Las políticas públicas que realmente ayudan a prevenir el suicidio

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JUEVES, 9 de enero de 2024 (HealthDay News) -- Algunas de las políticas públicas más efectivas para la prevención del suicidio no se diseñan teniendo en cuenta el suicidio o la salud mental , señala un estudio reciente.

Los esfuerzos por aumentar el salario mínimo, prohibir la discriminación de género, o reducir el consumo de alcohol "tienen beneficios indirectos en el sentido de que también previenen los suicidios", señaló en un comunicado de prensa de la escuela el investigador principal, Jonathan Purtle, profesor asociado de política y gestión de salud pública de la Facultad de Salud Pública Global de la NYU.

De hecho, esas políticas podrían ser más efectivas para prevenir los suicidios que los esfuerzos por aumentar el acceso a la atención de la salud o limitar las armas de fuego, argumentan los investigadores en un estudio publicado el 7 de enero en la revista Annual Review of Public Health.

"Esta investigación resalta la importancia de considerar los determinantes sociales en la prevención del suicidio", señaló en un comunicado de prensa el investigador Michael Lindsey, decano de la Facultad de Trabajo Social Silver de la NYU.

"El bienestar mental de un individuo está influenciado no solo por factores clínicos, sino también por su entorno, circunstancias y experiencias", añadió Lindsey.

Las tasas de suicidio han ido en aumento en las últimas dos décadas, con un aumento de un 37 por ciento desde 2000, apuntaron los investigadores en las notas de respaldo. Para las personas más jóvenes de 10 a 24 años, el suicidio aumentó un 62% entre 2010 y 2020.

Para ver qué políticas públicas podrían ayudar mejor a prevenir los suicidios, los investigadores primero analizaron los proyectos de ley estatales aprobados durante las últimas dos décadas que mencionaban explícitamente el suicidio.

Encontraron un aumento dramático tanto en los proyectos de ley relacionados con el suicidio como en las publicaciones sociales sobre el tema de los legisladores estatales, particularmente desde 2017.

"Nuestro análisis sugiere que los legisladores reconocen que el suicidio es un problema de importancia para la salud pública y están tratando de abordarlo, y hay una preocupación bipartidista", dijo Purtle.

A partir de ahí, el equipo de investigación amplió su análisis para revisar más de 100 estudios de políticas públicas para ver qué podría funcionar mejor en la prevención del suicidio.

Encontraron tres categorías de políticas que potencialmente pueden reducir las tasas de suicidio:

Políticas que limitan el acceso a los medios de suicidio, como los períodos de espera para la compra de armas de fuego o la instalación de barreras en puentes altos.

Pólizas que aumentan el acceso a los servicios de salud mental, como ampliar Medicaid o exigir a las aseguradoras que cubran la terapia.

Políticas que aborden los factores de riesgo subyacentes para el suicidio, como los bajos salarios, el desempleo, la mala nutrición, la discriminación o el tabaquismo y el consumo de alcohol.

Los investigadores encontraron que la evidencia más sólida relacionada con la prevención del suicidio involucraba mejorar la seguridad económica, limitar el acceso al alcohol y restringir el acceso a medios letales de suicidio.

"Nuestra investigación sugiere que un buen punto de partida para salvar vidas es financiar y promulgar políticas públicas que se dirijan a estas tres áreas", dijo Lindsey.

Aunque reducir los factores de riesgo del suicidio resultó efectivo, las leyes que restringen el acceso a las armas de fuego dificultan que las personas suicidas actúen rápidamente ante una mala idea, apuntaron los investigadores.

"El suicidio es con frecuencia un acto impulsivo", dijo Purtle. "Cualquier cosa que se pueda hacer para retrasar esa impulsividad en promedio será beneficiosa y evitará el suicidio desde una perspectiva de salud pública".

Los resultados mostraron que las leyes que exigen un período de espera para la compra de armas fueron moderadamente efectivas para prevenir los suicidios, y que las leyes que exigen el almacenamiento seguro de armas redujeron las muertes entre los jóvenes.

Los investigadores concluyeron que se necesita más investigación, incluyendo la efectividad de la nueva línea directa 988 de suicidio y crisis.

También se necesita más atención sobre el impacto de las redes sociales y la tecnología en el suicidio entre los jóvenes, y si las prohibiciones de los teléfonos celulares en las escuelas o las restricciones de edad en las redes sociales marcan la diferencia, concluyeron los investigadores.

Si usted o alguien que conoce tiene tendencias suicidas, llame a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 988.

Más información

El Instituto Nacional de Salud Mental ofrece más información sobre la prevención del suicidio.

FUENTE: Universidad de Nueva York, comunicado de prensa, 7 de enero de 2024

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