El miedo es una condición propia de cada ser humano en todo el mundo. Cuando ese miedo se vuelve incontrolable, se vuelve una fobia que pone extremadamente nerviosa a las personas, al punto de que pueden llegar a limitar su vida diaria. El abanico de los trastornos es variado, y a la vez está muy generalizado. Es por ello que un equipo de neurocientíficos de diversas partes del mundo elaboró un método con el fin de erradicar las fobias sociales, que según estadísticas mundiales afecta al 14% de la población.
El trabajo en conjunto entre especialistas de la Universidad de Cambridge junto a expertos japoneses y estadounidenses descubrió la manera de eliminar los miedos de manera inconsciente, usando una combinación de elementos de inteligencia artificial y técnicas de escáner cerebral.
El experimento, publicado en la revista Nature Human Behaviour, podría dar lugar a una nueva forma de tratar a los pacientes con fobias o con otro tipo de condiciones, como el trastorno de estrés postraumático.
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— infobae (@infobae) 23 de mayo de 2016
La técnica se llama Neurofeedback decodificado y está en desarrollo por un equipo de investigadores que trabajan en los Laboratorios ATR de Japón. Aunque todavía se encuentra en una fase de elaboración temprana, las pruebas iniciales que realizaron en un grupo de 17 voluntarios mostraron que puede llegar a reducir sustancialmente las ansiedades que generan las fobias.
Durante tres días, los voluntarios recibieron breves descargas eléctricas cada vez que les mostraban una serie de fotos, lo que sirvió para asociarlas con el miedo. Una vez registrado el patrón cerebral de esos recuerdos, volvieron a exponer a los participantes a esas imágenes, pero con una diferencia: en lugar de los calambres propios de la picana, les dieron una recompensa monetaria. De esa manera, los científicos esperaron anular poco a poco –y de manera inconsciente– la memoria anteriormente adquirida.
Cuando les presentaron a los voluntarios las imágenes previamente asociadas con las descargas, el resultado fue positivo. "Sorprendentemente, ya no veíamos la respuesta galvánica de sudoración típica del miedo. Tampoco identificamos una mayor actividad en la amígdala, que es el centro del miedo del cerebro. Esto significa que fuimos capaces de reducir el miedo", explicó Ben Seymour, neurocientífico clínico y uno de los autores del estudio.
El experimento puede ayudar a suprimir y cambiar recuerdos negativos asociados con el miedo y las fobias. Aún está en fase de desarrollo, pero los primeros resultados son un gran paso para el tratamiento de las fobias. "Siempre pensamos que esto era ambicioso, pero funcionó como esperábamos. La memoria del miedo se redujo sustancialmente. Puede ser que no sea duradero, que el recuerdo del miedo vuelva. No creemos que lo haga, pero queremos probarlo", anticipó Seymour.
En Argentina, dos de cada diez personas padece algún tipo de trastorno. "No es un tópico del que se hable mucho, pero la realidad es que la fobia social es uno de los trastornos de personalidad más comunes en la sociedad moderna. A veces se confunde a quienes la padecen con personas ensimismadas o tímidas, pero en realidad es gente que no puede quebrar la barrera del miedo, y eso le impide relacionarse", explicó el psicoanalista Jorge Taboada.
"Es un problema que no conoce de edades, razas ni estratos sociales. Y el abanico de motivos es demasiado amplio. Puede registrarse a partir del vínculo con los padres o, por ejemplo, a raíz de un episodio particular en la vida de cada uno. Lo importante es asumirlo", añadió el especialista.
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