
La rinosinusitis crónica genera síntomas persistentes y altera considerablemente la calidad de vida de quienes la padecen. El pasado 20 de abril fue el Día Mundial de esta enfermedad, con el fin de concienciar a la población sobre sus efectos y su impacto en la vida diaria de los pacientes. Es una condición frecuente, cuyo impacto no siempre es comprendido en su totalidad.
La Academia Americana de Otorrinolaringología y Cabeza y Cuello define la rinosinusitis crónica como una inflamación de la mucosa que recubre las fosas nasales y los senos paranasales, con una duración superior a las 12 semanas (más de tres meses).
Esta afección es una de las patologías crónicas más prevalentes a nivel mundial: se estima que afecta a entre el 5% y el 12% de la población. De hecho, alrededor del 25% de los pacientes desarrollan pólipos nasales a lo largo de su vida, una formación anómala que aparece en las vías respiratorias como una especie de racimo de uvas, pálidos y nacarados.
Causas y factores de riesgo de la rinosinusitis crónica
La rinosinusitis crónica no es una enfermedad homogénea, sino un trastorno heterogéneo y sistémico, con un alto costo económico y una carga significativa tanto sanitaria como humanística.

Entre los factores que influyen en su desarrollo se encuentran:
- Tabaquismo
- Reflujo gastroesofágico
- Asma
- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
- Uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como aspirina, diclofenac e ibuprofeno.
- Exposición a contaminantes ambientales y cambios climáticos
- Exposición ocupacional a irritantes
En cuanto a su origen biológico, esta afección está asociada a una activación de una cascada inflamatoria que involucra a diversas células y mediadores inmunológicos. En muchos casos, predomina un perfil inflamatorio conocido como Th2, en el que intervienen células epiteliales, eosinófilos, mastocitos y diversas interleuquinas (como IL-4, IL-5 e IL-13), así como la inmunoglobulina E (IgE). Estos factores perpetúan un proceso inflamatorio que se mantiene activo, contribuyendo a la persistencia de la afección.

Cuáles son los síntomas de la rinosinusitis
El diagnóstico de la Rinosinusitis Crónica con Pólipos Nasales (RSCcPN) se basa en la manifestación de síntomas persistentes que alteran el día a día de los pacientes. Además de los síntomas de obstrucción nasal y la secreción, existen otros signos que se deben tener en cuenta, tales como: halitosis (mal aliento), tos o carraspera
Uno de los síntomas más debilitantes es la pérdida de olfato, conocida como hiposmia (cuando la pérdida es moderada o severa) o anosmia (ausencia total de olfato). Este trastorno olfativo no solo es físico, sino que tiene un impacto psicológico considerable, ya que puede desencadenar:
- Fobia
- Depresión
- Ansiedad
- Aislamiento social
- Miedo a intoxicaciones (como gases o humo)
- Disminución del apetito
- Aumento de peso debido al consumo elevado de azúcares y ácidos grasos.

Es crucial que los pacientes reciban una atención integral y personalizada. Esto implica una anamnesis exhaustiva, donde se pregunte por cirugías previas (como las realizadas por rinofibrolaringoscopía) y por la evolución de los síntomas. Además, el diagnóstico debe complementarse con imágenes de tomografía computada sin contraste de los senos paranasales y cuestionarios sobre calidad de vida.
También se debe evaluar el sentido del olfato, ya que este constituye un componente esencial del gusto, siendo responsable del 80% de esta percepción.
Cómo es el tratamiento de la rinosinusitis crónica
El tratamiento estándar para la rinosinusitis crónica incluye el uso de sprays nasales y lavados nasales con solución salina, los cuales pueden aliviar temporalmente los síntomas.
Sin embargo, cuando estas opciones no son efectivas o lo hacen de manera parcial, se recurre a tratamientos con corticoides orales, que deben ser utilizados con precaución debido a los posibles efectos secundarios a largo plazo, como hipertensión, diabetes, cataratas, osteoporosis, y otros problemas metabólicos.
Otra alternativa de tratamiento es la cirugía, especialmente la resección de pólipos nasales. Aunque esta intervención puede ofrecer alivio, hasta un 40% de los pacientes experimentan recurrencias de los pólipos dentro de los 18 meses posteriores a la operación. Esto hace que la cirugía no siempre sea una solución definitiva, lo que puede llevar a los pacientes a someterse a múltiples procedimientos quirúrgicos a lo largo de su vida, lo que incrementa el riesgo de complicaciones.

Afortunadamente, en los últimos años, los pacientes con RSCcPN han contado con una nueva opción terapéutica: las terapias biológicas. Estos tratamientos han demostrado ser eficaces en la mejora de los síntomas y la calidad de vida, reduciendo tanto el tamaño de los pólipos nasales como la necesidad de utilizar corticoides o de realizar cirugías. Los biológicos ofrecen una alternativa con un perfil de seguridad favorable, permitiendo que muchos pacientes puedan llevar una vida más plena.
Sin embargo, no todos los pacientes son candidatos para este tratamiento. La indicación de terapias biológicas debe considerarse únicamente en aquellos casos en los que los tratamientos convencionales, tanto farmacológicos como quirúrgicos, no han logrado controlar los síntomas de manera adecuada. Además, este tipo de terapia está especialmente indicado en pacientes con contraindicaciones formales para la cirugía o para el uso prolongado de corticoides sistémicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la calidad de vida como la “percepción de un individuo sobre su situación de vida, en el contexto de su cultura y sistema de valores”, considerando aspectos como los objetivos, expectativas, estándares y preocupaciones del individuo. La calidad de vida se evalúa principalmente a través de tres áreas: el bienestar físico (salud y seguridad física), bienestar material (los ingresos y el acceso a servicios) y el bienestar social (las relaciones familiares y amistades).
La Rinosinusitis Crónica con Pólipos Nasales tiene un impacto comparable al de otras enfermedades crónicas importantes, como el asma, la EPOC, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, afectando no solo la salud física de los pacientes, sino también su bienestar psicológico y social. Por todo lo expuesto, si crees que presentas síntomas compatibles con RSCcPN no dejes de consultar al médico.
*Dra. Stella Maris Cuevas: MN: 81701. Médica otorrinolaringóloga - Experta en olfato – Alergista. Ex-presidenta de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires (AOCBA).
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