARN mensajero autorizadas para ser administradas en niñas, niños y adolescentes (NNyA), la SAP consideró importante dejar claro su posicionamiento frente al inminente inicio de la vacunación en la edad pediátrica, basándose en los datos publicados hasta el momento en la literatura internacional.
Consultado por Infobae, Omar Tabacco (MN 174475), médico pediatra y presidente de la SAP precisó: “Como institución científica especializada en pediatría le llevamos al Ministerio de salud un documento técnico elaborado por la SAP y en la reunión virtual de hoy hemos consensuado las condiciones de los adolescentes y niños que integrarán la lista de los grupos priorizados entre 11 y 17 años en pos de expeditivos, claros y amplios en la convocatoria de esos grupos etarios y sus condiciones de salud. Habíamos hecho ya un documento técnico, un poco menos abarcativo, que aportamos a las autoridades sanitarias y de Educación para evaluar la presencialidad de las clases”.
Según recalca la SAP, en junio de 2021, el Comité de Medicamentos Humanos (CHMP) de la European Medicines Agency (EMA) recomendó otorgar una extensión de la indicación para la Vacuna COVID-19 mRNA Moderna para incluir el uso en niños de 12 a 17 años y el 21 de julio de 2021 la aprobó para ser usada en este grupo poblacional.
La vacuna Moderna, que ya estaba autorizada para su uso en personas mayores de 18 años, funciona a través de tecnología del ARN mensajero al igual que la de Pfizer/BioNTech. El ARN mensajero sintético es una variación ingeniosa de la sustancia natural que dirige la producción de proteínas en las células de todo el cuerpo. Este componente se fabrica en laboratorio. Mediante la vacuna, se inserta en el cuerpo y toma el control de esta maquinaria para fabricar proteínas o antígenos específicos del coronavirus: sus “espículas” o espigas, esas puntas tan características que están en su superficie y le permiten adherirse a las células humanas para penetrarlas. Estas proteínas, inofensivas en sí mismas, serán liberadas por nuestras células tras recibir las instrucciones de la vacuna, y el sistema inmunológico en respuesta producirá anticuerpos. Estos anticuerpos permanecerán de guardia durante mucho tiempo con la facultad de reconocer y neutralizar el coronavirus en el caso de que nos infecte.
Ahora los niños
En un estudio clínico Fase 2/3 aleatorizado, controlado con placebo, ciego al observador en el que participaron 3.732 niños de entre 12 y 17 años, se produjo una respuesta de anticuerpos comparable a la observada en adultos jóvenes de 18 a 25 años (medida por el nivel de anticuerpos contra el SARS-CoV-2). No hubo ningún caso de COVID-19 sintomático en el grupo de Moderna y 4 casos de COVID-19 sintomático en el grupo placebo. Los efectos secundarios fueron similares a los presentados en el grupo de 18 a 25 años, la mayoría de tipo leve a moderado y con mejoría a pocos días de la vacunación. Por lo tanto, el CHMP consideró que los beneficios de Moderna en niños de 12 a 17 años superan los riesgos, en particular en aquellos con afecciones que aumentan el riesgo de COVID-19 grave.
Tabacco y los expertos de la SAP aportaron un dato sustancial que sirvió para que las autoridades nacionales impulsen y amplíen el plan de vacunación nacional en el segmento pediátrico. “De los 105 mil muertos que acaecieron en la Argentina , 268 corresponden a menores de 20 años y de esos 268 , el 85% sufría comorbilidades . Es decir, estos chicos tienen seis ó 7 veces más posibilidades de aumentar el riesgo de muerte con respecto a adolescentes sanos”, expresó.
En diálogo con este medio, el presidente de la SAP explicó que solicitaron, dentro de la ampliación de los adolescentes con condiciones priorizadas que se incluya a todo aquel joven entre 12 y 17 años que tenga/exhiba un carnet de discapacidad, debe ser vacunado. “Lo mismo vale para las adolescentes embarazadas”, dijo Tabacco.
Por otro lado, destacó con firmeza: “Señalamos también sobre la implementación del plan de vacunación en estos grupos de adolescentes priorizados que recibirán la vacuna Moderna, que se reserven por lo menos 1.800.000 dosis para asegurar al grupo cuantificado en 900 mil adolescentes que reciban las dos dosis y en el término de las 4 semanas de intervalo entre las mismas como máximo.
Respecto de la vacunación contra COVID-19 en niños y adolescentes, la SAP elaboró 10 consideraciones a tener en cuenta:
1. Aunque la población pediátrica haya demostrado no ser la más afectada en el marco de la actual pandemia COVID, los niños pueden enfermar y en algunas situaciones desarrollar formas graves de la enfermedad y complicaciones posteriores. Si bien los niños han demostrado ser menos transmisores del virus que los adultos, cuando presentan cuadros graves, poseen mayor carga viral y pueden transmitir la enfermedad.
2. La vacunación pediátrica resulta ser una herramienta valiosa para lograr la inmunidad de rebaño frente a nuevas variantes del virus SARS-CoV2 que presentan mayor transmisibilidad. La vacunación del mayor porcentaje posible de la población es un recurso imprescindible para agrandar la barrera epidemiológica y poder controlar la pandemia”, explicaron desde la SAP
3. La SAP ha jerarquizado siempre la importancia de las vacunas en la población pediátrica y ha trabajado de manera constante en la mejora de nuestro calendario de vacunación y en su cumplimiento. Las vacunas son un derecho.
4. Existen actualmente muchas vacunas que están siendo administradas bajo condiciones regladas en el marco de estudios controlados de eficacia y seguridad en niños. Las vacunas de ARN mensajeros han sido las primeras en ser autorizadas para ser administradas en niños por la Food and Drugs Administration (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
5. Todas las vacunas con las que contamos actualmente contra el COVID-19 son seguras y efectivas.
6. Las vacunas contra COVID-19 deberán ser administradas en niños y adolescentes bajo un estricto monitoreo de seguridad.
7. Los niños deberán recibir esquemas completos de vacunación (dos dosis con el intervalo correspondiente al esquema de vacunación de cada tipo de vacuna).
8. Los principales efectos secundarios vinculados con la vacuna COVID-19 a nivel local son dolor, enrojecimiento y tumefacción en el sitio de inoculación. Los principales efectos secundarios a nivel sistémico son: sensación de cansancio, dolores musculares, cefalea, fiebre y escalofríos, náuseas, vómitos
9. El Center for Diseases, Control and Prevention (CDC) reportó recientemente sobre una mayor cantidad de casos de miocarditis y pericarditis en adolescentes y adultos jóvenes después de haber sido vacunados contra COVID-19 con vacunas de ARN mensajero, especialmente en varones después de la segunda dosis y a partir del 4° día de la vacunación. La agencia regulatoria señala que al momento actual los beneficios conocidos y potenciales de la vacunación superan los riesgos conocidos y potenciales, incluido el posible desarrollo de miocarditis y pericarditis, por lo que se debe seguir recomendando la vacunación contra COVID-19 con estas vacunas en niños de 12 años o más.
10. Resulta necesario realizar una consulta médica si los síntomas sistémicos permanecen más allá de 48 horas.
Desde la SAP hicieron hincapié en que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) deberá expedirse a cerca de la seguridad, eficacia y calidad de las vacunas con las que cuenta nuestro país para ser aplicadas en NNyA.
Este primer lote será destinado a la inmunización de los jóvenes correspondiente a la franja etaria de 12 a 17 años con alguna de las siguientes condiciones priorizadas:
Niños con enfermedades cardiológicas (mayor riesgo):
•Insuficiencia cardíaca severa y en lista de trasplante cardíaco
•Hipertensión Pulmonar / Eisenmenger
•Cardiopatías congénitas con insuficiencia cardíaca secundaria a cardiopatías no corregidas o a lesión/es residual/es significativa.
• Circulación de ventrículo único (etapa Glenn /etapa Fontan).
Niños con enfermedades respiratorias (Mayor riesgo):
• Requerimiento de oxigenoterapia diurna, nocturna o intermitente.
• Traqueotomía y/o enfermedades graves de la vía aérea (malasia o estenosis) con o sin apoyo ventilatorio.
• Ventilación mecánica invasiva o no invasiva, durante todo el día o parte del mismo.
• Tratamiento con inmunosupresores.
• Función pulmonar menor de 50% (cualquiera de los siguientes: VEF1 ≤ 50 del teórico, CVF ≤50% del teórico, DLCO ≤60%)
• Internaciones por intercurrencias respiratorias (2 veces o más en el último año).
• Hospitalizaciones por asma (2 o más veces en el último año).
• Ingreso a UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) por asma en los últimos 12 meses.
• Asma mal controlada, que por su gravedad o inestabilidad requiere agregar al tratamiento de base, corticoides orales diarios o a días alternos por tiempo prolongado (3 o más semanas). Tratamiento con fármacos biológicos.
• Fibrosis quística.
• Enfermedades neuromusculares.
• Tuberculosis activa (caso nuevo o recaída, diagnosticados en los últimos 12 meses).
Niños con enfermedades renales (mayor riesgo):
• Síndrome nefrótico
• Pacientes en tratamiento inmunosupresor
• Pacientes en diálisis.
Niños con enfermedades reumáticas (mayor riesgo)
• Enfermedades autoinmunes y/o Tratamientos inmunosupresores, inmunomoduladores o biológicos. (Lineamientos Técnicos MSN 10/6/2021)
• Pacientes que hayan presentado debut o brote de enfermedades como LES, dermatomiositis juvenil, esclerosis sistémica, vasculitis, o enfermedades auto-inflamatorias como la artritis idiopática juvenil de inicio sistémico, o síndrome de activación macrofágica, que estén en tratamiento con corticoides en dosis superiores a 1 mg/kg/día.
• Pacientes con enfermedades auto-inflamatorias que asocian componente de inmunodeficiencia.
Niños con infección por virus de inmunodeficiencia huamana VIH/SIDA
Niños con diabetes y obesidad (mayor riesgo)
•Diabetes tipo 1 (insulinodependiente y no insulinodependiente).
• Obesidad Grave (Puntaje Z ≥ 3: considerar obesidad grave (*).
•Obesidad con complicaciones respiratorias o metabólicas (diabetes tipo 2).
Niños con enfermedades hepáticas (mayor riesgo)
• Pacientes con cirrosis hepática.
• Hepatitis autoinmune.
Niños con enfermedades gastrointestinales (mayor riesgo)
•Enfermedad inflamatoria intestinal que reciben tratamiento inmunosupresor.
•Desnutrición grave (IMC para edad z-score < -3).
• Intestino corto.
• Nutrición parenteral total.
Niños con enfermedades hemato-oncológicas (mayor riesgo):
• Onco-hematológicos en tratamiento de Mantenimiento.
• Trasplante de células madre hemato-poyéticas que no presenten enfermedad injerto versus huésped.
Niños trasplantados (mayor riesgo):
• Pacientes en lista de espera para trasplante de órganos sólidos.
• Trasplantados de órganos sólidos.
Niños con enfermedades genéticas y errores innatos de la inmunidad
• Niños con Síndrome de Down
• Niños con otros síndromes genéticos y trastornos de la inmunidad.
• Inmunodeficiencias primarias y secundarias. En el caso de déficit de IgA (consultar al especialista)
Niños con enfermedades neurológicas (mayor riesgo)
• ECNE
• Enfermedades desmielinizantes
Niños con discapacidad intelectual y del desarrollo (mayor riesgo)
• Con situaciones que inhabilite las capacidades individuales de ejecutar, comprender o sostener en el tiempo las MEDIDAS de cuidado personal para evitar el contagio o transmisión de la COVID-19; y/o se encuentren institucionalizados, en hogares o residencias de larga permanencia; y/o requieran asistencia profesional domiciliaria o internación domiciliaria.
Adolescentes institucionalizados
Adolescentes emabarazadas
El debate caliente
El debate mundial sobre si hay que inocular o no a los pediátricos aún no está saldado, la gran mayoría de los niños y adolescentes que atraviesan la COVID-19 lo hacen de manera leve o asintomática.
Son muy pocos los que se complican; y es importante tener en cuenta que cuanto más gente de otras edades esté vacunada, serán los niños y los adolescentes quienes puedan transformarse en reservorios del virus.
¿Cuáles son los riesgos y los beneficios de incluir a los pediátricos entre los “grupos objetivo” de las campañas de vacunación? ¿Cuáles son las comorbilidades target que merecen ser priorizadas? Allí encabezan la lista, las enfermedades cardíacas, neurológicas, renales, respiratorias, obesidad, y algunos tipos de discapacidad, entre otros.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) junto a dos grupos de defensa de las vacunas -la fundación GAVI y la CEPI- y Unicef, se pronunciaron sobre la no recomendación -en esta etapa de la pandemia- de vacunar a niños y adolescentes. Y sugirieron poner el esfuerzo en los grupos prioritarios.
Cada vez hay más consenso -en tiempo pandémico- entre los especialistas de caminar hacia sociedades plenamente vacunadas, y acerca de que los menores de 18 representan un segmento etario fundamental para colaborar en la tan mentada inmunidad de rebaño. Queda claro entonces que los niños y jóvenes inmunizados colaborarán a “perforar” los contagios, y por lo tanto, la pandemia.
SEGUIR LEYENDO: