Para su 27 aniversario de bodas la estrella de Breaking Bad, Bryan Cranston, le regaló a su esposa Robin un artículo bastante inusual, pero que prometía darle "el mejor excremento de su vida".
Es un taburete de plástico que se ha vuelto muy popular, mide 18 centímetros de alto, conocido como Squatty Potty y hace que el cuerpo se incline sobre la base del baño.
La persona en cuestión debe apoyar los pies en este pequeño banquillo mientras se encuentra evacuando, el efecto hace que uno mantenga las rodillas levantadas por encima de las caderas y terminar en posición semi agachado, esta postura nos remonta a los inodoros de la antigüedad o incluso a momentos más primitivos, como los agujeros en el suelo.
La familia de mormones que fabrica Squatty Potty afirmó que en esta posición el colon se alisa y le da a la materia fecal un recorrido fácil desde las entrañas hasta el inodoro. Por lo que reduce la hinchazón, el estreñimiento y la tensión que son causantes de las hemorroides.
Al reflexionar sobre el regalo que le dio Carnston a su esposa, comentó:"La eliminación es amor".
Desde su creación, se han vendido más de 5 millones de Squatty Potties tras su aparición en el mercado en 2011. Celebridades como Sally Field y Jimmy Kimmel se entusiasmaron con este artículo, y la estrella de baloncesto Stephen Curry puso uno en cada baño de su casa.
"Tenía una eliminación completa", dijo Howard Stern, el famoso deportista, después de que usó uno por primera vez, en 2013. "Fue increíble. Me sentí vacío. Yo estaba como, 'Holy shit'", agregó.
El Squatty Potty ha sido objeto de burlas pero también de adulación como por parte de la drag queen RuPaul, quien no ha parado de comentar sobre sus beneficios.
We've been playing #RedDeadRedemption2 with Dookie, but he's confused about why the horses are pooping in the streets instead of with a Squatty Potty
We told him "it was a different time" pic.twitter.com/zKtXbSdJma
— Squatty Potty® (@squattypotty) October 26, 2018
En enero, la empresa Squatty Potty LLC alcanzará los USD 33 millones de en ingresos anuales según el canal de negocios CNBC que calificó a este dispositivo como un "monstruo de culto".
El éxito se debe en gran medida a "This Unicorn Change the Way I Poop", un anuncio en línea que lanzó la marca en octubre del 2015 y que desde entonces se ha visto más de 100 millones de veces, según reportó The Guardian.
En el video, un unicornio sentado con sus cascos traseros postrados sobre en Squatty Potty se dedica a defecar un "helado del color del arco iris" a unos conos de pastel, mientras un gallardo príncipe isabelino detalla los beneficios de ponerse en cuclillas para defecar.
Al final del video, el príncipe sirve el helado a una manada de niños. ("¿Qué sabor tiene, delicioso? ¿Es lo mejor que has tenido en tu vida?", se logra escuchar en el video).
En un principio muchas personas consideraron al banquillo como una broma para regalo de navidad, pero Squatty Potty ejerce una poderosa fuerza emocional sobre sus dueños.
"Tengo uno y tengo que decirte que arruinará tu vida", publicó recientemente un usuario de la red social Reddit llamado chamburgers. "No puedo hacer del baño en ninguna parte que no sea en casa con mi Squatty Potty. Cuando tengo que hacer en el trabajo, me quedo insatisfecho. Es como subirse a un saco de dormir mojado ", añadió el internauta.
Incluso la popularidad de Squatty Potty, así como la existencia de sus muchos rivales e imitadores es uno de los signos más claros de que hay una ansiedad que ha ido creciendo durante la última década.
Al haber renunciado a la postura natural que nos legó la evolución, es decir las cuclillas y sentarnos en los "tronos" de porcelana, hemos adoptado una plaga de problemas intestinales innumerables. Tan sólo en EEUU millones sufren de hemorroides (según algunos estudios la cantidad es de 125 millones), y otros más tienen infecciones relacionadas como es la inflamación del colón.
Los únicos que ganan con estas enfermedades son los mercados de tratamientos médicos para aliviar estos padecimientos, como son las cremas, los cirujanos, las ventas de almohadillas para hemorroides, las cuales valen millones de dólares.
Aunque se ha comentado que la dieta es un factor que contribuye a tener esta clase de problemas, recientemente se ha centrado la atención en los efectos que tiene la postura sobre estos padecimientos.
La clínica Mayo se encuentra realizando un estudio controlado para ver si el Squatty Potty puede aliviar el estreñimiento crónico que afecta a 50 millones de estadounidenses y la mayoría de ellos son mujeres, muchas de las cuales tienen más de 45 años.
El excremento y la cultura
De un tiempo para acá las defecaciones han dejado de ser un tabú para convertirse más bien en un fetiche de la cultura contemporánea. Ahora hay fiestas donde los emojis de excrementos son una sensación.
Las personas mandan la reconocida imagen con ojitos a diestra y siniestra y no sólo eso, hay conversaciones interminables en TripAdvisor que explican cómo hacer del baño de cuclillas en WC públicos.
Hay toda una subcultura de YouTube dedicada a infiltrarse en baños con inodoros antiguos y vaciarlos silenciosamente una y otra vez (uno de estos canales tiene más de 16 millones de visitas).
Y el arte no se ha salvado, ya que el novelista Karl Ove Knausgaard ha dedicado capítulos completos a sus movimientos intestinales. Y hasta se han escrito artículos de opinión sobre los placeres de evacuar al desnudo.
Pero en realidad, aunque el Squatty Potty podría pasar por un artículo banal, está cambiando no sólo la manera en que la gente discute cómo evacuar, sino también el cómo lo hacen realmente y se ha vuelto una locura.
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