JUEVES, 9 de enero de 2025 (HealthDay News) -- Tomar el sol en un sauna puede ser una buena forma de aliviar el estrés o relajar los músculos después de un entrenamiento.
Pero remojarse demasiado tiempo puede aumentar el riesgo de una persona de sufrir un golpe de calor, especialmente si no está bien hidratada, advierten los médicos.
La mayoría de los casos de insolación ocurren en días calurosos, debido al sobreesfuerzo, señalan los investigadores.
Sin embargo, "el uso de la sauna es una causa rara pero potencialmente importante del golpe de calor clásico", escribió en un estudio publicado el 7 de enero en la revista BMJ Case Reports el Dr. William Jack McIver, del Hospital Birmingham Heartlands, en Reino Unido.
El nuevo documento citó 10 casos de insolación causada por pasar demasiado tiempo en una sauna, incluidos tres que resultaron en la muerte.
El caso más reciente involucró a una mujer de poco más de 70 años que había sido encontrada inconsciente en la sauna de su gimnasio local, donde había estado haciendo ejercicios de estiramiento durante unos 45 minutos.
Su temperatura corporal central registró más de 107 grados Fahrenheit cuando llegaron los paramédicos. Su presión arterial era extremadamente baja y su frecuencia cardíaca era extremadamente alta.
La mujer sufrió una convulsión tras su llegada a la sala de emergencias. Los análisis de sangre revelaron daño renal y hepático, evidencias de un ataque cardiaco menor, y descomposición del tejido muscular, explicaron los investigadores.
Los médicos trataron a la mujer enfriándola con toallas húmedas y un ventilador. También se le administraron líquidos por vía intravenosa y una transfusión de sangre para estabilizarla.
La mujer recuperó la conciencia a las dos horas de alcanzar la temperatura corporal normal, pero estuvo confundida y somnolienta durante dos días. Terminó quedándose 12 días en el hospital.
"Mi experiencia ha enfatizado los peligros de las saunas y lo importante que es estar completamente hidratado al entrar en una sauna y que el personal las revise regularmente", dijo la mujer, citada en el estudio. "Como usuario habitual de la sauna, nunca sufrí ningún problema y, pensándolo bien, creo que no había bebido suficiente agua".
"Me complace decir que me siento bien y parece que me he recuperado por completo", agregó.
La mujer tuvo suerte, dice McIver.
"El golpe de calor clásico en las personas mayores conlleva una tasa de mortalidad de más del 50 por ciento, y esto aumenta aún más con cada disfunción orgánica adicional", escribió McIver en su informe.
Hacer que la temperatura de una persona vuelva a la normalidad es vital para garantizar su supervivencia, explicó.
"Una vez que se ha producido un golpe de calor, la determinación clave del resultado es la rapidez con la que se enfría un paciente, ya que el tiempo que se pasa con una temperatura corporal central elevada se correlaciona con el grado de daño celular", concluyó McIver.
Más información
La Facultad de Medicina de Harvard ofrece más información sobre los golpes de calor.
FUENTE: BMJ Group, comunicado de prensa, 7 de enero de 2024