Algunas células cerebrales cambian con la edad, otras no, según un estudio

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VIERNES, 3 de enero de 2025 (HealthDay News) -- Algunas células cerebrales son más susceptibles a los estragos del envejecimiento que otras, encontró un nuevo estudio con ratones.

Estos resultados podrían arrojar nueva luz sobre por qué el riesgo de demencia, enfermedad de Alzheimer y otros trastornos cerebrales de las personas aumenta con la edad, señalaron los investigadores en un estudio publicado el 1 de enero en la revista Nature.

"El envejecimiento es el factor de riesgo más importante para la enfermedad de Alzheimer y muchos otros trastornos cerebrales devastadores. Estos resultados proveen un mapa muy detallado de qué células cerebrales podrían verse más afectadas por el envejecimiento", señaló en un comunicado de prensa del NIA el Dr. Richard Hodes, director del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento.

"Este nuevo mapa podría alterar de forma fundamental la forma en que los científicos piensan sobre cómo el envejecimiento afecta al cerebro, y también proporcionar una guía para desarrollar nuevos tratamientos para las enfermedades cerebrales relacionadas con el envejecimiento", añadió Hodes.

Usando un análisis genético avanzado, los investigadores compararon células individuales en los cerebros de ratones "jóvenes" de 2 meses y ratones "mayores" de 18 meses.

En concreto, observaron la actividad genética de tipos de células situadas en 16 regiones diferentes que constituyen el 35% del volumen total del cerebro de los ratones.

Los investigadores encontraron que el envejecimiento tiende a disminuir la actividad en los genes asociados con las células cerebrales.

Por ejemplo, el envejecimiento redujo el desarrollo de las neuronas recién nacidas en al menos tres partes diferentes del cerebro, incluidas las neuronas asociadas con el aprendizaje y la memoria.

Por otro lado, el envejecimiento también aumentó la actividad de los genes asociados con la función inmune e inflamatoria.

Las células más sensibles al envejecimiento parecían rodear el tercer ventrículo, una tubería importante que permite que el líquido cefalorraquídeo pase a través de una región del cerebro llamada hipotálamo. El hipotálamo produce hormonas que controlan las funciones básicas del cuerpo como la temperatura, la frecuencia cardíaca, el sueño, la sed y el hambre.

Estas observaciones concuerdan con estudios anteriores que muestran vínculos entre el envejecimiento y el metabolismo, dijeron los investigadores.

Por ejemplo, se ha demostrado que el ayuno intermitente y otras dietas restrictivas en calorías aumentan la esperanza de vida.

Eso podría explicarse por las neuronas sensibles a la edad que se encuentran en el hipotálamo, que produce hormonas que controlan el hambre y la producción de energía, argumentan los investigadores.

"Este estudio muestra que examinar el cerebro de forma más global puede proporcionar a los científicos nuevos conocimientos sobre cómo envejece el cerebro y cómo las enfermedades neurodegenerativas pueden interrumpir la actividad normal del envejecimiento", dijo en un comunicado de prensa John Ngai, director de la iniciativa de Investigación del Cerebro a través del Avance de Neurotecnologías Innovadoras de los Institutos Nacionales de Salud.

Más información

La Clínica Cleveland ofrece más información sobre el hipotálamo.

FUENTE: Institutos Nacionales de la Salud, comunicado de prensa, 1 de enero de 2025

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