El lema del Día Mundial de la Salud Mental 2024 fue “Salud mental y trabajo” y se puso foco en la conexión entre las condiciones laborales y el bienestar, una relación que cada vez tiene mayor vigencia e importancia, sobre todo desde la pandemia por COVID-19.
En este contexto, se realizó un relevamiento en Argentina con más de 600 personas llamado “Bienestar y salud emocional y mental en el trabajo pospandemia” al que Infobae accedió en exclusiva. El 80% de los encuestados consideró que el bienestar mental es una prioridad en el entorno laboral. Aspectos como la flexibilidad horaria, el equilibrio entre la vida personal y el trabajo, y la calidad de los vínculos interpersonales son ahora más valorados, especialmente después de la pandemia, debido a su impacto positivo en la salud emocional y mental.
La investigación fue realizada en conjunto por tres instituciones prestigiosas: Ineco, el centro donde neurocientíficos y especialistas en salud mental trabajan con el fin de promover la salud emocional de las personas en diferentes ámbitos; Puntual, institución dedicada a la salud organizacional; e Idea, el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina.
La presentación del trabajo estuvo a cargo de la doctora María Roca, directora de Ineco Organizaciones; Marité Pereda, fundadora y directora de Puntual y Luciana Paoletti, gerente de contenidos y comunicaciones de Idea.
Bienestar emocional y entorno laboral
“El dilema sobre si el bienestar influye de forma positiva o negativa en la productividad no es un tema nuevo. Con este estudio, el objetivo fue analizar cómo la pandemia había afectado esta discusión. Se obtuvieron 629 respuestas de personas empleadas en la República Argentina, con una muestra mayoritariamente compuesta por mujeres de entre 31 y 50 años, en su mayoría con alta calificación, trabajando en relación de dependencia y principalmente en grandes empresas”, explicó Paoletti.
Y continuó: “Se identificaron cinco hallazgos principales. La primera pregunta si hubo o no un cambio en el mundo del trabajo, y la investigación confirmó que sí. Diversas variables relacionadas con el entorno laboral experimentaron transformaciones significativas en el período posterior a la pandemia”.
Por otro lado, la doctora María Roca, señaló que la importancia que las personas otorgan a su bienestar emocional cambió notablemente tras la pandemia. “Hoy, muchos buscan evitar trabajar en entornos que pongan en riesgo su salud mental. Cada vez son más las empresas que nos consultan para promover ambientes laborales que favorezcan el bienestar emocional de sus colaboradores, disminuyendo los niveles de estrés y cuidando la salud de su principal capital que son las personas”.
Entre los aspectos que más cambiaron está la percepción de cinco elementos clave:
- El 89% de los participantes identifican la flexibilidad horaria como el factor vinculado al mundo del trabajo que más se valora después de la pandemia.
- Salud emocional y mental, equilibrio entre la vida personal y el trabajo, y la calidad de los vínculos son los tres aspectos asociados al bienestar a los que más importancia se les otorga a partir de la pandemia.
- El 37% de los encuestados determinó seriamente renunciar a su trabajo por cuestiones de salud emocional y mental pospandemia.
- 7 de cada 10 trabajadores creen que el trabajo impacta muy significativamente en su calidad de vida y en su salud emocional y mental.
- Para los colaboradores, buen clima laboral, seguridad económica y flexibilidad horaria son los tres aspectos del mundo del trabajo que más efecto positivo tienen sobre la propia salud emocional y mental. Para el 94% de los encuestados, el principal factor es el buen clima laboral. Este aspecto se valoró más que la seguridad económica, que igualmente fue altamente considerada y se situó en segundo lugar con un 92% de las respuestas.
El significado de estos cambios
La doctora Roca destacó que la mente es el principal recurso de las personas y desde un enfoque neurocientífico, este concepto se entiende a través del llamado “capital mental”.
“Este término se refiere a la suma de recursos intelectuales y afectivos de una persona. El capital mental de una familia se compone de los recursos intelectuales y afectivos de todos sus miembros, y el de un equipo o una empresa abarca también la suma de recursos intelectuales y afectivos que tiene la empresa. Nos pagan por nuestras ideas, capacidad de resolver problemas, gestionar el estrés en momentos difíciles. Eso es parte del capital mental. Nadie pensaría en no cuidar, no promover o agilizar aquello que es por lo que estás contratando a una persona”.
La experta explicó que este es un punto que quedó muy claro en la encuesta: “Las empresas, ya sea por humanidad o productividad, pero también por una cuestión de responsabilidad, es importante cuidar el capital mental”.
Y añadió: “La salud es un completo estado de bienestar físico, psíquico y social, dice la OMS. Hasta ahora todas las empresas estaban seguras e invirtieron un montón de dinero en la salud física, pero la OMS dice que la salud es la salud física, psíquica y social, es decir, tener cerebros más saludables y personas más saludables va a generar personas y empresas más productivas. Además, cumplimos con ese derecho que tienen los trabajadores de no poner en riesgo su salud en su ambiente de trabajo.
Los conceptos más valorados
De acuerdo al estudio, creció la valoración de aspectos como el equilibrio entre la vida personal y trabajo (80%); la calidad de los vínculos interpersonales (75%); la satisfacción laboral (72%) y la calidad del sueño (70%).
“Estos resultados permiten poner el tema sobre la mesa. Nuestro objetivo es generar información valiosa sobre la salud emocional y mental en el mundo laboral, un tema que pasó a ser clave dentro de la agenda empresarial”, destacó Luciana Paoletti.
Consultados sobre la relevancia de ciertas variables vinculadas al trabajo, el 89% de los encuestados indicó que, después de la pandemia, empezó a valorar mucho más la flexibilidad horaria.
Otros aspectos mencionados fueron un entorno de trabajo seguro y saludable (83%); la posibilidad de trabajar de manera remota (82%); tener una agenda de trabajo que no sature la energía (76%); contar con un buen líder (72%) y la relación entre el esfuerzo y la compensación (71%).
“Pospandemia no dejamos de percibir algo distinto en las consultas con personas y equipos. Celebramos esta posibilidad de poder ponerle dato y comprensión a tanto cambio observado”, destacó Marité Pereda.
Según las expertas, estos cambios en las prioridades en el mundo laboral fueron acompañadas por políticas organizacionales, aunque aún quedan desafíos por delante.
El 63% de los empleados consideró que las empresas valoran mucho más que antes la generación de una cultura de trabajo saludable y, en un porcentaje más bajo (46%), la implementación de beneficios vinculados a la salud emocional y mental para los empleados.
La doctora Roca comentó: “Según los estudios, 4 de cada diez personas en la Argentina vives con burnout, y otros estudios dicen que son 9 de cada 10. Es muchísimo”. La experta agregó que ahora los líderes toman conciencia de que deben cuidar la salud mental de sus colaboradores.
“Es una discusión que hay que empezar a tener desde el lado humano porque cuando uno lo encara desde ese punto de vista, funciona fácilmente. Son conversaciones que hay que empezar a dar y yo creo que se están teniendo muy seriamente la mayoría de las organizaciones”, destacó Roca.
El estudio completo está disponible aquí.