De repelente a protector solar: guía esencial para un botiquín completo en vacaciones

Hidratarse, evitar comer alimentos de origen dudoso y tener las vacunas al día son medidas clave para quienes viajan durante la temporada estival. Cómo evitar enfermedades

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 Un botiquín de viaje
Un botiquín de viaje debe incluir elementos básicos como antisépticos, gasas estériles, vendas y medicamentos para tratar emergencias menores en cualquier destino (Imagen ilustrativa Infobae)

Con la llegada del verano, las vacaciones se convierten en sinónimo de descanso y desconexión, pero también pueden traer consigo ciertos riesgos para la salud si no se toman las precauciones necesarias.

Quemaduras solares, deshidratación, picaduras de insectos y enfermedades relacionadas con alimentos o agua en mal estado son solo algunos de los problemas frecuentes que enfrentan los turistas en esta época.

Prepararse con anticipación puede marcar la diferencia entre disfrutar de un viaje placentero o lidiar con imprevistos que arruinen la experiencia. La planificación previa no solo implica elegir un destino y hacer reservas, sino también adoptar medidas que minimicen los riesgos asociados al lugar que se visita.

Usar ropa que cubra la
Usar ropa que cubra la piel y aplicar repelentes con al menos 12 por ciento de DEET son medidas efectivas para prevenir picaduras de mosquitos y enfermedades como malaria y dengue (Imagen Ilustrativa Infobae)

Desde llevar un botiquín bien equipado hasta verificar el estado de vacunación, existen herramientas esenciales para garantizar la seguridad y el bienestar de toda la familia.

Estas recomendaciones son especialmente relevantes en contextos como playas, montañas o áreas remotas, donde la distancia a los hospitales puede ser considerable. Los expertos coinciden en que la clave para unas vacaciones seguras radica en la prevención.

¿Cómo enfrentar los desafíos más comunes en destinos turísticos y qué acciones concretas tomar para mantenernos saludables y disfrutar sin contratiempos? La palabra de los expertos

Prevención de problemas comunes en destinos turísticos

Llevar medicamentos básicos en su
Llevar medicamentos básicos en su envase original es importante para evitar complicaciones en aeropuertos y garantizar que sean seguros durante el viaje (Europa Press)

Diarrea del viajero

Uno de los inconvenientes más habituales durante los viajes es la diarrea del viajero, una afección que puede ser causada por bacterias, toxinas o virus presentes en alimentos o agua contaminados.

La doctora Vanesa Fridman, médica de la División Infectología del Hospital de Clínicas, señala: “Esta enfermedad se produce por la presencia de bacterias, toxinas o virus en los alimentos que no están bien cocidos o lavados, o se consume agua que no es segura”.

Es por eso que recomienda consumir agua embotellada, incluso durante actividades como ducharse o cepillarse los dientes, y evitar el uso de hielos de procedencia dudosa. Además, aconseja optar por frutas y verduras que estén “bien lavadas, peladas o cocidas”.

Y agrega: “Es recomendable consumir la carne bien cocida y tener cuidado con el pescado crudo y los mariscos”. Complementar estas medidas con una higiene estricta, como lavarse las manos frecuentemente, es clave para evitar complicaciones.

Deshidratación

Procurar beber al menos dos
Procurar beber al menos dos litros de agua potable al día ayuda a prevenir la deshidratación (Imagen Ilustrativa Infobae)

Otro riesgo frecuente es la deshidratación, que afecta principalmente a niños pequeños, adultos mayores y personas con condiciones de salud vulnerables.

El Dr. Damián Zopatti, médico clínico del Hospital de Clínicas, explica: “Tenemos que tener especial atención en la hidratación de bebés y niños, como así también de los adultos mayores y las personas más vulnerables”.

Es por eso que sugiere consumir al menos 2 litros de agua potable al día y evitar bebidas alcohólicas o azucaradas, que pueden agravar la pérdida de líquidos. Asimismo, durante los días calurosos, recomienda buscar espacios frescos o con sombra, usar ropa ligera y evitar actividades físicas extenuantes en las horas de mayor calor.

Quemaduras solares

Usar un protector solar con
Usar un protector solar con FPS mayor a 50 y renovarlo cada dos horas es esencial para evitar quemaduras solares y reducir el riesgo de cáncer de piel en vacaciones (Imagen Ilustrativa Infobae)

En tanto, las quemaduras solares representan un problema común en destinos de playa o montaña, especialmente durante las horas de mayor radiación ultravioleta, entre las 11:00 y las 16:00 horas.

La Dra. Graciela Manzur, jefa de la División Dermatología del Hospital de Clínicas, señala: “Se recomienda reducir el tiempo total de permanencia bajo el sol, y sobre todo cuando el sol está más fuerte”. Para protegerse adecuadamente, lo mejor es optar por el uso de un protector solar con FPS mayor a 50, aplicarlo media hora antes de la exposición y renovarlo cada dos horas o después de nadar.

<b>Vacunación y preparación médica antes del viaje</b>

Una consulta con un especialista
Una consulta con un especialista en medicina del viajero ayuda a identificar los riesgos asociados a cada destino y a planificar vacunas, medicamentos y cuidados específicos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Planificar un viaje implica no solo elegir el destino, sino también garantizar que se cumplen las condiciones de salud necesarias para evitar enfermedades.

En ese tono, Fridman explica: “Antes del viaje es conveniente chequear el carnet de vacunación y hacer una consulta médica por lo menos 15 días antes de partir”. Esta revisión no solo permite cumplir con los requisitos de ingreso a determinados países, sino también protegerse de enfermedades comunes en ciertas regiones.

Algunas vacunas, como la doble adultos (difteria y tétanos) o la triple viral (sarampión, rubéola y paperas), forman parte del esquema básico recomendado para todas las edades. Sin embargo, ciertos destinos exigen inmunizaciones adicionales, como las vacunas contra la fiebre amarilla, fiebre tifoidea, hepatitis A y B.

Fridman agrega: “Hay que recibir la vacuna contra la fiebre amarilla por lo menos 14 días antes del viaje, y aplicarla en algún centro que entregue certificado internacional de vacunación”. Además, algunos países, especialmente en África y Sudamérica, solicitan este certificado como requisito obligatorio para ingresar.

Consultar sobre vacunas esenciales como
Consultar sobre vacunas esenciales como la de fiebre amarilla o dengue antes de viajar a zonas tropicales (Imagen Ilustrativa Infobae)

En regiones tropicales, donde las picaduras de mosquitos pueden transmitir enfermedades graves como el dengue o la malaria, se recomienda un enfoque preventivo combinado. Según había comentado en diálogo con Infobae el infectólogo Ricardo Teijeiro, “dependiendo de la zona a la que se vaya, la vacuna contra el dengue puede ser importante. Tiene un esquema de dos dosis separadas por un intervalo de tres meses”.

En cuanto a la malaria, Fridman sugiere complementar la protección con medicación profiláctica, iniciándola antes del viaje y manteniéndola durante la estadía y un tiempo después del regreso, según las indicaciones médicas.

Además, la planificación médica incluye llevar todos los medicamentos de uso habitual en su envase original, como recomienda el experto: “Aunque se compre la misma droga en otro lugar, puede venir combinada con distintos excipientes, que pueden generar reacciones inesperadas en el organismo”.

Esto es especialmente importante para quienes padecen enfermedades crónicas, ya que la continuidad de los tratamientos es clave para evitar complicaciones de salud durante el viaje.

Finalmente, la consulta previa con un especialista en medicina del viajero no solo ayuda a identificar los riesgos asociados a cada destino, sino que también permite planificar medidas específicas como vacunación, medicamentos y cuidados adicionales para los viajeros más vulnerables.

Algunos destinos exigen vacunas como
Algunos destinos exigen vacunas como la de fiebre amarilla y el certificado internacional correspondiente, que debe gestionarse con al menos 14 días de anticipación al viaje (Imagen Ilustrativa Infobae)

<b>Protección contra picaduras de insectos y enfermedades asociadas</b>

En muchos destinos turísticos, especialmente los tropicales, las picaduras de insectos representan un riesgo significativo para la salud debido a la transmisión de enfermedades graves. En ese sentido, Fridman señala que “utilizar repelentes que, en su composición, tengan por lo menos un 12% del ingrediente DEET” es fundamental para prevenir estas enfermedades.

También aconseja reaplicar el repelente cada “6 u 8 horas” y complementar su uso con ropa de colores claros que cubra la mayor parte del cuerpo, como camisas de manga larga y pantalones largos. En ciertos lugares, además del uso de repelentes, se recomienda la aplicación de medidas adicionales.

“En ciertos destinos, se requiere además tomar medicación para evitar algunas enfermedades que se transmiten por picaduras, como la malaria”, señaló la experta. Esta medicación debe iniciarse antes del viaje y continuarse durante la estadía y por un tiempo después de regresar, según las indicaciones médicas.

El mosquito Aedes aegypti, principal
El mosquito Aedes aegypti, principal transmisor del dengue, es más activo al amanecer y al atardecer, por lo que es importante protegerse en estos horarios (Imagen Ilustrativa Infobae)

El dengue, por su parte, es una de las enfermedades más frecuentes asociadas a las picaduras de mosquitos en regiones tropicales. Según había comentado en diálogo con Infobae el infectólogo Ricardo Teijeiro, en algunas zonas, “la vacuna contra el dengue puede ser importante. Tiene un esquema de dos dosis separadas por un intervalo de tres meses”. Aunque no es obligatoria, esta vacuna está especialmente recomendada para viajeros con antecedentes de dengue que visitarán áreas de alto riesgo.

Las medidas preventivas no deben limitarse a las horas del día, ya que el mosquito Aedes aegypti, principal vector del dengue, es más activo durante el amanecer y el atardecer. Por lo tanto, dormir con mosquiteros o usar ventiladores que dificulten el vuelo de los mosquitos son prácticas útiles para evitar las picaduras durante la noche.

Por otro lado, algunas enfermedades, como la fiebre amarilla, pueden prevenirse mediante la vacunación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que esta vacuna debe aplicarse al menos “10 días antes de ingresar a áreas de riesgo” y garantiza una protección de por vida tras una única dosis. Según Fridman, hay que recibirla “en algún centro que entregue certificado internacional de vacunación, ya que algunos países la exigen para el ingreso”.

Reducir el tiempo bajo el
Reducir el tiempo bajo el sol entre las 11 y las 16 horas, cuando la radiación ultravioleta es más intensa, es clave para evitar quemaduras y golpes de calor (Imagen Ilustrativa Infobae)

<b>Importancia de los primeros auxilios y el botiquín de viaje</b>

Un botiquín bien equipado puede marcar la diferencia entre resolver una emergencia menor o enfrentar complicaciones mientras se espera asistencia médica. Es por eso que Fridman recomienda incluir en el botiquín “todos los medicamentos que se usan habitualmente en su envase original para evitar contratiempos en los aeropuertos”.

Entre los elementos básicos que no deben faltar se encuentran un termómetro, protector solar para cuerpo y labios, repelente de insectos, alcohol en gel, antisépticos como iodo povidona, y medicamentos comunes como analgésicos, antitérmicos, antidiarreicos y antiácidos.

También es importante contar con un kit de curación, que incluya gasas estériles, vendas elásticas, cinta hipoalergénica, guantes de látex y apósitos resistentes al agua, especialmente si el destino implica actividades acuáticas.

Según había señalado en diálogo con Infobae Lelia Fernández, directora de Atención Primaria de la Salud en Necochea, “los centros de primeros auxilios no son ni un centro de salud ni un hospital”. Asimismo, además de los suministros materiales, adquirir conocimientos básicos de primeros auxilios es una herramienta invaluable para cualquier viajero.

Procedimientos como la reanimación cardiopulmonar (RCP) o la maniobra de Heimlich pueden salvar vidas mientras se espera la llegada de ayuda profesional. Según MedlinePlus, también es útil incluir barbijos en el botiquín, especialmente en lugares concurridos, para reducir el riesgo de infecciones respiratorias.

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