VIERNES, 8 de noviembre de 2024 (HealthDay News) -- Un elemento que queda fuera del debate sobre el aborto son las elevadas facturas médicas y de transporte a las que se enfrentan las mujeres obligadas a salir de su estado para someterse al procedimiento.
Un nuevo estudio es el primero en dar cifras concretas sobre esas preocupaciones.
Wade, el 65% de las mujeres que viajaron a otro estado para someterse a un aborto incurrieron en facturas "catastróficas" que les hicieron recortar otras necesidades de la vida.
Especialmente para las mujeres de hogares más pobres, estos gastos "pueden ser devastadores y duraderos... desencadenando altos niveles de deuda, inseguridad financiera, peores resultados de salud y un mayor empobrecimiento", anotó un equipo dirigido por Ortal Wasser. Es investigadora en la escuela de trabajo social de la Universidad de Nueva York, en la ciudad de Nueva York.
Como explicó el equipo de Wasser, investigaciones anteriores han encontrado que las mujeres que buscan un aborto carecen de un seguro de manera desproporcionada y provienen de hogares de bajos ingresos.
El nuevo estudio analizó datos anteriores a la decisión Dobbs de la Corte Suprema, que anuló Roe v. Wade.
Incluso antes de ese fallo de 2022, las leyes restrictivas en varios estados habían obligado a las mujeres a viajar para abortar.
El grupo de Wasser se enfocó en datos de 2019, obtenidos de cuestionarios que 675 mujeres completaron mientras esperaban un aborto en clínicas de California, Illinois y Nuevo México. Más de dos tercios buscaban un aborto antes o a las 12 semanas de embarazo.
Investigaciones anteriores han encontrado que las mujeres que viajan para buscar un aborto generalmente gastan un tercio de los ingresos de un mes en hacerlo.
"Los estudios también han documentado que, para pagar la atención del aborto, las personas tuvieron que pedir préstamos, vender sus pertenencias personales y renunciar a gastos domésticos esenciales como la comida, las facturas y el alquiler", anotaron los investigadores.
Su nuevo estudio respalda esas historias de dificultades.
En general, un 42 por ciento de las mujeres que se sometieron a un aborto, ya sea dentro o fuera del estado, incurrieron en gastos "que obstaculizan la capacidad de satisfacer las necesidades básicas", apuntaron los investigadores.
Esa cifra aumentó mucho más (a un 65 por ciento) cuando se enfocaron en las mujeres que también tuvieron que viajar fuera del estado para el procedimiento.
Tener que luchar para pagar facturas o pedir préstamos agrega aún más estrés a una situación ya estresante para las mujeres. Como mostraron los datos, incurrir en gastos catastróficos elevó significativamente los niveles de ansiedad y depresión de las mujeres.
"Es probable que estas cargas financieras y psicológicas a las que se enfrentan las pacientes que buscan servicios de aborto sean incluso peores en el contexto posterior a Dobbs , cuando más personas deben viajar distancias más largas y salir de su estado de residencia para acceder a la atención", escribió el equipo.
Una solución, dadas las leyes actuales sobre el aborto: ampliar el acceso a la cobertura de atención del aborto a través de Medicaid o un seguro privado, dijeron los investigadores.
"Los hallazgos sugieren la necesidad de ampliar la cobertura del seguro para garantizar un acceso equitativo a la atención del aborto, independientemente del estado de residencia de las personas", escribieron.
El estudio aparece en la edición del 8 de noviembre de la revista JAMA Network Open.
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FUENTE: JAMA Network Open, 8 de noviembre de 2024