Científicos argentinos y españoles identifican una proteína clave en la lucha contra el cáncer de páncreas

Cada año, se registran más de 500 mil nuevos casos y mueren más de 467 mil, según la OMS. En el Día Mundial de esta patología, cuáles son los avances que realizaron los expertos sobre el tratamiento del adenocarcinoma ductal pancreático, el tipo más común

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Investigadores del CONICET y del Hospital del Mar identificaron a la proteína Galectina 1 como clave en la expansión tumoral del cáncer de páncreas, abriendo nuevas posibilidades terapéuticas.
UNIVERSITY OF LOUVAIN
Investigadores del CONICET y del Hospital del Mar identificaron a la proteína Galectina 1 como clave en la expansión tumoral del cáncer de páncreas, abriendo nuevas posibilidades terapéuticas. UNIVERSITY OF LOUVAIN

El cáncer de páncreas es un gran desafío para los expertos en oncología. Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se registran más de 510.000 nuevos casos y más de 467.000 personas mueren. En el marco del Día Mundial de esta patología oncológica, los expertos buscan visibilizar la problemática global de este tumor, además de impulsar esfuerzos para mejorar los diagnósticos y tratamientos disponibles.

De acuerdo a los últimos datos emitidos por el Ministerio de Salud de la Nación, en 2020 se diagnosticaron 5.026 casos de cáncer de páncreas en Argentina, lo que representa el 3.8% de todos los diagnósticos oncológicos registrados en el país. De ese total, 2.357 casos correspondieron a varones (3.8% del total de cánceres en hombres) y 2.669 a personas del sexo femenino (3.9% del total de cánceres en mujeres). Este tumor, aunque menos frecuente en comparación con otros, se destaca por su alta letalidad y los desafíos que plantea para su diagnóstico y tratamiento, según advierten desde la cartera sanitaria.

Ante esta realidad, un equipo de científicos liderado por el doctor Gabriel Rabinovich, del CONICET, y la doctora Pilar Navarro, del Hospital del Mar de Barcelona, presentó avances prometedores en el tratamiento del adenocarcinoma ductal pancreático, el tipo más frecuente de esta enfermedad. La investigación, desarrollada en colaboración entre el Laboratorio de Glicomedicina del IBYME y la institución española, se enmarca en el programa conjunto del CONICET y la Fundación SALES.

El cáncer de páncreas es una de las principales causas de muerte por cáncer a nivel mundial, con más de 467,000 muertes reportadas en 2020 según datos del Global Cancer Observatory.
(Imagen Ilustrativa Infobae)
El cáncer de páncreas es una de las principales causas de muerte por cáncer a nivel mundial, con más de 467,000 muertes reportadas en 2020 según datos del Global Cancer Observatory. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según señalaron en un comunicado, en pruebas de laboratorio, se identificó la incidencia de una proteína clave en la expansión tumoral, lo que abre la posibilidad de diseñar una nueva terapia dirigida para el tratamiento del cáncer de páncreas. “Hemos identificado el papel clave de la proteína Galectina 1 en la expansión tumoral, lo que abre nuevas posibilidades para terapias dirigidas”, señaló Rabinovich en un comunicado.

“Mejorar el resultado de los pacientes con cáncer de páncreas es un factor importante y una necesidad clínica insatisfecha. Es alarmante que tanto su incidencia como los datos asociados a las tasas de mortalidad están aumentando”, agregó el experto argentino. Al tiempo que los científicos adelantaron que trabajan en un modelo innovador de organoides que permite estudiar la enfermedad sin recurrir al uso de animales como modelo de experimentación, representando un avance en los métodos éticos de investigación.

El cáncer de páncreas: una enfermedad global y su impacto local

Los síntomas del cáncer de páncreas suelen aparecer en etapas avanzadas, lo que dificulta un diagnóstico temprano y contribuye a que sea uno de los tumores con mayor letalidad.
(Imagen Ilustrativa Infobae)
Los síntomas del cáncer de páncreas suelen aparecer en etapas avanzadas, lo que dificulta un diagnóstico temprano y contribuye a que sea uno de los tumores con mayor letalidad. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El cáncer de páncreas es una de las principales preocupaciones en la oncología debido a su letalidad y complejidad clínica. Según el World Cancer Research Fund, este tumor “es el duodécimo cáncer más común en todo el mundo y el undécimo más común en hombres y mujeres”. Por otro lado, el Global Cancer Observatory reporta que en 2020 el cáncer de páncreas fue la séptima causa principal de muerte por cáncer a nivel mundial, con cerca de 466,000 muertes registradas, mientras que se diagnosticaron más de 510,000 casos nuevos ese mismo año.

Proyecciones recientes de la Agencia Internacional para la Investigación sobre Cáncer (IARC) advierten que la prevalencia global aumentará más del 12% para 2040, una tendencia atribuida al envejecimiento poblacional, el tabaquismo y la obesidad, según indicaron. En América Latina, aunque la incidencia de cáncer de páncreas es menor que en otras regiones, se evidencia una alta mortalidad. Uruguay, de acuerdo con datos del Global Cancer Observatory, cuenta con una tasa de 11.4 casos por cada 100,000 habitantes, con lo cual lidera las cifras regionales. En el caso de Argentina, se reportaron 5,026 casos nuevos en 2020, lo que representa un 3.8% del total de diagnósticos oncológicos en el país.

Más allá de los números y estimaciones, el adenocarcinoma ductal pancreático (ACDP), responsable del 90% de los diagnósticos de cáncer de páncreas, es uno de los tumores más letales. Con una supervivencia media de apenas cinco meses tras el diagnóstico, esta enfermedad constituye actualmente la tercera causa de muerte por cáncer en Europa. Además, las proyecciones indican que para el año 2030 se convertirá en la segunda causa principal de muerte por cáncer en los Estados Unidos.

El adenocarcinoma ductal pancreático, el tipo más común de cáncer de páncreas, representa el 90% de los diagnósticos y se caracteriza por su agresividad y baja respuesta a terapias inmunológicas.
El adenocarcinoma ductal pancreático, el tipo más común de cáncer de páncreas, representa el 90% de los diagnósticos y se caracteriza por su agresividad y baja respuesta a terapias inmunológicas.

Esta realidad subraya la necesidad de estrategias innovadoras. A nivel internacional, los expertos coinciden en que abordar esta enfermedad requiere una estrategia integral. “El cáncer de páncreas es uno de los más difíciles de tratar debido a su diagnóstico tardío y su biología agresiva”, señala un informe de la Sociedad Americana contra el Cáncer, que enfatiza la importancia de desarrollar biomarcadores para detectar la enfermedad en etapas iniciales.

Avances científicos: nuevas esperanzas en el tratamiento

Un equipo de investigadores liderado por el doctor Gabriel Rabinovich, del CONICET, y la doctora Pilar Navarro, del Hospital del Mar de Barcelona, ha presentado avances significativos en el tratamiento del adenocarcinoma ductal pancreático (ACDP). Según el comunicado oficial, el trabajo se centra en el estudio de la proteína Galectina 1 (Gal1), que juega un rol clave en el crecimiento tumoral y la evasión del sistema inmune.

Las investigaciones recientes sobre Galectina 1 buscan superar las limitaciones actuales del tratamiento del cáncer de páncreas, considerado un tumor frío por su evasión del sistema inmune
(Imagen Ilustrativa Infobae)
Las investigaciones recientes sobre Galectina 1 buscan superar las limitaciones actuales del tratamiento del cáncer de páncreas, considerado un tumor frío por su evasión del sistema inmune (Imagen Ilustrativa Infobae)

La investigación sobre Galectina 1, una proteína caracterizada por Rabinovich, se enmarca en el campo de la glicomedicina, buscando comprender los mecanismos mediante los cuales diferentes tumores logran evadir la respuesta inmune. En el caso específico del cáncer de páncreas, este se clasifica como un cáncer frío, ya que carece de un infiltrado significativo de células inmunes capaces de atacarlo. Esta característica limita la efectividad de las inmunoterapias disponibles, dejando a los pacientes con pocas opciones terapéuticas eficaces.

“Hemos encontrado que la ablación genética de Gal1 aumenta la supervivencia animal y restringe el crecimiento tumoral a través de múltiples mecanismos que implican una disminución del estroma y angiogénesis, así como inmunidad aumentada de infiltración celular. Además, demostramos que Gal1 está involucrada no solo en la iniciación del tumor pancreático, sino también al final de las etapas de la progresión del tumor, como lo demuestra la reducción de metástasis en el hígado de la deleción genética de Gal1″, aseguró Rabinovich.

El equipo destacó la posibilidad de frenar el avance del cáncer de páncreas mediante la inhibición farmacológica de Gal1, utilizando anticuerpos monoclonales específicos. Este método también podría mejorar la eficacia de las inmunoterapias actuales, un enfoque especialmente relevante para tratar este tipo de cáncer, clasificado como “frío” debido a la escasa presencia de células inmunes activas, lo que reduce su sensibilidad a las terapias inmunológicas disponibles.

Científicos trabajan en la inhibición de Galectina 1 para frenar el crecimiento tumoral y reducir la metástasis en el cáncer de páncreas, un avance que podría mejorar las opciones terapéuticas actuales.
(Imagen Ilustrativa Infobae)
Científicos trabajan en la inhibición de Galectina 1 para frenar el crecimiento tumoral y reducir la metástasis en el cáncer de páncreas, un avance que podría mejorar las opciones terapéuticas actuales. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Asimismo, se presentó un modelo tridimensional de organoides de cáncer de páncreas diseñado para estudiar con mayor precisión las muestras tumorales humanas, aportando un avance significativo en el análisis y desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas.

En ese sentido, en el Hospital del Mar en España, el doctor Federico Baudou, integrante del proyecto, realizó un intercambio enfocado en el desarrollo de un innovador modelo de organoides de cáncer de páncreas. Este avance busca facilitar la combinación de distintos blancos terapéuticos para abordar esta enfermedad. “Estos sistemas de co-cultivos en 3D, permitirían evitar el uso de animales como modelos de experimentación, obteniéndose un modelo de estudio preclínico generado con muestras de pacientes con esta enfermedad”, afirmó el experto.

Y agregó: “Así se brindaría una medicina de mayor precisión, permitiendo hacer ensayos sobre muestras humanas individuales y específicas en cada caso, obteniéndose resultados fisiológicos más reales que con otros modelos no se lograrían, por ejemplo, con líneas celulares in vitro”.

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