MIÉRCOLES, 13 de noviembre de 2024 (HealthDay News) -- De abajo hacia arriba: el tipo de alcohol que prefiere podría decir algo sobre su estilo de vida, revela una investigación reciente.
Los bebedores de cerveza son más propensos a tener un estilo de vida poco saludable que las personas que prefieren el vino o el licor, informan los científicos.
Los bebedores de cerveza tienen dietas de menor calidad, son menos activos y son más propensos a fumar que los que beben vino, licor o una combinación, encontraron los investigadores.
Esos factores del estilo de vida pueden marcar una gran diferencia en la salud de las personas que ya están bebiendo demasiado y se arriesgan a contraer enfermedad hepática, señaló la investigadora principal, la Dra. Madeline Novack.
"El uso excesivo de alcohol es la principal causa de cirrosis [hepática] en EE. UU., y la enfermedad hepática esteatótica asociada a la disfunción metabólica [MASLD] está aumentando rápidamente", dijo Novack, jefe de residentes del programa de residencia en medicina interna de la Facultad de Medicina de Tulane.
"Ambos tipos de enfermedad hepática con frecuencia coexisten, y los cambios en el estilo de vida son clave para gestionar y prevenir estas afecciones, empezando por comprender el vínculo entre el consumo de alcohol y la mala nutrición", añadió Novack en un comunicado de prensa de la Tulane.
En el estudio, los investigadores analizaron datos de encuestas nacionales sobre más de 1,900 adultos de EE. UU. que beben alcohol. Los encuestados respondieron preguntas detalladas sobre sus hábitos alimenticios.
Alrededor de un 39 por ciento dijeron que solo bebían cerveza, un 22 por ciento vino, un 18 por ciento licor y un 21 por ciento una combinación de tipos de alcohol, apuntaron los investigadores.
Ninguno de los bebedores se acercó a alcanzar la puntuación de 80 puntos que se considera una dieta adecuadamente saludable en el Índice de Alimentación Saludable de 100 puntos.
Los bebedores de solo cerveza obtuvieron la puntuación más baja con 49, los bebedores de vino con 55, y los bebedores de licor y combinaciones con casi 53, apuntaron los investigadores.
Los bebedores de cerveza también reportaron la ingesta calórica diaria total más alta y el nivel más bajo de actividad física.
Las diferencias en la dieta podrían deberse a qué alimentos tienden a consumirse con distintos tipos de alcohol, dijo Novack.
La cerveza tiende a servirse con alimentos bajos en fibra y altos en carbohidratos que contienen carnes procesadas. Por otro lado, el vino a menudo se combina con comidas que contienen carne, verduras y lácteos, dijo Novack.
También podría ser que distintos alimentos promuevan la sed de una persona por ciertas bebidas alcohólicas, añadió Novack. Por ejemplo, los alimentos fritos o salados pueden crear sed de cerveza en lugar de vino o licor.
La investigación se presentará el miércoles en la próxima reunión anual de la Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas (American Association for the Study of Liver Diseases), en San Diego.
Los hallazgos presentados en reuniones médicas deben considerarse preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por pares.
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La Clínica Mayo ofrece más información sobre los efectos del alcohol en el hígado.
FUENTE: Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas (American Association for the Study of Liver Diseases), comunicado de prensa, 13 de noviembre de 2024