VIERNES, 27 de diciembre de 2024 (HealthDay News) Una clase específica de antiinflamatorios puede ayudar a los niños a evitar una complicación debilitante de la enfermedad de Crohn.
Un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Gut muestra que los niños con enfermedad de Crohn a los que se les recetaron medicamentos anti-TNF (factor de necrosis tumoral por sus siglas en inglés) después de su diagnóstico tenían un riesgo un 82% menor de fístulas anales, o túneles que se desarrollan desde el interior del ano hasta la piel exterior.
Esos túneles aparecen como llagas abiertas que drenan cerca del ano, y aumentan el riesgo de infecciones o daño en los órganos de un niño, apuntaron los investigadores.
Alrededor de un 70 por ciento de los niños que desarrollan una fístula anal requieren al menos un procedimiento quirúrgico, apuntaron los investigadores. Con frecuencia, esto implica colocar al niño una bolsa de colostomía.
"Si podemos prevenir estas complicaciones de la enfermedad, eso es mucho mejor que intentar abordarlas una vez que se desarrollan, porque son muy difíciles de tratar", señaló en un comunicado de prensa el investigador principal, el Dr. Jeremy Adler, profesor clínico de gastroenterología pediátrica de la Universidad de Michigan.
Alrededor de 40,000 niños en los Estados Unidos sufren de la enfermedad de Crohn, una enfermedad inflamatoria crónica del intestino que causa diarrea, calambres y dolor.
De esos niños, alrededor de uno de cada tres desarrollará fístulas anales, apuntaron los investigadores.
En el estudio, los investigadores siguieron a más de 900 niños recién diagnosticados con Crohn.
Descubrieron que recetar medicamentos anti-TNF como infliximab y adalimumab desde el principio disminuyó significativamente el riesgo de un niño de sufrir fístulas anales. Estos medicamentos bloquean el TNF, una sustancia que causa inflamación.
Esto era particularmente cierto para los niños que ya habían desarrollado grandes papilomas cutáneos, úlceras o fisuras cerca del ano. Los resultados del estudio muestran que la presencia de estas lesiones cuadruplica las probabilidades de que un niño sufra fisuras anales.
Pero para esos niños, los medicamentos anti-TNF redujeron su riesgo de fístulas anales en un 93 por ciento, encontraron los investigadores.
Los medicamentos anti-TNF son más caros que otros antiinflamatorios utilizados para tratar la enfermedad de Crohn, como la azatioprina y el metotrexato, apuntaron los investigadores.
Sin embargo, estos resultados muestran que los medicamentos anti-TNF podrían valer la pena el costo adicional, si pueden ayudar a los niños a evitar las fístulas anales que son incluso más costosas de tratar, dijo Adler.
"Para las compañías de seguros, se previenen las fístulas y todas las complicaciones posteriores que custan", dijo Adler. "Para el médico, demuestra que este es realmente el tratamiento más eficaz".
"Para las familias, es una cuestión de qué droga. Y este grupo de medicamentos es muy efectivo para prevenir complicaciones", concluyó Adler.
Más información
La Clínica Cleveland ofrece más información sobre las fístulas anales.
FUENTE: Universidad de Michigan, comunicado de prensa, 27 de diciembre de 2024